*Recopilación de artículos especiales, basados en la experiencia y observación de artistas que transitan por Tribus Café Cultural.
Si fuese posible otro Círculo de Bellas Artes*: Poetas.

Artículos inspirados en distintas tertulias llevadas a cabo con artistas que residen en Venezuela y que se mantienen activos con proyectos en la actualidad; los mismos se alinean en la idea de lo que fue el Círculo de Bellas Artes y sus resultados socioculturales dentro de la respectiva época. A continuación, se presentan fragmentos de las conversaciones sostenidas.

Excéntrico y espíritu libre, Kevins disfruta del café muy oscuro y se define como cultor integral. Si pasa alguien a quien conoce la tertulia se detiene inevitablemente, luego de cruzar palabras con la persona conocida retoma nuestra conversa, de estar comiendo algo parece ser imposible que no le ofrezca a los demás un poco. Con frecuencia trabaja en proyectos que se relacionan con la poesía o la poética, pero en general le gusta desarrollarse en diversas artes, concibiéndose como creador y desarrollador de ideas. Actualmente desempeña la labor de organizador del Prostíbulo Poético Caracas en Venezuela. Para él conocer la realidad y sus necesidades propias es el punto de partida para crear, no para sí mismo en el sentido de buscar gloria, sino para entender y entenderse en medio de la situación en la que se encuentre.

Si ciertamente desarrolla la poesía, su interés yace en promover la cultura desde diferentes posturas artísticas, lo que concibe como “integrar para transformar” -encomillo sus palabras- “siempre he tenido interés por las artes y siendo tan amplias busco de sentirme cómodo con lo que hago”. Es por ello que le gusta desarrollarse bajo el concepto del “techné”, porque comprender el sentido original de la técnica como herramienta le permite ser consciente de lo que puede ser capaz. Su estilo diferente y punzante podría ser considerado por muchos, quizás, como extraño; detrás de ello la verdadera razón es la transgresión, pudiendo generar ruido en los pensamientos más conservadores, sin embargo, quien intente tomarse un café con él podrá encontrar en sus palabras la permanencia de aquello que nos hace común a todos, pues lo diferente a -asumiendo “” como una concepción- se pierde en cuanto encontramos enfrente a otro ser humano.

Esto resulta interesante cuando, en medio de la tertulia, nos encontramos con sus pensamientos: “me gusta impartir a la gente que pueden sentirse cómodos con esta visión”. Es por ello que se siente un generador de productos o de accesibilidad artística cuando trabaja alineado a una idea, de manera que esta pueda llegar a todos. Y esto último le resulta muy importante, por este motivo cree que la manera de lograr es por medio de los espacios culturales, “creo que hacen falta más espacios para ello y además más trabajo en grupo, en colectivo. Me gusta mucho esta forma de trabajar porque mantiene la unión”. Esta visión quedó tallada en él cuando trabajó en la productora cultural “Aguacate Café”, un espacio en el oeste de Caracas donde lograron multiplicar los pocos recursos con iniciativa e inventiva, en el espacio habían muestras de todo tipo de artes desarrolladas en colectividad -nos comenta-, a partir de allí se inicia un “juego de potenciales, de techné, para mostrar al mundo. (Porque) observando se logran sensibilidades y de allí surgen cosas, propuestas, nuevos mundos; pero además traer esto a la actualidad y a las necesidades actuales”.

“Es esto lo que vinculo con el Círculo de Bellas Artes, porque pienso que surgió de una necesidad, contra la educación, en ese caso, que limitaba la espontaneidad propia del arte. Algo que también sucede hoy día es que no estamos abiertos a nuevas manifestaciones, mientras todo se transforma. Entonces deberíamos abrirnos a cambios para poder abordar estas transformaciones. Pienso que debe haber una apertura a esas muestras y veo muy posible una manifestación similar (al Círculo de Bellas Artes) si nuestro llamado a ello no es tomado en cuenta; es un atrevimiento pero es un dinamismo a estas necesidades”.

Breve y conciso, no requiere extenderse demasiado para expresar lo que le resulta más pertinente, pues todo lo que necesita parece flotar en una nube que siempre tiene a su alcance, pedirle más es hacerlo redundar en lo mismo, que ya tiene muy claro. “Consiste en desarrollar el respeto a la propuesta de un individuo, y si no se le permite entonces lo hará desde su individualidad, pero será esta individualidad mostrada lo que llegará hasta la colectividad, para que el juego se expanda y todos entren en él. Si varios comparten y valoran una idea, hay entonces una tecla sensible que lleva a unirse y organizarse. Y a partir de allí surge un nuevo individuo”.

Antes de finalizar la tertulia, comiendo un cambur que ofreció a alguien que no quiso, se delata: “por ejemplo, yo quisiera que de mis palabras sacaras algo al momento de escribir el artículo y hagas lo que tú quieres hacer, parte de lo que quiero compartir es eso”.

Fin de la tertulia.

(Texto tomado de los pensamientos y palabras del poeta y artista multidisciplinario Kevins Chusmita)

Barbara Uzcategui
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