ENTREVISTA: UN MEDIO, TRES GENERACIONES

Por Paola Méndez García

 

 

En un país detenido por el tiempo luego de diecisiete años de dictadura, de poco progreso y todavía al mando de Juan Vicente Gómez nace -el 23 de mayo de 1926- “Ayre”, la primera emisora en Venezuela. La programación era bastante limitada: se leían noticias de día y por las noches se escuchaba música de orquestas y uno que otro artista nacional. A pesar de esto, el novedoso invento logró captar la atención de los venezolanos y prácticamente todos los hogares contaban con una radio en su haber.

 

En Venezuela cada 6 de junio celebramos el Día de la Radiodifusión y es que ya han pasado 87 años desde que la misma revolucionó al país. Es por esto que a continuación, conoceremos un poquito de la vida profesional de tres generaciones que han consolidado y apuntado sus carreras en este popular medio.

 

 

El experto…

 

Iván Loscher2Comenzó desde muy pequeño, con solamente 14 años de edad, ya sabía a qué se dedicaría el resto de su vida. Iván Loscher, comenta que practicaba en la pensión donde vivía haciendo pequeños programas de radio en los que colocaba sus propios discos ya que, además, quería ser una suerte de DJ. Su primera oportunidad llegó de la mano de Radio Capital en el año 1968.

 

Loscher, simpático y amable, a continuación nos cuenta detalles de su experiencia profesional.

Guayoyo en Letras: Luego de más de cuarenta años trabajando en el mundo de la radiodifusión, ¿cuál cree usted que es la diferencia de la radio en aquella época a la radio actual?

Iván Loscher: La radio era mucho más libre en cuanto a la música. Era mucho más libre en cuanto a la irreverencia -por llamarlo de alguna manera-. Casi todos los que trabajábamos en Radio Capital, éramos tipos bastante irreverentes, había una mayor libertad en todo lo que decíamos. Podíamos colocar canciones de 12 minutos; temas absolutamente libres, temas de Pink Floyd, Led Zeppelin y Jimi Hendrix.

 

La música en ocasiones es muy mala, pero es una música internacional. Hoy en día los Estados Unidos, fundamentalmente, deciden todo lo que se va a oír en todas partes del mundo. Antes no era así, pero hoy hay una especie de “soundtrack universal”.

 

G.L.: ¿Cuál es el sello de Iván Loscher?

I.L.: Yo diría que cada quien tiene una voz particular. Hay un estilo específico que lo va señalando a uno en un momento determinado. Lo que siempre me dice la gente -me da pena decirlo- es que yo tengo la voz más linda (risas). Yo no sé si es verdad o es que a mucha gente le gusta, pero en todo caso ha sido lo que me ha traído el gran despliegue que yo tengo a nivel internacional.

 

G.L.: Lo bueno, bonito y feo de trabajar en radio es…

I.L.: Para mí no hay nada feo en radio, a menos que, la radio ponga la música que tú tienes que difundir. ¡Eso sí sería espantoso! Lo bonito es que pongo la música que quiero, hablo todo lo que se me ocurre, fundamentalmente cosas sensatas, como noticias de artistas. Lo bueno, y creo que es algo maravilloso, es que los programas de radio en Venezuela tienen mucho humor.

 

G.L: ¿Qué ha aprendido y de qué se ha arrepentido en estos años de carrera?

I.L.: No me arrepiento de absolutamente nada de lo que he hecho, yo siempre he hecho lo que he querido en radio.  En cuanto al aprendizaje, es permanente. O sea, lo que yo hacía hace muchos años, no tiene nada que ver a lo que hago ahora. Es distinto, es diferente la expresividad y la forma de hablar es mucho más rápida.

 

Mi productor tiene apenas veintiún años de edad y es el que te va llevando, te da las noticias, participa en parte de la música que vamos a poner, todo eso. En la medida que vas siendo más humilde con tu trabajo, vas aprendiendo más porque te nutres mucho de la gente joven.

 

G.L.: De la generación de relevo, ¿a quién admira?

I.L.: Yo diría que a David Rondón y a Iván Matta. Son los tipos más acertados en cuanto a radio. David, porque sabe muchísimo de música e Iván también sabe muchísimo de música, pero Iván es un tipo más abierto a otras consideraciones acerca de la vida.

 

G.L.: Así como la radio en sus inicios causó furor, actualmente las redes sociales son las que están dando de qué hablar. ¿Qué representan éstas para usted?

 

I.L.: Yo sé que representan mucho para mucha gente, pero yo no soy un tipo muy avenido a ninguna red social. El tiempo que tengo libre se lo dedico a mis hijos o a leer. Me parece mucho más importante leer que andar sujeto a Facebook o Twitter, yo no utilizo nada de eso.

 

G.L.: Es filósofo, escritor, locutor… ¿Le falta algo por hacer?

I.L.: ¡Ah no! (risas). La verdad, no sé. Me lo tiene que indicar alguien que sea mucho más joven que yo, pero yo no me voy a poner inventar hoy en día.

 

G.L: Finalmente, ¿qué recomienda a las nuevas generaciones que desean hacer radio?

I.L.: El consejo es ir muy al tanto de lo que se está haciendo en radio. Pasas un tiempo hasta que vas poco a poco aprendiendo todo. Fundamentalmente, debes ser constante.

 

 

El perseverante…

 

Polo Troconis2Comenzó en 1986 en la ciudad de Charallave en radio Armonía AM. Luego, en un horario bastante difícil, Caracas 750 le abrió sus puertas. Polo Troconis hacía la guardia de la madrugada (1am a 4am), justo después del programa de Alfredo Escalante, a quien confiesa admirar. Al tiempo, el circuito Unión Radio le dio la oportunidad de formar parte de La Mega Estación como locutor. Allí, además, pasó por diversos cargos comogerente de producción y gerente general de la emisora. También estuvo en Ateneo FM y actualmente se encuentra trabajando para Éxitos 99.9

 

Troconis, atento y jovial, nos habla de su ejercicio en el mundo de la radiodifusión. 

Guayoyo en Letras: ¿Qué magia tiene la radio que le resultó atractiva?

Polo Troconis: La radio es inmediatez, la radio es música, la radio transmite sentimientos.

 

G.L.: Su primera experiencia en radio fue hace veintisiete años, ¿cuál es la diferencia de la radio en los 80’s a la radio del nuevo milenio?

P.T.: La tecnología en primer lugar, además, la humanización de la radio. La radio de la década de los 80’s era una radio muy fría: uno daba la hora, notificaba, se hablaba de algo, pero no se tenía tanto contacto con la audiencia. Yo creo que la diferencia es la retroalimentación que uno tiene.

 

G.L.: Habla de la retroalimentación, ¿qué significan las redes sociales para la radio?

P.T.: Hoy las redes sociales te permiten conocer tu audiencia, te permiten interactuar con los oyentes. Hace veinte años estaba el teléfono, pero no todo el mundo llamaba. Aquí la gente opina del programa a través de las redes sociales.

 

G.L.: ¿Cuál ha sido el aporte de Polo Troconis a la radio venezolana?

P.T.: Yo creo que no soy solamente yo. Fuimos un equipo muy importante que trabajamos en la radio en los 90’s para que fuese participativa. Yo era el productor de Eli Bravo, pero también hacía las móviles en la calle. Creo que es eso, fuimos un grupo, no solamente Polo.

 

G.L.: Lo bueno, bonito y feo de trabajar en radio es…

P.T.: Lo bueno es que me encanta hacerlo, lo bonito son esos sueños que tú puedes transmitir a través de un programa y no le veo nada feo.¡Aunque no lo creas! (risas).

 

G.L: ¿Qué ha aprendido y de qué se ha arrepentido en estos años de carrera?

P.T.: El mayor aprendizaje es conocer, llenarte de la información de tus compañeros y mantener el sentido común siendo una persona humilde. Hasta ahora no me arrepiento de nada.

 

G.L.: ¿Qué programas de radio escucha y recomienda?

P.T.: Escucho todos, recomendar uno sería mezquino. Cuando estoy en el carro me gusta hacer scaling de todas las emisoras.

 

G.L: Para finalizar, ¿cuál es su consejo para las generaciones que desean empezar a hacer radio?

P.T.: Humildad, sentido común, paciencia. Que lleguen al medio primero como puedan y se involucren con el mismo.

 

 

La generación de relevo…

 

Foto cortesía Manue Ángel Redondo1Hace tres años, a través de conocidos, logró entrar al medio como asistente de producción en el programa “Fabricado Acá”, transmitido todos los domingos por La Mega Estación. Eventualmente, se abrió la vacante de producir “Rock en Ñ”, un programa transmitido en la misma emisora de lunes a viernes. Manuel Ángel Redondo relata que gracias a su afinidad con la Fundación Nuevas Bandas, productora nacional independiente de los programas en los que se encontraba trabajando, se dio la oportunidad de estar frente al micrófono.

 

 

Manuel Ángel, jocoso y sincero, contestó gustosamente a todas nuestras inquietudes. 

Guayoyo en Letras: ¿Por qué radio y no otro medio?

Manuel Ángel: Me ha gustado siempre la radio porque soy amante de la música. Ambos programas -“Fabricado Acá” y “Rock en Ñ”- son programas especializados en música, no son programas de humor, ni de variedades, ni es un magazine. De hecho, la Fundación Nuevas Bandas, siempre se ha dedicado a proyectar nueva música y definitivamente eso es lo que siempre me ha llamado la atención.

 

G.L.: ¿Qué tan competitivo es el medio y cuál es la clave para mantenerse?

M.A.: ¡Es sumamente competitivo! Todos los días se gradúa una cantidad enorme de comunicadores sociales y no hay tantas vacantes. Para mantenerse en la radio, la clave es buscar una personalidad propia, tratar de no parecerte a nadie y ser fiel a lo que piensas y lo que haces.

 

G.L.: ¿Qué le pone a la radio de hoy?

M.A.: Le pondría más libertad en cuanto a programación. Más pluralidad en cuanto a la rotación musical, que ésta se defina mediante gustos populares y no mediante intereses comerciales.

 

G.L.: ¿Qué piensa de la radio actualmente en Venezuela?

M.A.: Por un lado carece a veces de libertad por la constante intromisión de las cadenas y esos micros hipnotizantes que lanzan todas las noches buscando eso: hipnotizar a la población, tratar de vender un país que no existe. Eso es lo más fastidioso que tiene la radio, las cadenas. Aparte lo déspota que es obligarte a oír algo cuando cada quien debería tener el derecho y la oportunidad de elegir qué quiere escuchar.

 

G.L.: Lo bueno, bonito y feo de trabajar en radio es…

M.A.: Lo bueno es la posibilidad o la oportunidad de no tener una imagen cuando vas a trabajar. Creo que en televisión o en otros medios debe ser más difícil. En radio lo importante es quién eres y cómo te expreses y eso mucho más importante que la imagen. Lo bonito es comunicarte con la gente y tratar de buscar un feeling netamente con lo que dices y con tu voz. Lo feo de la radio…¡Las cadenas! ¡Son un fastidio!

 

G.L.: ¿A quién admira?

M.A.: Ufff… A muchísima gente que me parece que ha hecho una radio increíble. Iván Loscher tiene toda la vida haciendo una radio brutal, Félix Allueva también en lo que es la radio especializada, Iván Matta siempre es un tipo que he admirado muchísimo por la manera en que se expresa y por lo culto que es y la manera en que sabe transmitir eso en sus programas. Y por supuesto Alfredo Escalante,  David Rondón y Juan Carlos Ballestas.

 

G.L.:¿Cuál es el “toque” de Manuel Ángel?

M.A.: ¡Que soy excesivamente guapo! (risas). No sé, creo que no soy yo el indicado para decir esas cosas. Tendría que decirlo la gente.

 

G.L.: Por último, ¿qué le dice a la gente joven como usted que desea entrar en este medio?

M.A.: Escuchen mucha radio,  diferencien entre qué radio les gusta y qué radio no les gusta. Además, sepan diferenciar para qué tipo de radio son buenos. No es lo mismo hacer un magazine a las nueve de la mañana que hacer un programa musical a las diez de la noche. Creo que hay que saber diferenciar eso, las etapas del día, el mood que puedan tener las personas durante el mismo y qué tipo de programa puede ser el más adecuado para ti.

 

 

Oscar Martínez2Hace cinco años, y en búsqueda de una pasantía, logró entrar al medio como asistente de producción en el programa “Zona Escolar”, transmitido por La Mega Estación. Rápidamente logró ascender a productor del mismo programa . Oscar Martínez cuenta que, por casualidad, comenzó a realizar suplencias a los conductores de “El Ferrari de La Mega” y gustó tanto su trabajo que lo integraron oficialmente al equipo.

 

Martínez, divertido y agradable, conversó amenamente con nosotros.

Guayoyo en Letras: ¿Qué “toque” tiene la radio que llamó su atención?

Oscar Martínez: Creo que es la simpleza; con lo que tengas qué decir le llegas al oyente. En Venezuela la radio se escucha cuando estás metido en una cola realmente cansado o cuando estás simplemente en tu casa y quieres compañía. Cuando la radio te acompaña, sientes que es tuya.

 

G.L.: ¿Cuál es el secreto para mantenerse en el medio?

O.M.: Creo que en la comunicación social hay mucha competencia y talento. En mi caso, la clave es que no me perdí la oportunidad de hacer pasantías. Creo que hay mucha gente que piensa que de un día a otro te van a ofrecer un programa de lunes a viernes y en horario prime. Esas cosas hay que trabajarlas. Yo siento que a mí me falta un camino muy largo, que hay gente que está mucho más adelante, pero que tú vas poquito a poco y creo que es clave la paciencia.

 

G.L.: ¿Te visualizas trabajando en otro medio?

O.M.: Me veo en donde pueda trabajar. Escribir me gusta muchísimo, me gusta muchísimo transmitir con la cara, probé el stand up comedy y me encantó. Pararse en la tarima, ver al público y que de pronto esté un tipo sentado, que tuvo un día horrible, que te mira así como “dale pue’, alégrame que a eso vine”.

 

G.L.: Lo bueno, bonito y feo de trabajar en radio es…

O.M.: Lo bueno es la experiencia de vida, lo bonito es compartir con tanta gente que quizás, en algún momento cuando yo estaba en la universidad o en bachillerato, probablemente yo escuchaba. Por ejemplo, Chataing y Henrique Lazo, que terminé conociendo y aprendiendo de ellos. Lo feo es todo lo que a veces pasa, las situaciones que hacen que los programas cambien, que las cosas se vean enturbiadas, la situación del país te complica un poco cuando estás haciendo radio.

 

G.L.:¿Qué está pasando hoy en día con la radio venezolana?

O.M.: Quieres y tienes ganas de echar pa’lante, pero es complicado hacerlo. La radio en Venezuela vive un momento agridulce porque hay mucha gente talentosa, pero con una situación país que hace que el trabajo sea un poquito más difícil.

 

G.L.: ¿Qué programas de radio le gustan y recomienda?

O.M.: Porque sé el trabajo que hace, porque sé lo en serio que se toma su trabajo, “2 Horas de Música Mega” con Francisco Granados. Es un programa que a mi parecer siempre está muy bien hecho, lo hacen con cariño y eso hace que me guste mucho.

 

G.L.: ¿Cree que tiene algo más por hacer?

O.M.: No sé qué exactamente, pero sí sé que me falta. Cuando no sientes que te falta nada, llegas a un tope y sientes que te estancas. Siento que me falta hacer programas largos, me gustaría hacer entrevistas memorables, me gustaría tener un programa en la noche, otro en la mañana y otro a mediodía porque todos los horarios tienen moods distintos. ¡Quiero probar todo! (risas).

 

G.L.: Para concluir, ¿qué aconseja a aquellos que quieren trabajar en este medio?

O.M.: Yo lo que les recomendaría es que prueben cualquier medio, tanto los que les gustan, como los que no les gustan. Yo probé otras cosas antes de llegar a la radio.Ahora puedo decir que no me gustaron y que lo que más me gusta es la radio. Si te invitan a hacer una pasantía… ¡Hazla!. La experiencia cuenta y siempre la vas a tener.

 

@AP_MG

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Guayoyo en Letras