Los proyectos son fuente de cultivo

Hace unos días, la más pequeña de la casa, Sofía (3) jugaba a la siembra y a su vez, se le ocurrió comer de una hierba de orégano cultivada por mí. Lo que no me esperaba, es que te tanta emoción la planta quedó inservible, la descuartizó.

Por supuesto, después del esfuerzo extendido por semanas y que fue desmoronado en un abrir y cerrar de ojos por una infante cuyo placer por experimentar se concentró en degustar y maniatar aquellas hojas, fruto de la naturaleza, me irrité.

Así son nuestros proyectos, necesitan trabajo, recogimiento y cuidado de críticas de críticas de mala intención

Invertimos tiempo y esfuerzo para crecer en conjunto y (…) ¡SAS! aparece algo o alguien sin importar nuestros sentimientos o capital invertido y lo desmorona.

Sucede constantemente. Pero lo importante no es centrarse en la desaparición total o parcial del mismo. Despunta la meta o fruto que deseas obtener de esa planta.

¡Adelante! Ara la tierra y edifica de nuevo, con perseverancia y dedicación ese proyecto, un día será un roble fuerte y admirable, capaz de dar frutos interminables.

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Guayoyo en Letras