ENTREVISTA A HÉCTOR TORRES: «YO CREO QUE CARACAS SIEMPRE HA MORDIDO» POR ANDRÉS ABREU

Por Andrés Abreu

 

Las principales ciudades del mundo se identifican por tener mucho movimiento y vida. Muestra de ello son Nueva York, Madrid, México DF y, por supuesto, nuestra querida y al mismo tiempo odiada Caracas.

 

Este año se publicó un libro que recoge 30 crónicas que ayudan a conocer Caracas de la mano de sus protagonistas, “Caracas Muerde” logra adentrarse en las entrañas de una ciudad catalogada como una de las más peligrosas del mundo pero que al mismo tiempo es amada por sus habitantes.

 

Su autor, Héctor Torres, concedió a Guayoyo en Letras la última entrevista acerca de su obra. Conoce que nos dijo y descubre si realmente Caracas Muerde.

 

Hector Torres 1Guayoyo en Letras: ¿De dónde surge la idea de hacer un libro de crónicas acerca de Caracas?

Héctor Torres: El origen de “Caracas Muerde” es mestizo. En sus inicios yo tenía un blog hace seis años o quizás más que se llamaba Ficción Caracas. Como yo pateo mucho la ciudad escribía ahí pequeños posts que eran inicialmente sobre impresiones de Caracas, ahí ya había algunas ideas para escribir un libro sobre Caracas aunque nunca pensé que fuera un libro.

 

Luego en el año 2010, Ángel Alayón me pidió que hiciera una columna para Prodavinci sobre Caracas, con el nombre de “Caracas desde la acera” entonces empecé a escribir una serie de textos que ya fueron más o menos marcando el estilo de “Caracas Muerde”. Bueno hicimos un trabajo de edición, nos sentábamos antes de la publicación de cada texto a discutir las cosas que él sugería y estuve más de un año trabajando ahí. Entonces se me ocurrió revisar toda esta serie de textos, agregar algunos nuevos y producir un libro con las 30 crónicas que más me gustaban para presentarlo a una Editorial que, en este caso, fue a PuntoCero quien lo recibió con mucho entusiasmo.

 

G.L.: ¿Quiénes son los protagonistas de estas treinta historias? ¿Cómo llegan a ti?

H.T.: Algunas de ellas son cosas que, yendo a pie por la ciudad, voy viendo; otras son cosas que me cuentan o que me contaron personas que me dicen “No sabes lo que me pasó la otra vez” o “Yo me acuerdo que en tal sitio una vez pasó tal cosa”. Cuando eran historias que sus expresiones eran muy fuertes me iban quedando y trataba de trabajarlas de forma tal de encontrar la condición humana más allá de la anécdota. Me interesaba muchísimo cuando iba a plasmar una historia buscar la condición humana sin prejuicios, sin juzgar; de hecho hay veces que el protagonista que cuenta la historia es, por ejemplo, un delincuente que tiene fiebre. A mí no me interesa tanto juzgar a nadie sino tratar de ver la ciudad desde sus ciudadanos, desde sus habitantes independientemente del rol que les tocó jugar.

 

G.L.: No son sólo anécdotas simples sino que están bastante alimentadas de muchos puntos de vista. La misma historia puede estar contada desde muchas caras.

H.T.: Es así, y sobretodo conectando esa anécdota con referentes culturales de nuestros tiempos: El cine, la música, otros libros. Un poco para ver que lo que pasa en Caracas ha sido tema de inspiración para mucha gente alrededor del mundo.

 

G.L.: “Caracas Muerde” puede considerarse una herramienta para conocer cómo se vive día a día en Caracas, ¿Lo consideras tú, una herramienta o un desahogo de la vida cotidiana?

H.T.: Inicialmente esos textos al escribirlos hacían una especie de catarsis; eran mis miedos, mis temores, mis paranoias, eran mis obsesiones sobre la ciudad pero también de otra forma el hecho de que yo plasmara en esas historias mis obsesiones, mis miedos y mis angustias sobre la ciudad que de alguna forma servían para ver la contracara de estas angustias porque todo hecho oscuro tiene su contracara, una lectura que es la lectura optimista.

 

Entonces allí yo plasmo una lectura de angustias pero también porque estoy buscando una Caracas donde se pueda sobrevivir mientras llegamos a un momento mejor de la existencia de nuestra ciudad. Yo vivo anhelando una Caracas que más bien es amable, me gusta caminar mucho pero transito calles laterales, me gustan las calles solitarias, trato de usar el metro en una hora que no sea la pico. Es decir, trato de hacer una ciudad más amable porque sé que puede ser muy ruda.

 

Hector Torres1G.L.: ¿Cuál es el mensaje que deja “Caracas Muerde” o la lección que quiere dar el libro?

H.T.: No hay intención alguna de dar lecciones, de hecho uno de mis postulados es que no pretendo dar lecciones de vida; el deber ético del escritor es escribir las historias con tal credibilidad que ellas mismas hablen por si solas, que sea el lector el que tome partido pero mi deber no es dejar consejos ni moralejas porque no soy quien para hacerlo. Creo que solamente trato ese punto de vista sobre la ciudad y que cada lector juzgue y saque conclusiones.

 

G.L.: Para ti, históricamente, ¿Cuándo empezó a morder Caracas?

H.T.: Yo creo que Caracas siempre ha mordido, lo que pasa es que nuestra ciudad se quitó un poco la careta de una modernidad que no era tal, de una sofisticación que no era tal. Es decir, los medios de comunicación, las vallas publicitarias quisieron reducir el foco a algunas cosas que, si las veías bien, no existían. Estos edificios de El Rosal que se ven tan bonitos pero que nunca funcionan los ascensores, que se mete cualquiera y roba igualmente, que el vigilante es un señor malhablado, etc.

 

Entonces te das cuenta que esto es una carcasa de modernidad muy pretenciosa pero que realmente ocultaba lo que si era. No es que esta ciudad ahora esté terriblemente mal, sino que ahora está siendo franca en su deterioro que llevaba por dentro y, de alguna manera, eso es bueno porque la insurgencia en la enfermedad ya es un paso previo a curarse.

 

G.L.: ¿Crees que Caracas dejará de morder algún día? ¿Qué crees que haga falta para que esto suceda?

H.T.: Todas las ciudades mejoran, yo recuerdo que Federico Vegas tiene una frase maravillosa que dice “las ciudades no son, las ciudades están siendo” Caracas está siendo muy masculina, con mucha testosterona, muy caótica, muy derruida pero siempre tiene salvación. Las ciudades más que un espacio geográfico son un espacio espiritual, Caracas es el asiento de la vida, las rabias, los sueños y las ilusiones de cuatro millones de personas y todas esas personas no puedes sacarlas de aquí y ponerlas 500 kilómetros más allá porque no sería posible, ya no sería Caracas. Esas cuatro millones de personas tarde o temprano van a necesitar que esto cambie, yo no sé si yo veré una Caracas más sana.

 

La Roma imperial era terrible, la París de 1800 era terrible, Medellín era terrible, Nueva York era terrible en los 70 y 80, Chicago igual en los años 20. Y no dijeron “esto se acabó hay que bajar la Santamaría”, no, se recuperaron y hoy en día son ciudades magníficas que encontraron su cura y más bien aprenden del dolor.

 


G.L.: ¿Tú crees que estas historias son muy particulares de Caracas o pueden repetirse en otros lados del país?

H.T.: Te respondo con una anécdota que me contó el editor, Ulises Milla, el libro formaba parte del stand de Ediciones PuntoCero en la feria del libro de Valencia, el editor le preguntó al encargado ya que le parecía raro ya que era un libro muy enfocado en una ciudad, y la respuesta del encargado fue “Ulises, Caracas muerde, Valencia muerde, toda Venezuela muerde”. Yo creo que toda Venezuela está así pero yo no podía escribir un libro sobre Venezuela porque yo no salgo de Caracas casi nunca, me parecía más honesto que mis historias pasaran aquí pero está pasando en Valencia, en Maracaibo, en Ciudad Guayana, en Barquisimeto, en todo el país.

 

G.L.: ¿De qué forma puede el caraqueño darse, tal y como se titula una de las anécdotas, una necesaria y merecida tregua de la ciudad? ¿O es algo que llega por si solo?

H.T.: Yo creo que todos podemos hacer algo. De alguna manera reducir el miedo y la violencia redunda en ir al encuentro de la ciudad, cuando vamos al encuentro del otro y entendemos que el otro somos nosotros mismos nos va a parecer monstruoso en algún momento porque las ciudades evolucionan. Hoy en día hay un escándalo en Facebook porque alguien bota un perrito; hace veinte años la gente lo veía normal, o el maltrato infantil es muy mal visto en estos tiempos, las corridas de toros que hace 30 años no eran de gran importancia para las personas y hoy por hoy son un escándalo. Entonces quizás en 30 años tocar corneta habiendo peatones en frente va a ser una cosa terriblemente mal vista, o montar un carro sobre la acera va a ser una cosa terriblemente mal vista y va a ser algo monstruoso. La misma ciudad, con la iniciativa de cada ciudadano, va cambiando sus valores, sus visiones de lo bueno y lo malo.

 

Pero todos contribuimos con la violencia; el que compra un arma supuestamente para defenderse está contribuyendo con la violencia, el que monta el carro en la acera, el que se pasa los semáforos cuando no le toca… Es decir, todos sin darnos cuenta estamos haciendo algo para que esta ciudad esté así, entonces todos vamos a hacer algo para que no esté así.

 

Hector Torres 4G.L.: ¿Cómo ha sido el feedback de la gente que ha comprado y que ha leído el libro?

H.T.: Usualmente es bastante bueno. Hay un libro para cada lector entonces cuando la gente está muy llena de paranoia le parece terrible, hay gente que me ha dicho “Estoy leyendo una crónica por día y lo pienso para seguir con la otra porque me tienes angustiada” otra gente me dice “Me lo leí en dos días, está maravilloso” hay gente que dice que es optimista, otros dicen que es profundo, algunos que es profundamente optimista. Que esté por su segunda edición y perfile muy bien para una tercera habla muy bien de la receptividad del libro.

 

G.L.: En el libro se pueden encontrar crónicas muy álgidas y otras mucho más ligeras, ¿intestaste combinar ambos tipos de historias…?

H.T.: Si, como caminar por la ciudad. Puede haber un motorizado que te lleva por delante y a la cuadra siguiente una chica bonita, unos niños jugando que te enternecen o una bandada de pájaros volando. La ciudad es así.

 

G.L.: Además del libro, es necesario hablar del Twitter (@CaracasMuerde). ¿Cuál es el cometido de crear una cuenta de Twitter a un libro?

H.T.: Inicialmente era una manera de difundir información literaria y parte del material, le abrimos su perfil en Twitter, su cuenta en Facebook y tiene dominio propio. Se creó para difundir notas y entrevistas sobre el libro pero después me di cuenta que es una forma de promocionar el libro pero hablando sobre Caracas, es decir, una extensión del libro. Sirve para hablar sobre cómo amanece la ciudad, el caos, la cola, el cielo de Caracas para que el lector siga leyendo “Caracas Muerde” en los tweets.

 

G.L.: ¿Has pensado en llevar  “Caracas Muerde” a algo más que un libro? Quizás una campaña contra la violencia por ejemplo.

H.T.: En el Twitter he descubierto que mucha gente publica cosas como “Definitivamente Caracas muerde” sin tener noción de que el libro existe y cuando la cuenta lo retuitea se dan cuenta que lo habían escuchado en alguna parte o descubren que es un libro. Entonces esa expresión termina siendo algo como una campaña. La idea del Twitter era seguir divirtiéndome con “Caracas Muerde” de una forma discreta y menos invasiva que otro tipo de promoción.

 

G.L.: Hace poco el libro llegó a Montevideo, Uruguay. ¿Cómo crees que pueda tomar un extranjero un libro acerca de Caracas?

H.T.: Tengo mucha curiosidad, Montevideo es una ciudad opuesta a la nuestra; es una ciudad pequeña, su población es mayoritariamente adulta, una ciudad muy reposada, perfecta para no trabajar más y vivir en paz. A diferencia de Caracas que no es para hombres viejos.

 

Quizás el uruguayo no sea el indicado para la crónica pero si quizá para el sentido literario, por la tradición en la materia. Posiblemente Bogotá, Buenos Aires podrían sentir más esas historias, es cuestión de azar.

 

G.L.: ¿Por qué crees que a pesar de todas las mordidas que da Caracas, los caraqueños seguimos amando tanto nuestra ciudad?

H.T.: Yo creo que no hay manera de no hacerlo, creo que termina siendo parte natural del ser humano. Hay una escena del niño que la mamá le da una pescozada y él se aferra a ella porque es lo único que tiene; es perfecta para describir Caracas, que nos puedes dar una pescozada pero nos aferramos a ella. Tú la quieres y ni siquiera te preguntas por qué lo haces, tú no te preguntas por qué quieres a tu papá o a tu mamá aunque a veces no los soportas y así pasa con las ciudades. Hay algo que no termino de entender, no sé si es antropológico o si es natural, pero lo hacemos sin saber por qué.

 

Café caraqueño con… Héctor Torres

 

Hector Torres 3G.L.: Lo mejor de Caracas…

H.T.: Tristemente lo mejor de Caracas es lo que no hemos hecho: su clima, su cielo azul… lo que no hemos hecho es lo que la hace más bella.

 

G.L.: Lo peor de Caracas…

H.T.: Que el caraqueño no entiende la ciudad como parte extensiva de su casa.

 

G.L.: El mejor lugar para un café en Caracas…

H.T.: Yo juraría que el mejor café de Caracas lo he probado en el Centro Plaza. No hay demasiadas terrazas amables en Caracas para disfrutar un café.

 

G.L.: Una canción que describa a Caracas…

H.T.: La canción más hermosa que de alguna manera describe el espíritu de Caracas es “Por estas calles” en ese pasaje de Por eso cuídate de las esquinas, no te distraigas cuando caminas, que pa’ cuidarte yo solo tengo esta vida mía. Eso es lo que sentimos todos con nuestros seres queridos, yo no te voy a cuidar de un policía matraquero, de que un motorizado se te atraviese así que trata de cuidarte porque no me alcanza la vida para protegerte de todos los peligros. Yo creo que esa es la frase más bella que le puedes decir a un ser querido en una ciudad como esta.

 

G.L.: Un libro que describa Caracas, además de “Caracas Muerde”…

H.T.: Me resulta muy difícil escoger uno. Hay muchos libros que han dado claves de momentos de Caracas, de la Caracas de los últimos años hay dos libros que me han llamado mucho porque de alguna manera enfocan cosas que son muy importantes que son “Valle zamuro” que explica que siempre nos odiamos pero que en el 89 estalló el odio, nos quitamos la careta. Otro que me parece maravilloso para ver que Caracas no es lo que recordamos, esa ruptura cuando uno se va y regresa es “Liubliana” me pareció fantástico.

 

G.L.: Una característica que identifique al caraqueño…

H.T.: Yo creo que una palabra que identifique al caraqueño sería “pantallero”, queremos aparentar siempre lo que no somos.

 

G.L.: En una palabra, Caracas es…

H.T.: Bipolar. 

 

 

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Guayoyo en Letras