Desinternacionalización del problema universitario venezolano

Demasiado evidente, la dirigencia universitaria venezolana ha fracasado en la defensa de la institución. Siendo muy contadas las excepciones, ni siquiera ha sabido promover y sensibilizar a la opinión pública nacional en torno a un problema que afectará al país por muchas generaciones.

Es una verdad imposible de ocultar, han sido complotadas nuestras casas de estudios por dentro y por fuera. El régimen logró una magnifica complementación con los colaboracionistas de vocación y de oportunidad, únicamente entrenados para el oropel académico, olvidando por siempre  el aporte del aula a la construcción de la democracia republicana que fuimos.

Todavía nos indigna el texto plañidero de un profesor que se quejaba del pago de los salarios y pensiones a través del llamado Sistema Patria, pasando por alto la reflexión del catedrático sobre el atentado contra las instituciones fundamentales del derecho laboral y del administrativo, por ejemplo. Únicamente, a la augusta dirigencia nacional de los gremios, le entusiasmó aparecer al lado del encargado de la presidencia de la República en los momentos de mayor auge y de menores peligros, impedida de hacerlo con el usurpador, al menos, hasta nuevo aviso.

En los medios internacionales, poco o nada se conoce de la tragedia venezolana del aula, por más que las agencias noticiosas clamaran a los cielos por el impune y monumental incendio de la biblioteca central de la UDO en Cumaná. A la ineficacia y práctica desaparición de los gremios, no concebimos que los rectores, estudiantes, profesores, egresados y, además, los sindicatos, no hagan el esfuerzo necesario ni tengan la suficiente audiencia de sus pares, en América Latina, para denunciar el drama.

Compartimos la tarea de llevar el asunto a la UNESCO, planteándolo en la propia Asamblea Nacional, a través de un documento suscrito por miles de personas. Hubo una respuesta protocolar, pero el detalle está en que, otros miles de venezolanos, ahora en la diáspora, pueden hacer el esfuerzo de denuncia para alertar también sobre el destino que les espera a las universidades de este lado del mundo, con el Foro de Sao Paulo y sus derivados.