BMW 503, un exitoso fracaso

En la historia del automóvil hay múltiples ejemplos de automóviles que lamentablemente nacieron como fracaso bien sea porque fueron mal construidos, mal diseñados, en fin circunstancias que terminan haciendo que el carro sea uno de los culpables de su fracaso, sin embargo hay automóviles que resultaron ser un fracaso por el momento histórico en el que nacieron, automóviles vanguardistas, bien plantados en su época, con un estilo propio y con una mecánica fiable, sólida pero también vanguardista y sin embargo terminaron en fracaso sin ser su culpa y peor aún, teniendo todo el potencial para ser un verdadero éxito de ventas, ése sería el perfil de nuestro protagonista de la semana, el BMW 503.

BMW 503

Preámbulo: Renacer de la guerra, no está fácil… Pero ahí van

La década de los 20 y 30 fueron de crecimiento para BMW, con automóviles verdaderamente exitosos tanto de lujo como deportivos, claramente BMW se había forjado una imagen de fabricante de automóviles de lujo y personales, automóviles para aquellas personas de buenos gustos y levado poder adquisitivo. Para el final de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) la fabrica de Munich terminó destruída por un constante bombardeo de los aliados, en un solo día de julio del 44 los aliados lanzaron 12000 bombas sobre esa fábrica, por otro lado la planta de Eisenach se perdió a ser “expropiada·” (robada) por los soviéticos que tomaron el control de la mitad éste de Alemania.

Automóviles como el Isetta (izq) y el 501 eran el intento de BMW de resurgir en el mercado local y exterior.

Comenzar de nuevo para BMW no está fácil después de la guerra, sobrevive de fabricar ollas con metal reciclado y luego le dan de lleno a fabricar motocicletas, con eso la empresa logra hacerse algo de dinero y luego el Deutsche Bank presta a la empresa dinero, con ese dinero construyen una planta nueva y reclutan y entrenan personal nuevo. Ya con todo listo deciden reinsertarse de nuevo en el segmento de los automóviles de lujo, en el que estaban con comodidad en los años 30. Primero producen en 1952 el BMW 501, al que apodaban “El Angel Barroco” pero que por tener un motor de 6 cilindros de pre-guerra no resulta ser muy potente, evoluciona al 502 producido en 1954 y que tiene un motor 193 de 8 cilindros en V de 3.2 litros. Pero el 502 no resulta tener las ventas esperadas, aunque si se vende, su precio es muy elevado para el poder adquisitivo alemán de la época el 502 no logra cubrir los números requeridos, de hecho sólo 190 ejemplares se venden en 1954, su primer año de producción.

503, un nuevo intento

Entre la mega inversión que resultó construir una fabrica nueva, maquinaria nueva, la capacitación del personal nuevo y por otro lado la arriesgada movida de meterse en el segmento de carros de lujo en una época en la que no había el poder adquisitivo que pagara lo que se pedía por un 502, Hennas Grewenig, Gerente de Ventas de BMW está totalmente claro con esto y pide en varias oportunidades la creación de un deportivo que estuviera basado en el BMW 502, una carrocería ligera con la planta motríz del 502 podía resultar en un automóvil con prestaciones bien atractivas. Sin embargo, la directiva de BMW, viendo que el dinero se iba agotando decidió rechazar los pedidos de Grewenig. La cosa cambia cuando la competencia directa de BMW, Mercedes-Benz (no sólo competencia sino quien aspiraba hacerse con BMW a sabiendas de su posible quiebra), lanza en el Salón del Automóvil de Nueva York de 1954 el Mercedes 300SL, el icónico y famoso automóvil deportivo, conocido también como “Alas de Gaviota”. Eso hizo “recular” a la directiva que no sólo decidió aprobar  el proyecto de un deportivo sino de un automóvil que pudiera penetrar en el mercado estadounidense como Mercedes-Benz lo hacía.

El primer Gran Turismo alemán de post-guerra.

En noviembre de 1954, con la ayuda de Max Hoffman, el famoso importador de automóviles alemanes a Estados Unidos se reúne con Albrecht von Goertz, el famoso diseñador industrial responsable de la caja de Lucky Strike y la nueva serie de automóviles Studebaker de post-guerra, para que creara las líneas tanto de un automóvil deportivo como de un Gran Turismo nuevo automóvil, de ahí nacen el también famoso 507 (del que les prometo una pronta reseña) y nuestro protagonista, el 503, que es desarrollado en 18 meses.

El resultado es ésta hermosa creación un automóvil que más que deportivo entra en el segmento de los automóviles de Gran Turismo, compitiendo directamente con automóviles de la talla de Ferrari, Maserati, Alfa Romeo, Bentley y ciertamente, Mercedes-Benz. Sus líneas toman el estilo “pontón”, limpias, refinadas y no toman influencia alguna de los diseños estadounidenses, algo en lo que muchos fabricantes europeos incursionaron con la intención de hacer automóviles cada vez más atractivos.

La carrocería, la primera de aluminio en un automóvil alemán comercial, sería fabricada por el taller especializado en carrocerías Baur en Stuttgart, mientras que BMW se dedicaría a la planta motriz y la mecánica del automóvil. Sin romperse mucho la cabeza se utiliza el mismo motor del BMW 502, que además es el primer V8 producido en serie de aluminio y otros metales livianos. Al motor, le acompañan 2 carburadores y un sistema de lubricación mejorado. La potencia total que entregaba éste motor es de unos 140 Hp. y si a ese motor le colocamos una transmisión manual de 4 velocidades, tenemos un automóvil que es capaz de llegar a los 190km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en 13 segundos, unos tremendos números para 1955. Es además uno de los primeros automóviles de Gran Turismo alemanes en ser equipado con discos de freno y un sistema de dirección asistida que funcionaba de forma eléctrica.

El primer V8 de serie hecho en aluminio y por ende ultra liviano.

El 503 fue presentado en el Salón del Automóvil de Frankfurt de 1955 con un rotundo éxito, atrajo miradas, comentarios, halagos y en su gira por Europa recibió premios, medallas de oro y reconocimientos en múltiples concursos de elegancia en donde participó en Cannes, Lisboa, Roma, Viena, Wiesbaden entre otros. Aunque no es sólo la maravilla técnica ni la estética exterior, el interior también es la “creme de la creme”, tapicería de cuero, un tablero sencillo pero bien distribuido, tenía también vidrios eléctricos, un radio Philips y una antena eléctrica. Una versión convertible también se fabricó, con una gran novedad, el primer automóvil convertible alemán con techo eléctrico.

Todo eso lo hizo extremadamente caro, de hecho terminó costando el doble de lo proyectado y además incrementaba con el tiempo por las mejoras que se les hacía, para mayo de 1956, cuando se comenzó a producir, costaba 29500 Marcos Alemanes, el precio de un apartamento en una buena zona berlinesa, para diciembre de 1957 costaba 31500 Marcos  y para julio de 1958 costaba 32950 Marcos, básicamente el Gran Turismo más caro de Alemania. Claro, el precio aumentaba por las mejoras que se hicieron, la primera serie tenía problemas de acumulación de calor dentro de la bahía del motor, así que para solventar esto, los ingenieros de BMW decidieron perforar y colocarle unas pequeñas rejillas laterales y así el problema se resolvió.

Exquisito interior, el cliente escogía entre un radio Becker o uno Philips. Tenía también vidrios eléctricos.

Lamentablemente esto condenó al 503 a una reducción limitada de sólo 412 unidades, aunque con algunas personalidades haciéndose con uno de éstos, el Conde de Faber-Castell, el empresario Rudolf August Oetker y la actriz de cine Sonja Ziemann son algunos de quienes de inmediato se enamoraron del encanto de éste hermoso automóvil. Lamentablemente la producción de éste hermoso automóvil terminó en marzo de 1959, con una producción total de 412 unidades producidas, de ellas 273 ejemplares eran coupe y 139 eran cabriolet.

Hoy en día los BMW 503 se han posicionado en el mercado de los automóviles de colección como uno de los más cotizados, en el 2007 uno de éstos 503 podía llegar a costar 145.000 US $, sin embargo, un ejemplar en condiciones decentes puede llegar a costar eso mismo hoy, pasaría de los 250.000  en buenas condiciones y sabrá Dios cuanto podría costar uno en condiciones de concurso, es decir, un automóvil al que básicamente no le hayan pasado los años. Sólo para tener una noción, la casa de Subasta Bonhams vendió éste mismo año un 503 con el número de chasis 69090 en 583.000US $.

Como dije al inicio, éste automóvil fue un fracaso exitoso, fracaso porque llegó en una época en la que no había mercado definido para él en Alemania y cuando se llevó a Estados Unidos resultó ser excesivamente costoso, pero fue exitoso porque demostró qué era capaz de hacer BMW 10 años después del final de la Segunda Guerra Mundial y tan sólo 3 años después de comenzar a producir de nuevo automóviles, además, la mecánica es fiable e innovadora, es lujoso, tienen estilo propio, sin duda alguna estoy seguro de que en otras circunstancias financieras de BMW, el 503  hubiera sido un verdadero éxito de ventas.

Michel Rodríguez
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