TENEMOS PATRIA PERO SIN EDUCACIÓN
Por Andrés Abreu.
Desde hace algunas semanas se ha venido produciendo en nuestro país una serie de protestas de un sector de la población que reclama algo bastante claro; se trata del sector universitario que exige mejoras salariales para los profesores y mejoras al presupuesto de las casas de estudio.
Luego de haberse unido a un paro indefinido convocado por la Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios de Venezuela (FAPUV), trece universidades públicas iniciaron lo que sería una de las protestas más grandes del sector universitario en los últimos tiempos. Su exigencia es sencilla; mejoras salariales y presupuestarias.
Huelgas de hambres, acciones de calle y una particular caminata de 400Km hasta Caracas son algunas de las protestas que han marcado estos días. Destacan en estas protestas profesores, un sacerdote y el diputado a la Asamblea Nacional William Dávila quienes se han unido a la huelga de hambre iniciada hace algunos días.
A finales del mes de mayo el ministro para la educación universitaria, Pedro Calzadilla, negó la existencia de una crisis universitaria al igual que lo hizo el presidente Nicolás Maduro quien afirmó recientemente que a los universitarios no les han faltado recursos, “habría que preguntar a los rectores qué han hecho con los recursos” dijo el mandatario venezolano en un “Diálogo bolivariano” en el Estado Mérida. Además también le dio carácter político al conflicto universitario. «La derecha gremial de las universidades ha tomado el camino del «saboteo» de las clases, unidos con la derecha estudiantil, que todavía le queda una fuercita».
Para nadie es un secreto que el sector universitario ha sido uno de los más perjudicados en los últimos tiempos, las faltas presupuestarias han obligado muchas veces a los profesores a bajar el nivel de exigencia a los estudiantes debido a la ausencia de materiales y herramientas que faciliten el estudio.
Todo esto puede verse reflejado en el QS ranking de universidades de Latinoamérica recientemente actualizado, en el cual la Universidad Central de Venezuela se encuentra en el puesto número 29 con 72.80 puntos, la Universidad Simón Bolívar en el puesto 34 con 68.70 puntos, la Universidad de Los Andes de Mérida en el puesto número 71 con 51.30 puntos (Todos los puntajes están reflejados sobre 100 puntos). Por su parte el top 5 de universidades latinoamericanas está ocupado por la Universidad de Sao Paulo, la Pontificia Universidad Católica de Chile, La Universidad Estadal de Campinas (Brasil), la Universidad de Los Andes de Colombia y la Universidad de Chile que ocupa el quinto puesto de la lista. ¿Por qué la primera universidad venezolana de la lista está en el puesto número 29 mientras que Brasil tiene dos universidades en el top 5?
En el ranking mundial el panorama es aún más triste; la Universidad de los Andes se encuentra más allá del número 600, la Universidad Simón Bolívar entre el 551 y el 600 al igual que la Universidad Central de Venezuela. Cabe destacar que este ranking toma en cuenta los siguientes aspectos: Reputación académica, reputación entre los empleados, investigaciones por facultad, cantidad de estudiantes internacionales, exposición académica internacional y número de estudiantes por facultad.
A ver, pero cómo está el mundo en materia de salarios a los profesores, cuando investigamos sobre esto nos encontramos con que en Etiopía, por ejemplo, un profesor titular gana $ 1.207 lo cual es una cantidad 23 veces mayor al ingreso promedio de los habitantes del país; en Canadá un profesor gana casi diez mil dólares mensuales, mientras que en la India el salario llega a los $7.433. En lo que respecta a Latinoamérica, Brasil es el primer país en cuanto a salarios a profesores se refiere con $5.000, le siguen Argentina y Colombia donde obtienen $4.000 y $4.500 respectivamente.
En Venezuela, el docente de mayor escalafón es el titular a dedicación exclusiva que tiene un sueldo de 7.232 Bolívares al mes, lo cual si lo calculamos en dólares (A 6,30 Bs por Dólar) nos da un equivalente a $1.147 lo cual es menos de la mitad de lo que reciben otros colegas latinoamericanos. Si calculamos este mismo sueldo utilizando el valor del dólar paralelo nos encontramos con que solo $300 son los que obtiene el profesor de mayor escalafón y dedicación del país. ¿Qué pasa con el resto del profesorado de menor escalafón? Muchos de sus salarios no alcanzan siquiera el sueldo mínimo, tal y como sucede en La Universidad del Zulia (LUZ) en donde al menos 30% de los profesores recibe mensualmente una cantidad menor al salario mínimo. La verdadera pregunta es, ¿Cómo sobreviven estos profesores que, en su mayoría, son padres y madres de familia?. Con todos estos datos podemos concluir, de manera muy simple, que efectivamente nos encontramos en una crisis que no es solo salarial sino también presupuestaria.
En la biblioteca de la Universidad Simón Bolívar, la revista más actualizada data de 2009, cuatro años han pasado y cientos de revistas han sido publicadas en ese tiempo; en esta misma universidad son cada vez más las computadoras que lucen su cartel de “Fuera de servicio”. El mismo panorama se repite en la Universidad Central de Venezuela y en todas las universidades públicas del país.
Recientemente, el presidente de FAPUCV, Victor Márquez desmintió que se haya suscrito un acuerdo salarial con el gobierno debido a que este se presento en términos no correspondientes al mismo, de igual forma destacó que las protestas seguirán hasta que se atienda a las necesidades de profesores y estudiantes. Por otro lado algunos profesores fueron citados por los tribunales como consecuencia a un amparo presentado por algunos estudiantes que contrarían el paro de las universidades. De igual forma la representación estudiantil de la Universidad Católica Andrés Bello emitió un comunicado en apoyo a las universidades públicas e hizo un llamado al presidente Nicolás Maduro a que entienda y vea la realidad de la crisis universitaria.
El problema de nuestras universidades va mucho más allá de una bandera política, no se trata de ser oficialista o de ser de oposición, no se trata de estar o no de acuerdo con la política de Estado. El problema universitario es algo que trasciende la frontera política y se refugia en la frontera social, se trata de la educación de quienes son el presente y el futuro de nuestro país.
Para el cierre de esta edición aún no se había llegado a un acuerdo con el gremio universitario y continúa el paro indefinido.
“Enseñen, y tendrán quien sepa, eduquen, y tendrán quien haga».
Simón Rodríguez
Imágenes cortesía de @CrisisUniVE y Rayma (El Universal)
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