¿DÓNDE ENCUENTRO MI PAZ?
Por Carla Acebey de Sánchez
¿Necesitamos que otros o nuestro país estén en ciertas condiciones para tener la tan anhelada paz o es más bien una decisión personal?
Desde niños oímos frases como: “¡no me hagas molestar!”, “te quiero si haces las tareas”, “soy feliz cuando ayudas a tu hermanit@”. Si bien era la mejor forma como nuestros padres pudieron educarnos, falsamente nos hicieron concluir que los demás tienen el poder de hacernos sentir de determinada manera. Así hemos aprendido a condicionar nuestro amor (depende si hacen lo que queremos, lo cual significa que estaremos en paz) y a sentirnos presos pues necesitamos de ciertas acciones de otros para estar bien.
En mi consulta recibo una y otra vez a personas que han perdido su bienestar bien sea porque tienen conflictos de pareja o dificultades en alguna de sus distintas relaciones interpersonales. Creemos que tendremos paz o felicidad cuando nuestra pareja, hij@, jefe e incluso país se comporten como queremos.
Es un lamentable y común error creer que otr@ es la fuente de nuestra paz. Sin embargo, lo cierto es que -incluso si estas atravesando retos importantes en tu vida- tienes la posibilidad de sentir dentro de ti esa paz que anhelas. Ojalá este escrito te dé algunas luces y te permita sentirte mejor en cuanto a este tema.
Quisiera entonces a continuación hablar de algunas actitudes que pueden ayudarte a reencontrar tu paz.
Aceptación: Todos entendemos el significado de esta palabra, pero muy pocos la practicamos. La aceptación significa asentir lo que es. Puede ser que parezca un juego de palabras, así que intentaré ser más clara. Si en lugar de aceptar la realidad (lo que es) peleas con ella, te resistes, estas actuando en contra de tu paz. Cada vez que te peleas con lo que es, estas mal usando tu tiempo, emoción y energía en algo improductivo (porque ya es). Por ejemplo, si tu hijo salió mal en la escuela, si estas atravesando una situación difícil con tu pareja o no estás de acuerdo con el liderazgo de tu comunidad, el primer paso para cambiar lo que ocurre es aceptar que eso es una realidad, una que no te gusta, pero una realidad al fin y al cabo. Sin embargo, en general pasamos horas de nuestro día, consciente o inconscientemente, teniendo un diálogo interno que se resiste, critica y pelea con un hecho que forma parte de tu vida. Entonces, en este caso, te invito a tomar una respiración profunda, a repetir ¨acepto esto que me ocurre¨ varias veces hasta que puedas sentir que es así. Incluso es bueno decirlo en voz alta. Una vez que has aceptado la realidad, usa ese tiempo, emocionalidad y energía en buscar soluciones, tal vez para conversar con tu hijo y establecer un plan de recuperación, buscar un espacio con tu pareja, etc. Puede ser que creas que no hay mucha diferencia, pero si la hay, cuando aceptas lo que es, tienes un abordaje más apropiado y una mejor actitud para intentar cambiar. Nunca te rindas en intentar construir la vida que quieres, pero hazlo desde tu paz.
Fe: Si bien este es un tema bastante delicado por las muchas interpretaciones que se le dan y por los puntos de vista de las religiones involucrados, creo que es una actitud importantísima para el tema que abordamos. Creo que es muy difícil tener paz si no te acercas a la fe. Para mí, tener fe significa confiar en que aunque me sienta perdida, aunque no entienda algunas cosas, aunque no esté a gusto con lo que veo SE que hay algo/alguien más grande que yo, más sabia que yo, que mueve los hilos de todos nosotros y CONFÍO en que llegaré, llegaremos a buen puerto. En mi caso, he hecho prácticas que me acercan a la fe y eso me ha permitido experimentar, sentir, que no estoy sol@, que estoy acunada en los brazos de ese SER y que cuento con protección y cobijo incluso en la incertidumbre. Ojalá tu encuentres tu propio camino para acercarte a la fe.
Vivir en el presente: Si te hicieras consciente de tus pensamientos y luego de las emociones que son consecuencia de esos pensamientos, te darías cuenta que la mayoría del tiempo estas lamentando o criticando algún evento de tu pasado o estás preocupad@ por lo que viene. Todo esto te aleja de la realidad y a veces evita que veas lo bueno que te rodea hoy y que esencialmente en este instante, estas bien. Un cielo claro, una mirada que se conecta contigo, una expresión de afecto de un ser querido todo esto puede ocurrir en el momento presente para reconectarte contigo, con tu paz. Sin embargo, estamos tan distraídos con el pasado o el futuro que no apreciamos nada de esto. Mientras lees estas líneas, nuevamente respira profundo, siente tu cuerpo, agradece lo que tienes, tu salud por ejemplo, tu familia, amigos, trabajo. En este maravilloso momento presente, tu estas bien.
Hay muchas otras más actitudes que puedes desarrollar para encontrar tu paz, pero practicando estas que mencioné ya habrás avanzado un buen pedazo. En definitiva, es valioso que entiendas que eres dueñ@ de tu vida y de tu paz. Así que si quieres lograrla, fortalecerla, ten disciplina y valor para cambiar e incorporar en ti estas actitudes. Jesús dijo ¨mi paz les dejo, mi paz les doy¨. Yo deseo que…¡¡¡la paz esté contigo!!!
Carla Acebey de Sánchez
Terapeuta, Coach de Autoestima, conferencista internacional
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