¿NACEN O SE HACEN?

Por Julián Fejure

 

Definitivamente no entiendo la actitud de personas que se dicen a sí mismas Open Mind por aceptar situaciones diferentes a lo normal, sin embargo si un hijo o hija les dice que es homosexual se alteran en dimensiones inmedibles en algunos casos. Soy el Profesor T y he estado buscando durante años la respuesta a una gran pregunta que llena al mundo de dudas: “¨: ¿Una persona nace o se convierte en homosexual?”

 

Esta duda me llevó a empezar una gran búsqueda de testimonios e informaciones que me acercaran más a una respuesta en concreto puesto que a veces era tan confuso que sentía que daba vueltas alrededor de un círculo vicioso del cual no podía salir. Decidí emprenderme en el maravilloso mundo del arcoíris para conocer el origen de esta raza que no es nueva, siempre nos ha acompañado y debemos irlo aceptando poco a poco.

 

Según antecedentes, los homosexuales empezaron a resonar en la Antigua Grecia, una gran civilización en donde importantes personajes como el dramaturgo Heródoto, el filósofo Platón, Ateneo, Jenofonte, Aquiles y muchos otros demostraron acercamiento a la pederastia, una palabra que en ésa época encerraba el erotismo entre un hombre mayor por otro un poco más joven, incluso la gran poetisa Safo describió amores entre mujeres. Sin duda alguna una sociedad de la que debemos aprender mucho para construir la nuestra con mayor tolerancia, respeto y diversidad. Una sociedad con espacios para todos por igual.

 

A pesar de leer muchas referencias de la homosexualidad ningún texto hablaba del origen de ésta ¿Cómo ciertas personas sabían que eran homosexuales? Me abroché los pantalones y emprendí un viaje hacia el corazón de ellas para ver que podía conseguir.

 

La primera persona que me conseguí fue a M, un joven de mediana estatura y que confiaba sus secretos más íntimos a un cigarro que parecía no salir nunca de su boca. M era un chico de pocas palabras, de esos que se llaman a sí mismos precisos y concisos.  Me comentó que comenzó a sentir que es gay desde los 11 años puesto que su atracción hacia personas de su misma edad se hizo más grande. Su familia no conoce su preferencia sexual sin embargo aun así le muestran respeto y admiración. M afirma sentirse hombre a pesar de su homosexualidad y disfruta estar al lado de la persona que le gusta sin importar que sea otro hombre puesto que es su decisión y nadie más tiene derecho a opinar en su vida. Me contó que ha leído que un 25% de los hombres jóvenes admiten haber tenido una relación homosexual cosa que me permitió pensar en la importancia de la educación sexual en países como Venezuela y también en la orientación de padres y familiares respecto a la sexualidad de sus hijos, la importancia de la comunicación en el núcleo familiar, cosa que con el tiempo se ha perdido y debemos rescatar. M siente que su homosexualidad proviene de sus propias experiencias de vida.

 

Por otro lado W, un moreno de mirada profunda y una energía contagiosa dice que se hizo gay a los 16 años y que sus padres no saben nada al respecto puesto que aún no considera que es el momento correcto para hablarlo con ellos, se siente normal teniendo su condición sexual en secreto porque cada quien es libre de vivir su vida a su manera. Considera que la homofobia  es una cosa absurda  porque las personas se reprimen y se frustran sin ninguna necesidad puesto que esto es más normal cada día. Me comentó que cuando le gusta estar con alguien siente lo mismo que sentiría un heterosexual y que en algunas ocasiones si le gustaría travestirse porque no lo ve como algo malo o bueno. No le gusta condicionar.

 

G un gran amigo mío desde hace años se enteró de mi investigación y me citó para vernos, me sorprendió su llamada pero accedí a compartir con él una taza de café. Me comentó que desde los 5 o 6 años ha sentido una atracción por los hombres y que no existe ningún tipo de influencia  externa que modificara su conducta como para decir que algo lo hizo ser así. Jamás se ha sentido mujer ni le han dado ganas de travestirse porque él nació gay  pero a lo largo  de su vida tuvo infinitas dudas producto de la cultura que se vive ya que creció escuchando que ser homosexual o que te gusten personas del mismo sexo es inapropiado, sin embargo su inclinación  por los chicos predominó.

 

Me confesó que jamás ha tenido novias y no ha hablado respecto a su homosexualidad con su familia pero que sin embargo  es evidente que existen interrogantes y se las han hecho saber. En ese momento estaba tan sorprendido de la claridad y fuerza de sus palabras que simplemente me quede sentado disfrutando ese momento mágico en donde este Licenciado en Idiomas se transformaba en un gran cronista de una historia tan clara como las aguas de un río.

 

G no siente que lleve doble vida  porque fue por esta razón que decidió vivir solo y darse la libertad  que no puede conseguir al lado de sus padres puesto que  este tipo de noticias impacta a muchos en el siglo XXI y prefiere alcanzar muchas metas primero y restarle importancia a hechos secundarios. Decidí felicitarlo por su valentía en contarme su historia y por su sinceridad. Cómo sé que es muy religioso me atreví a preguntarle que pensaba de la religión y su condición sexual a lo que me respondió lo siguiente:

 

“La verdad es que si el cielo existe no importa nuestra sexualidad porque Dios acepta a los homosexuales, por eso nos permite en su creación. Basta con hacer el bien porque es lo que se necesita para luego de la muerte vivir por siempre.”

 

Quedé en shock al escuchar esa respuesta pero estuve de acuerdo con su pensamiento por ser sensato y fundamentado en una idea clara que la misma iglesia católica como máxima religión ha difundido a través de los años y en el mundo entero: Todos somos hijos de Dios.

 

G quiere tener hijos y está seguro  de eso, piensa que la mala fama en cuanto al tema de la promiscuidad se debe a la misma comunidad GLBT pero también a que no existe ninguna institución en el país que eduque respecto al tema homosexual y al sexo en general. Afirma que tanto la heterosexualidad como la homosexualidad tienen su parte sucia.

 

Luego de esta entrevista me reuní con MR y L, otros dos chicos homosexuales que han tenido sus propias experiencias de vida y donde el primero afirma que se hizo gay y el segundo nació siéndolo. Ambos desean tener hijos y están claros en cómo educarlos para que la sociedad no los discrimine por tener una familia homo o porque estos pequeños tengan los comportamientos de sus 2 papás o mamás.

 

L comento algo bastante cierto y es el tema de la discriminación puesto que todos sin distinción discriminamos amigos, trabajos, carros, casas e incluso hasta prendas de vestir y es un concepto con el que debemos aprender a vivir.

 

Un punto especial que me llamo mucho la atención en este tipo de personas es su gran cercanía con Dios y sus creencias, un Dios que ve a todos por igual y que sin discriminación bendice, protege y guía los pasos de cada persona homosexual. Un Dios que bendice su unión y su crecimiento personal. Algo que deben tomar en cuenta los distintos sistemas religiosos del mundo.

 

Después de escuchar cada uno de estos testimonios completos en mi grabador la pregunta aún seguía sin respuesta por lo que busqué más información que me orientara al respecto.

 

Después de intensos días de búsqueda a través del internet y de llamadas fallidas a centros de genética para saber la verdad de la existencia de un gen gay o no, para comparar testimonios de expertos que afirman que no existe ningún gen homosexual y que estos comportamientos se deben a influencias sociales y ambientales, para pedir más información de porque hermanos gemelos pueden nacer siendo uno hetero y otro homosexual, que tan cierto es que entre la población general la posibilidad de que alguien sea gay es del 5%, teniendo un hermano homosexual las posibilidades suben hasta el 25%, y si este hermano es gemelo llegan al 50%.

 

Se habla de un componente genético en la homosexualidad que puede activarse o desactivarse durante el embarazo a través de un proceso conocido como la epigenética en donde las hormonas que se segregan durante la gestación son las responsables de esa diferenciación con otros bebés por lo que sus funcionamientos son totalmente diferentes pero esta información no pude corroborarla por lo que mis queridos lectores seguiremos manteniendo misterios en nuestro planeta, tenemos que aprender a vivir con ellos y a educarnos para ser mejores seres humanos, mejores dentro de una sociedad pluricultural en donde se respeten la diversidad de personas que más que diferenciarse unas con otras vivencian experiencias y momentos iguales a los denominados “seres normales”.

 

Definitivamente el núcleo de la vida es asexual y nos lleva desde el mismo punto de partida hasta el mismo punto final sin distinción alguna. El Evangelio de Jesucristo no tiene género.

 

AMA LA VIDA, AMA A QUIENES TE RODEAN, AMA SIN PREJUICIOS…