Disfraces pasivo-agresivos de Halloween

¡Noticia de última hora! ¡Confirmado! Los disfraces de zombi, vampiro y bruja convocan una huelga de trapos caídos. Aseguran que su sobrevivencia está en juego al ver que salieron unos disfraces mucho más baratos y prácticos. Miren:
Disfraz de demócrata: luce amigable, acogedor y promueve los derechos humanos (pero de quienes censuran a la oposición). Es un disfraz que puede ganar el concurso de la noche, pues le gusta comprar al jurado.
Disfraz de influencer espiritual: siempre llama a la paz y emana vibras altas (hasta que se da cuenta de que en sus redes le dejaron un comentario negativo).
Disfraz de comunista: lleva barba, chaqueta camuflada y gorra Mao mientras revisa su iPhone del año y bebe güisqui importado.
Disfraz de empresario: tiene reloj del año, laptop del año y deuda del año… pero del año antepasado.
Disfraz de feminista: lleva pollina corta, no usa brasier y detesta al patriarcado. Eso, hasta que un pretendiente la invita a pasar el fin de semana en la playa con todos los gastos pagos.
Disfraz de ambientalista: protege el medio ambiente, pero se va a la fiesta de disfraces en un Uber a gasolina y piensa que el reguetón hasta las cinco de la mañana no es contaminación sónica.
Disfraz de empleado: trabaja en su escritorio pegado a la computadora, aunque en su monitor tiene abierto un chat, un podcast, una lista de reproducción de canciones y todo lo resuelve con inteligencia artificial.
Disfraz de coach motivacional: vive diciendo que “¡tú puedes lograrlo!”, aunque él de broma logre reunir para el pago de su arriendo.
Disfraz de fitness: para el “dulce o truco” reparte barras de granola y no se come ninguno de los caramelos que le dan. Claro, hasta que llega a su casa muerto de hambre y se los jarta todos.
Disfraz de rockero: usa pelo largo, piercings, pantalón negro, botas negras, uñas negras y camisa negra, pero se despide de ti diciendo: “Te quiero mucho”.
Disfraz de moralista: se queja de quienes usan a los niños para pedir limosna en la calle, aunque en Halloween use a su hijo para pedir los caramelos que después él se comerá.
Disfraz de antivacunas: un disfraz que es bienvenido a cualquier fiesta de Halloween, siempre y cuando no esté enfermo.
Disfraz de gringo: se hace llamar Chris y parece surfista californiano, vaquero de Texas, rapero neoyorquino o mormón de Utah, aunque en realidad es veneco y se llama Crisenyerlix.
Disfraz de chica mala: lleva extensiones de cabello que desconocen el champú, pestañas postizas que parecen capós de carro, cuatro manos de maquillaje en la cara, uñas acrílicas que podrían ser trampolines de hormigas, minifalda hecha con menos tela que un vendaje y unos tacones que asemejan tubos de pole dancepara pigmeas. Un disfraz que luce muy imponente hasta que un hombre le grita una babosada en la calle y a la chica mala se le sale la madre Teresa que lleva por dentro.
Disfraz de adolescente: lleva zapatos Jordan, bermudas que le pasan de la rodilla, camisa original de basquetbolista y gorra de visera plana. Todo esto, mientras va de camino a que le hagan el examen de la próstata.
Como ven, son disfraces que terminan metiendo mucho miedo, aunque nunca tanto como a la persona que jamás asume que los lleva puestos. Por eso, si este Halloween quiere divertirse sin terminar confrontado en una terapia psicológica, entonces mejor opte por algo más clásico. Disfrácese de zombi, vampiro o bruja.
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