La laguna de oro

Por Elizabeth Gutiérrez

@Eli_Gutierrez1

 

 

 

Mérida es un estado venezolano de resaltantes atributos por sus alucinantes espacios naturales. La laguna de Mucubají es considerada como una de la más grande, profunda y hermosa de la región andina. Recorrer los senderos de la cordillera merideña tiene como referencia obligada visitar este legendario lago. De lo contrario, sería un viaje incompleto.

 

Origen y ubicación

Es de origen glacial ─congelado─ que lleva consigo millones de años de antigüedad. Para llegar se debe tomar la ruta entre Santo Domingo y Apartaderos, a escasos kilómetros de la ciudad de Los Caballeros, Mérida. Se encuentra ubicada dentro del Parque Nacional Sierra Nevada, fundado el 02 de Mayo de 1952. Este atractivo turístico natural es muy particular, debido a que es el segundo Parque Nacional y, recientemente, cumplió su 63º aniversario.

Según los lugareños, el nombre de la laguna tiene que ver con el significado que tenía para los ancestros indígenas que habitaban en la región.

 

Belleza enigmática


El inmenso lago se encuentra rodeado de colinas pobladas de vegetación formada en gran parte por flores y cientos de frailejones. La brisa, es tan helada como un témpano. La majestuosidad del lugar está envuelta entre fantasía y un silencio espeluznante. La tranquilidad se vuelve casi perturbadora. Sientes como el aire te roza la piel. Se puede contemplar la neblina que baja desde las montañas y se posa sobre sus apacibles aguas.

 

Presenta constantes cambios luminosos. La primera vez que fui, el tiempo estaba tan nublado que mi mirada se perdía en el infinito, provocando la sensación de estar en medio de un océano sin salida. En diciembre del pasado año visité nuevamente el lago. Las nubes se ocultaban entre el cielo celeste, el sol resplandecía con su mejor brillo y la laguna reflejaba su intenso azul celestial, permitiendo contemplar las verdaderas dimensiones y colores que la rodean.

 

Guardianes de Mucubají

Cuentan los pobladores de la zona, que en las profundidades del inmenso lago habitan  espíritus que se encargan de protegerlo, pero la gran interrogante es: ¿de qué lo protegen? ¿Qué se esconde debajo de esta laguna?

 

Según la creencia popular, existe un tesoro de oro enterrado en medio de la laguna.  Freddy Álvarez, residente de los páramos comenta: “Mi abuelo siempre decía que debajo de esas aguas se escondía algo muy grande que estaba protegido. Cuenta la leyenda que hace millones de años un paisano se acercó a la laguna de Mucubají y encontró una mochila. Muchos dicen que tenía oro. El anciano se lo llevó y cuando fijó la mirada hacia atrás, se dio cuenta de que las aguas del lago venían tras él. Con temor, lanzó el saco donde lo encontró y en ese mismo instante, las aguas regresaron al lago”.

 

Por otra parte, María Quintero, nativa de Tabay estado Mérida, confirmó: “La laguna de Mucubají es sumamente hermosa, como también misteriosa. Recuerdo hace mucho tiempo cuando iba de paseo a este lugar con mi padre y contaba los misterios que habían allí. Por ejemplo, que existe un tesoro y es por eso que ella misma no deja que la gente camine a su alrededor. Es imposible darle la vuelta porque se nubla todo y la laguna desaparece”.

 

Recomendaciones

Si eres de los que acostumbra viajar en carro particular o pasear en bicicleta, debes pagar para entrar al Parque Nacional Sierra Nevada. Pero si tomas la iniciativa de realizar el recorrido a pie, la entrada es totalmente gratis.

 

Ni se te ocurra pensar que es un lugar aburrido, pues es ideal para acampar con la familia y amigos. Para ello, asegúrate de solicitar permiso a INPARQUE. También, está permitido pescar truchas en el lago desde finales del mes de marzo e inicios de septiembre.

 

Desde la laguna de Mucubají se puede iniciar una excursión a la laguna Negra. Puedes ir caminando o a caballo, mientras disfrutas del paisaje. Recuerda que debes estar en buenas condiciones físicas para poder emprender la caminata, porque el sendero es bastante largo. Lleva ropa cómoda y si no quieres gastar dinero, lleva todo lo necesario.

 

Finalmente, recuerda, si vez un bolso rebosante de oro en las orillas del lago, evita caer en la tentación de agarrarlo, pues ya sabes lo que podría ocurrir.

 

Fotos: Elizabeth Gutiérrez.

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