RICARDO LINIERS: «PARA SER DIBUJANTE SE DEBE PENSAR SIN REGLAS». POR MARÍA ALEJANDRA RIVAS

Por María Alejandra Rivas

Fotografía por Sofía Humanes Yunis

 

Ricardo Liniers Siri es un famoso historietista argentino que ha sabido representar las cosas más simples y  a la vez complejas de la vida en caricaturas que te llevan a ese punto donde la inocencia y la ingenuidad juegan el papel principal. Ha sabido conmocionar durante 10 años a ese público que lo sigue y que continuamente está buscando una diversión sana, pura y sencilla.  

Liniers, como es su seudónimo, es un hombre que no deja escapar a su niñez porque es lo que lo hace autentico, lo que lo describe como ser humano, además su atuendo –jeans, camisa de cuadros, una gorra y Converse- te hace ver que no busca para nada la formalidad de querer ser parte de esos altos ejecutivos de grandes empresas que quizás no sabrían sonreír frente a una caricatura que refleje lo aburrida que se tornan las corbatas con los años. 

10 AOS MACANUDO

 

“Macanudo” es el nombre de sus historietas y trae consigo una gran cantidad de personajes que van desde pingüinos hasta aceitunas. Entre los más famosos están El misterioso hombre de negro, Enriqueta y su gato Fellini, Martincito y su amigo imaginario Olga y el mismo que se dibuja como un conejo.

Guayoyo en Letras tuvo el privilegio de conversar por diez minutos con este genio y conocer un poco más de su trabajo y personalidad.

 

Guayoyo en Letras: ¿Piensas que tus caricaturas son una especie de protesta en cuanto a esa pérdida de la inocencia?

Liniers2Ricardo Liniers: Es una resistencia más que una protesta, tengo una especie de resistencia hacia esa pérdida, tengo a veces el Síndrome de Peter Pan (…risas), y es que pienso ser niño es muy lindo, ahora que tengo hija me gusta ver cómo juega y lo que hace.

La niñez es la época es la que sos más vos, porque antes de que vayas a un colegio, te eduquen así, compartas con otros niños y te pasen cosas, cuando eres chico eres 100% vos. A mí me gusta mucho recorrer ese puente y tratar de hacer memoria de cómo era yo en ese momento, de recordar qué cosas me llamaban la atención, qué me gustaba y qué no. Cuando se es chico todo vale, creer que hay un señor gordo vestido de rojo que trae regalos es divertido… ¿por qué no creer que es real?…(risas).

Ya cuando crecemos se pierde todo eso, cuando se pierde la inocencia terminas perdiendo cosas que son muy disfrutables, jugar, crear libremente. Ejemplo, cuando alguien mayor va a ver una película como Jurassic Park con un niño de ocho años, el adulto habla de qué buenos efectos especiales y el niño ve dinosaurios, ¡más allá de los efectos eran dinosaurios, la propuesta de Spielberg la entendió un chico de 8 años y tu no!, eso es divertido.

 

G.L.: Cortázar decía “No hay nada más serio que un niño jugando” y la caricatura es un juego, imaginemos que todos los niños hicieran caricaturas ¿cómo sería eso?

R.L.: Bueno, según Picasso todos los niños son artistas y Picasso también decía eso, que tardó dos años en pintar como un maestro y tardó toda su vida en pintar como un niño, y la diferencia es que los chicos trabajan con libertad sobretodo al principio cuando empiezan a dibujar, tienen libertad absoluta, nunca se equivocan, nunca mi hija me va a hacer un dibujo y me va a decir “ay me salió mal”, y esa libertad la perdemos de grandes, porque nos enseñan a pintar de la misma manera que nos enseñan matemáticas, como que te equivocaste, 1 +1 es 2, si colocas 3 está malo, pero en el arte 1+1 también es 3, es 8, es J, es cualquier cosa(…risas).

Si todos los chicos hicieran caricaturas nos divertiríamos mucho más.

 

G.L.: Entonces ¿crees que para ser un buen historietista se debe pensar con la libertad de un niño?

R.L.: En la escuela te enseñan la escala cromática como que si fuese una ciencia y lo que tenés que hacer es estimular justamente lo opuesto, la libertad, la intuición, la cosa más suelta para que salga algo nuevo. Si aprendés la técnica nomás es buenísimo para ser dibujante técnico, para la arquitectura, pero no para el arte. Para ser dibujante se debe pensar sin reglas.

 
G.L.: ¿De tus personajes cuál es el favorito?

R.L.: Me gustan todos, pero me gustan esos personajes que me llevan un poquito a ese puente de la infancia, que son Enriqueta y su gato Fellini, y Martincito con su amigo imaginario Olga, porque examinan un poco mi infancia.  Pero no podría hacer sólo historietas de ellos, tengo todo ese batallón de personajes, y se siguen sumando, porque no tengo la creatividad que tuvo Quino de hacer 10 años un personaje y saber desarrollarlo, mi cerebro no me ha dejado… (risas), entonces desde que empecé hacer la historieta supe que no podría hacer eso y puse de título “Macanudo” y eso me abría todas las puertas al mismo tiempo.

 

G.L.: ¿Cómo es tu relación con tus personajes? ¿Cuál es ese con el que siempre discutes y cuál es ese que siempre te pide que lo publiques más?

R.L.:(risas…) bueno, Enriqueta y su gato Fellini son muy fáciles escribirlos, se me hacen muy fácil, es como un diálogo, los pongo al lado de una hamaca y algo me dicen, los pongo es un regadera bañándose y algo me dicen, los pongo en la cama yendo a dormir y algo me dicen. Cuando un personaje me cuesta, cuando ya no se qué hacer, no lo dibujo, nunca fuerzo a los personajes, hay muchos personajes que les encanta al público pero para mí ya hice todo lo que pude con ese personaje, entonces estar forzando, repitiendo ideas sólo porque el personaje gusta, no me sale…

 

G.L.: ¿Con qué personaje te ha pasado que no has podido dibujarlo más?

R.L.: Hay uno que se llama Oliverio, la aceituna, que es una la aceituna que la vive pasando muy mal, y ya la puse en todas la situaciones de aceitunas que hay, la puse en una empanada, la puse en una pizza, en un Martini de James Bond… y luego se me acabó en dónde más podía poner a una aceituna y entonces seguir forzando a un personaje sólo porque a la gente le gusta me parece falso, y cuando es falso desaparece.

 

Oliverio la aceituna

 

G.L.: ¿Cuál es tu comic preferido?

R.L.: Pfff… hay un montón, siempre menciono que yo empecé a leer historietas desde Mafalda. Y es que me parece que lo que tiene Quino y muchos músicos, escritores, que es con lo que uno realmente se maravilla es que, lo que hacen es como para hacerte mejor persona.  Hace poco lo puse en una historieta “Hay unos libros que te hacen más culto y hay otros que te hacen mejor persona” y Quino tiene eso, Jonh Lenon, Picasso tiene eso también, son tipos que han hecho una obra de arte con sus mensajes, uno ve hasta por reacción o por escribir algo con más limpieza y humanidad, te hacen aspirar ser un poquito mejor.

 

G.L.: Antes las caricaturas tenían un target específico pero hoy en día hay un gran auge de este estilo de arte y la gente se siente muy identificada ¿qué piensas de esta nueva tendencia?

R.L.: Sí, y es que está más abierta, cuando yo era chico las caricaturas eran sólo para los varones, Tin Tin, Asterix, La Mujer Maravilla casi que no la leían las mujeres, y ahora por ejemplo entraron a dibujar historietas mujeres y son maravillosas, mujeres como Marjane Satrapi hizo Persépolis.

Nosotros en Argentina publicamos en La Editorial Común y allí publica una chica que se llama Power Paola, nació en Ecuador, vivió en Colombia y ahora en Buenos Aires, ella es genial, es una historieta autobiográfica. La manera en cómo las mujeres miran al mundo, es muy diferencia a la de los hombres, la manera de narrar, contar y de observar. Entonces todo el auge de que hayan entrado mujeres a dibujar historietas me parece maravilloso, que los dibujantes se hayan dado cuenta que pueden ir mas allá de la aventura y la ciencia ficción es maravilloso porque ahora los historietistas tratan las historietas de la misma manera que los escritores tratan a la literatura.

Antes no podías hacer una historieta sobre el Holocausto y apareció Spiegelman con Maus, el ratón y a partir de allí si vale todo.

 

G.L.: Con estas presentaciones con Kevin Johansen ¿Cuál de tus personajes has notado que es el más musical?

R.L.: (…risas) he hecho varios personajes pero como anónimos tocando algún instrumento en Macanudo, yo no puedo ni se tocar un instrumento pero puedo dibujar a un tipo que sepa tocar uno y como músico frustrado que soy, cada tanto dibujo a alguien tocando la guitarra MUY bien… (risas)

 Liniers1

G.L.: Liniers no toma café pero sí toma mate ¿qué ingrediente debe llevar un «mate a lo Liniers»?

R.L.: Bueno así como es su Guayoyo para mí es el matecito de la mañana, pero soy muy clásico no le agrego nada, hay muchos que le ponen azúcar, otros le ponen jugo de naranja, otros lo toman frío, yo soy muy clásico. Agua caliente, mate y listo.

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Guayoyo en Letras