¿Quieres gastar mucho en la playa? Pregúntame cómo
¿Deseas sentirte en Ibiza o en Bora Bora? Tranquilo, puedo hacer que una parte de ti lo sienta: tu cartera. Llegué hace poco de Cartagena y confirmé que si quieres verte más turista que japonés en el Congo para terminar pagando todo con IVA (o el “Impuesto del Vendedor Avispado”), debes hacer lo siguiente cuando vayas a la playa:
Usa traje de baño nuevo. Gastarás 20 % más, aunque sube a 30 % si usas pareo. Ahora, si vas en grupo y todos deciden uniformarse usando el mismo traje de baño, entonces haz una vaca… pero en libras esterlinas.
Si eres mujer, maquíllate y ve con el cabello todavía oliendo a plancha. Pagarás 40 % de más. Y si te metes al mar con el cabello recogido para que no se te moje, mejor conviértete en sirena y vete nadando para no pagar la cuenta.
Si eres hombre, déjate la barba. Te aumentarán un 20 %. Ahora, si estás canoso y te pintas la barba y el cabello de negro azabache, prepárate para pagar 50 % de más. Eso sí, no te metas al mar. Deberás gastar en un tinte nuevo.
Usa flotadores, pero los de silicón que van implantados en el pecho o en las nalgas. Te incrementarán todo en un 45 %. Y si tienes los cuatro flotadores incorporados te querrán cobrar mucho más… pero en especies.
Tatúate. Te aumentarán todo en un 20 %. Ahora, si tus tatuajes son de alguna pandilla, tranquilo. No te cobrarán pues saben que repartirás plata para no ser sapeado.
Haz la pregunta “¿Cuánto cuesta esto?”. Está demostrado que, al hacerla, los vendedores comienzan a segregar una hormona llamada “Tevoyaclavarina”, que aumenta todo en un 50 %.
Métete a la playa con zapatos de agua. Te aumentarán todo en un 40 %. Ahora, si eres de los que se mete al mar con las medias puestas, mejor pide un préstamo.
Tómate muchas selfis. Si son fuera del agua, quizás te recarguen un 20 %, pero si son dentro del agua y además estás borracho, tranquilo, no te cobrarán. Saben que quizás botes el celular al agua y debas comprar uno nuevo.
Si eres hombre y usas cadena de oro, despreocúpate. No te aumentarán nada, pero los vendedores quizás te pidan trabajo pensando que eres un jeque sin turbante queriendo pasar sus vacaciones desapercibido. Ahora, si llevas cadena de oro y tu pareja es una mujer local treinta años menor que tú, te cobrarán muchísimo, pero porque el vendedor de pescado seguro es primo de ella.
Ponte bloqueador solar al punto de parecer un mimo costeño. Pagarás 25 % de más. Eso sí, no te aceptarán efectivo porque los billetes podrían estar embadurnados de crema.
Al ver un coco recién abierto, emociónate como si estuvieses viendo agua en marte. No te aumentarán, pero te abordarán tres vendedores más.
Camina por la orilla de la playa y contempla el mar. Te verán tan emocionado, que te pondrán a trabajar para ellos como lanchero, mesero o soplador de billetes mojados.
Si haces todo esto, te garantizo que volverás de la playa buscando cuatro empleos para nivelar tu economía. Ahora, si quieres regresar buchón, haz lo que yo hice en la playa: pon ojitos tristes y di “Soy venezolano”.
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