UNA VERDADERA PATRIA SEGURA. POR ANDRÉS ABREU

Por Andrés Abreu

 

Artículo 332 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela: « (…) Los órganos de seguridad ciudadana son de carácter civil y respetarán la dignidad y los derechos humanos, sin discriminación alguna (…) »

 

Hace algunos días el presidente Nicolás Maduro anunció el inicio del Plan Patria Segura en la ciudad capital, plan que se lleva a cabo, según el mismo afirmó en una «unión cívico-militar» en la cual se desplegarán al menos tres milhombres que se encargarían temporalmente de la seguridad hasta que egrese de la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES) una promoción de policías que serán quienes tomen las riendas para luchar contra la inseguridad reinante en el país.

 

¿Es esto legal? Según el artículo 332 citado antes, los cuerpos de seguridad ciudadana son de carácter civil, es decir, la fuerza militar no es la indicada ni la llamada constitucionalmente a cumplir tareas de seguridad ciudadana. Además, la historia nos dice que la fuerza armada no es la indicada para el respeto a los derechos humanos. La Guardia Nacional, por ejemplo, tiene entre sus funciones « Ejercer, en coordinación con la autoridad civil correspondiente, el control de los medios y recursos para su empleo en los casos de estado de excepción o cuando sea necesario, en interés de la seguridad y defensa de la nación, de conformidad con la Constitución y las leyes ». Es decir, debe coordinar con quien sea la autoridad civil del lugar para ejercer funciones de administración de recursos, en ningún momento se establece la posibilidad de que este órgano ejerza funciones de policía o guardia civil.

 

Pero, ¿Ha dado resultados este nuevo plan? Según el ministro de interior y justicia, Miguel Rodríguez Torres, el índice de homicidios se ha reducido en67% en los estados abordados por dicho plan. Sin embargo, de manera extraoficial se conoce que más de 190 cadáveres han ingresado a la morgue de Bello Monte en el mes de mayo.

 

Por su parte, los gobernadores Henri Falcón y Henrique Capriles, de Lara y Miranda respectivamente  mostraron su apoyo a este plan aportando las fuerzas policiales de ambos estados porque, según afirmo Capriles, «la delincuencia no mira carnet político».

 

Otro plan de seguridad

Veinte planes de seguridad fueron los llevados a cabo por el ex presidente Chávez. En el año 2000 inició el Plan de Seguridad Ciudadana, en 2001 el Plan Confianza, siendo el primero que involucraba a la Guardia Nacional.

Un año después, en 2002, se ejecutó el Plan de Coordinación Policial y Control de Vigilantes Privados y el Plan Desarme Nacional. En 2004 se anunció un nuevo Plan de Seguridad Ciudadana Integral, un Plan Estratégico de Seguridad Ciudadana, “Misión Caracas”, un plan contra ladrones de vehículos, seguido del plan “Hombre nuevo” que vio luz en el año 2007.

 

En 2012 se lanza el plan número 19, la Misión Seguridad que se transformó en la Gran Misión a Toda Vida Venezuela, plan número veinte.

 

Desde el año 2000, los niveles de inseguridad se han incrementado vertiginosamente, hasta el punto de que un 39% de las personas en 2010 consideraba que podía tomar justicia por su propia mano lo que ha traído consigo gran cantidad de homicidios que han afectado hasta a los cuerpos de seguridad policial.

 

Plan Seguridad para Todos

Henrique Capriles en su programa de gobierno incluyó un amplio plan de seguridad que fue promocionado en su momento por el partido Voluntad Popular. Este plan de basaba en cuatro grandes vértices: Prevención, sistema policial, sistema judicial y sistema carcelario.

 

La prevención es un punto medular para eliminar la violencia. Son muchas las causas por las cuales los jóvenes venezolanos entran al mundo de la delincuencia, por ello es necesario atacar el problema de raíz; si existe una prevención efectiva hoy, no tendremos delincuencia el día de mañana.

 

Otro de los grandes problemas es la corrupción policial, lo que se conoce coloquialmente como “el matraqueo”. Hoy en día, los venezolanos no confían en los cuerpos policiales, muchos de los cuales no están capacitados de la mejor manera para ejercer la profesión. El punto de la preparación se ha venido solventando con la creación de la UNES, que capacita jóvenes para ejercer la profesión policial y combatir la violencia.

 

El sistema judicial venezolano está marcado por el retardo procesal. En este plan se establece el aumento de funcionarios públicos como jueces y fiscales para la resolución efectiva y eficiente de casos, además también tenía como punto el ataque a la corrupción dentro de nuestro sistema judicial, siendo implacables con esto.

 

El cuarto vértice es el sistema carcelario. El índice de homicidios dentro de las cárceles venezolanas es 22 veces más alto que en nuestras calles, demostrando que la gestión del actual Ministerio para el Sistema Penitenciario ha fracasado.  La propuesta para esta área era de dignificación de las cárceles, clasificando los delincuentes en cárceles de mínima, media y máxima seguridad, además de centros que apoyen a los ex presidiarios en la reinserción social luego de cumplir sus penas.

 

¿Sacamos la FANB o combatimos el crimen?

Con todos estos elementos podemos concluir algo: No es un problema de una sola solución, es un problema que debe atacarse en cada una de sus etapas; desde el inicio de la delincuencia hasta el sistema carcelario que hoy en día no funciona correctamente.

 

Entonces, ¿sacando a la Fuerza Armada a la calle solucionamos todo? Lamentablemente no es tan fácil como parece. Utilizar a la Fuerza Armada en conjunto con la policía puede funcionar a corto plazo, es decir, en el tiempo estipulado para el plan Patria Segura, un tiempo de seis meses. Seis meses en los cuales se puede sentir un ambiente de seguridad pero que puede estar provocado por la presión que genera la imagen represiva de los efectivos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana en nuestras calles, no es un plan humano, no es un plan en el marco del artículo 332.

 

¿Qué pasa con la UNES?

Hace algún tiempo, en el marco de la Misión Alma Mater, se crea la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad con el objetivo de formar a los futuros funcionarios encargados de velar por la seguridad de todos los venezolanos.

 

La UNES sigue el ideal de un nuevo modelo policial, basado en los programas nacionales de formación establecidos por el Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria (MPPEU), rompiendo esquemas tradicionales al fomentar la participación ciudadana, promoviendo los valores de solidaridad, cooperación, igualdad, justicia y compromiso con la liberación del ser humano y la erradicación de todas las formas de opresión, explotación y exclusión.

 

Por otra parte, en este punto es necesario mencionar el comentario que hace Mario Silva en el famoso audio publicado hace algunos días en cuanto a la UNES. Según el conductor de La Hojilla la rectora de esta universidad, Soraya El Achkar, está altamente relacionada con ONGs que, para Silva, guardan estrecha relación con la derecha. De hecho, establece que la Policía Nacional Bolivariana está siendo llevada bajo un mensaje institucional cuando debe seguir los ideales bolivarianos y revolucionarios. Además, afirma que este cuerpo policial recibe instrucciones de la derecha al estar formado por lo que fue la Policía Metropolitana.

 

¿Por qué un cuerpo policial debe plegarse a una gestión gubernamental? Un cuerpo policial como es la PNB debe estar al servicio de todos y cada uno de los venezolanos como lo que es, una institución que vela por la seguridad de todos, sin distinguir entre diferencias políticas porque la delincuencia nos ataca a todos por igual. Además el apoyo de las ONGs en situaciones como las que vivimos actualmente en el país es altamente necesario debido a que son organismos capacitados que pueden apoyar a los cuerpos venezolanos sin quedarse en ideologías políticas sino en valores institucionales como en los que se basa, según su portal web, la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad.

 

¿Qué pasará con el plan Patria Segura? No podemos saberlo hoy, cuando parece estar comenzando, los verdaderos resultados podrán apreciarse en al menos dos meses, y la verdadera lucha contra la violencia verá la luz en seis meses, cuando termine este plan y veamos si cumplió o no con los objetivos esperados o si simplemente “Por ahora, los objetivos que nos planteamos no fueron logrados”.

 

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