HOTEL MIRAMAR SE DEFINE EN AMOR, FIN Y ESPERANZA. POR MARÍA JOSÉ CASTRO

Por María José Castro

 

Tomates Fritos es una banda que nació en Puerto La Cruz en 1997. Está integrada por: Boston Rex (bajo y voz líder), Kike Franco (guitarra y coros), Rodrigo “Tortle” Vera (guitarra y coros), Chino Agreda (guitarra) y Tony “Cash”¨ Maestracci (batería). Cuenta con cinco producciones discográficas: La Primera Cosecha, Odissey, Molly, Hombre Bala y Hotel Miramar.

Reynaldo Goitía, mejor conocido como Boston Rex, es bajista y vocalista de esta banda y conversó con el equipo de Guayoyo en Letras.

 

Guayoyo en Letras: ¿Por qué deciden llamar a la banda “Tomates Fritos”?

Reynaldo Goitía: Teníamos seis meses ensayando y queríamos comenzar a participar en eventos. Para esto necesitamos un nombre y Kike (guitarrista) nos contó que había visto una película que se llamaba “tomates verdes fritos”. Nos pareció cómico, chistoso, raro. Primero lo teníamos en tono de burla, luego lo cortamos y de allí salió el nombre de “Tomates Fritos”.

 

G.L.: ¿Qué diferencia Hotel Miramar de sus producciones anteriores?

R.G.: Luego de adquirir una experiencia, decidimos hacer las cosas de otra manera. Pensamos que era la manera más divertida de tener un show compenetrado con las letras. Sucede que las bandas pasan demasiado tiempo grabando los discos, mezclándolos, editándolos, y cuando por fin salen a la venta tienen dos o tres años dando vueltas en la cabeza de los compositores y los músicos, pero es apenas nuevo para el público.

Nosotros queríamos que para ambos, tanto para el público como para la banda fuesen nuevos. Comenzamos a grabar en enero, a mediados de febrero estaba todo listo y estratégicamente decidimos que el disco saliera a mediados de mayo.

 

G.L.: ¿Por qué llamarlo Hotel Miramar?

R.G.: Con las giras de Hombre Bala visitamos demasiadas ciudades de Venezuela y cada fin de semana tuvimos la oportunidad de viajar por carretera. Cada vez que pasábamos por la parte de Puerto Cabello y Morón veíamos un hotel de playa que tenía este nombre. Siempre había un comentario de “te imaginas esto” cuando pasábamos cerca, pero nunca lo imaginamos como el nombre de algo. Luego yo propuse la idea de llamarlo así y que cada habitación fuese una canción, a los muchachos le pareció buenísimo y desarrollamos la idea.

 

G.L.: ¿Qué buscan transmitir con su música?

R.G.: Difícilmente uno hace los temas para transmitirle algo a alguien, casi siempre es un lenguaje que los músicos tenemos para decir cosas, a veces para descargar odio, dolor o amor. Es un escape que los músicos tenemos. Particularmente nos gusta imprimir un momento o una época de cada uno de nosotros, anécdotas personales, o un poema sobre la finalización e inicio de una etapa.

 

G.L.: Tres palabras para definir Hotel Miramar

R.G.: Amor porque es la gasolina de cualquier compositor o músico. A veces la tormenta que uno llega por dentro viene causada por un sentimiento bonito pero que arrastra cosas malas.

Fin porque en muchos temas trata de cerrar etapas. A veces uno carga una idea por mucho tiempo y llega el momento de renovarse, pero primero debe poner un punto final al pasado.

Esperanza porque nunca es tarde para comenzar de nuevo.

 

G.L.: Tripolar… Hoy me quisiste y ayer no, las cosas suelen ser así

R.G.: Tripolar es un tema muy superficial con respecto a los que normalmente manejamos. Se resume en esa frase: “Hoy me quisiste y ayer no, las cosas suelen ser así”. Era el momento de hacer y descargar ciertas cosas.

 

G.L.: Aunque me falle tu querer… no digas que no lo intenté

R.G.: “Que no lo intenté” es porque a veces uno da mucho por alguien o insiste, pero las cosas igual fallan. Es eso, después de tanto esfuerzo no digas que no lo intenté.

 

G.L.: Te miro sin querer mirar… once segundos para comenzar

R.G.: Este es un tema sobre la perdida tanto sentimental como física. Habla del recuerdo y de la manera en que uno no logra desconectarse con el pasado.

 

G.L.: ¿Por qué Hotel Miramar es instrumental?

R.G.: Originalmente tenía letra, pero cuando estábamos componiendo la música y ya estábamos en la etapa de grabación, escuchábamos la melodía una y otra vez y decidimos olvidarnos de la letra.

 

G.L.: ¿Rockero que se respeta escucha todo tipo de música?

R.G.: Primero tendría que definir qué es rock, porque el rock habla de una actitud y una forma de vida que realmente no tiene que ver con un estilo de música. La televisión y muchos artistas se venden como rockeros, pero no lo son. Yo creo que si se puede escuchar todo tipo de música, y que puedes conseguir ideas para escribir una canción de rock.

 

G.L.: ¿Qué recuerdas de tu primer toque?

R.G.: Mucho nervio, pero eso todavía existe. Creo que todos estamos de acuerdo en que esta es la vida que todos queremos llevar y por eso la banda permanece intacta.

 

G.L.: Una anécdota de Tomates Fritos

R.G.: En la época de la fiebre de Los Pericos, en el año 98 o 99, estábamos entrando en un hotel con una facha bien rockera, la gente pensó que nosotros éramos ellos y nos tocó correr como si fuésemos The Beatles.

 

Café con

 

G.L.: ¿Qué le pone el aroma al café?

R.G.: Quien lo prepara

G.L.: ¿Qué te endulza la vida?

R.G.: La sonrisa

G.L.: ¿Qué te amarga la vida?

R.G.: Los gritos

G.L.: Un libro para compartir un buen café

R.G.: Poemas Tomados de Andrés Barrios

G.L.: Una canción para escuchar un buen café

R.G.: Después de una banda mexicana Jumbo…

G.L.: Una frase para recordar con un buen café

R.G.: “El tiempo es arena en las manos” Cerati