CARACAS EN DOS RUEDAS… Y SIN MOTOR

Por Isabel Ramírez

@IsaRamirez16

Cuando se piensa en Caracas, lo primero que nos viene a la cabeza es caos, ruido, humo y colas interminables. Muchos alcanzaron su punto crítico de tráfico y decidieron salir de esa jaula de cuatro ruedas y mudarse a un medio de transporte más saludable y mucho más rápido: la bicicleta.

Además de la rapidez que aporta el uso de la bicicleta, también tiene grandes beneficios para la salud. Previene los dolores de espalda, mantiene el corazón sano, reduciendo el riesgo de infarto en un 50 por ciento, protege las articulaciones y mejora notablemente el sistema inmunológico.

En otros países del mundo, se promueve constantemente el uso de este medio de transporte. En países como Holanda, Dinamarca y China los ciudadanos han hecho de la bicicleta el principal vehículo gracias al apoyo que reciben por parte de sus gobiernos promoviendo la educación de la bicicleta, de cómo respetar a los ciclistas y la construcción de vías en las que estos se sientan más seguros.

La secretaria de transporte, obras públicas y agua de Holanda, Tineke Huizinga, considera que la bicicleta los ha llevado a ser uno de los países más desarrollados del mundo. “Nuestros habitantes hoy son mejores ciudadanos, no sólo porque contaminan menos, sino por todo lo que usar la bicicleta ha traído. Incluso la población en general se ha vuelto más inteligente, respetuosa, bella y activa sexualmente luego de pedalear más horas al día”, concluyó.

¿Por qué la cultura de la bicicleta ha ido creciendo alrededor del mundo?  Precisamente por eso, por su cultura. En otros países, a diferencia de Venezuela, especialmente en Caracas, la vida se vive diferente. El caraqueño está acostumbrado a vivir por el futuro sin disfrutar del presente. Estamos tan acostumbrados a siempre llegar tarde a todos lados por culpa del tráfico que parece que un acelerador rigiera nuestras vidas y eso nos lleva a vivir a un ritmo que resulta agotador para cualquiera. La gente no se ha dado cuenta de que la bicicleta te puede llevar desde El Paraíso a los Palos Grandes en menos de una hora, mientras en el carro puedes tardar hasta dos.

A parte de esto, la inseguridad y la vialidad para el ciclista son otros factores que afectan el uso de este medio. Alrededor de Caracas, algunos municipios se han encargado de construir ciclovías, el único inconveniente es que nadie la respeta, no hay manera de diferenciarla de una caminería, además, solo existe en ciertos lugares de los municipio, los más recreacionales. El único sitio en Caracas donde los ciclistas tienen un espacio para rodar con seguridad, se ve invadido por autobuses y líneas de taxi y las autoridades no hacen nada al respecto.

Mario de Fina, estudiante de la UCV utiliza la bicicleta como medio de transporte principal. “Caracas en bicicleta me parece realmente ver a la ciudad desde otra perspectiva. Lo digo más que todo por la forma en la que uno se desplaza. Uno está en contacto directo con el entorno sin sentirse encapsulado en un carro. Tienes una visión más amplia y más directa de la ciudad. Sería más sencillo si hubiera un espacio para el ciclista, para recorrer tal vez no toda la ciudad pero por lo menos gran parte de ella. En este caso una ciclovía que estuviera concientizada con el relieve de la ciudad y planificada para llegar a varios destinos como una vía troncal. Así no habría tanto miedo por el hecho de tener que compartir las vías en la hostilidad de los otros carros y las motos. Más gente utilizaría las bicis de forma cotidiana.”

La ausencia de una cultura ciclista no es únicamente consecuencia de la falta de infraestructura en la ciudad, sino del irrespeto que existe entre los mismos ciudadanos. Caracas se ha transformado en una ciudad hostil, en la que ni los semáforos se respetan, ¿Cómo podemos pretender que las personas respeten al ciclista? Es cuestión de comenzar a promover la cultura de la bicicleta, comenzar a educar a los ciudadanos de que la bicicleta es otro medio de transporte y no un estorbo y por esto, debemos respetarlos.