TORRE DE DAVID: MONUMENTO AL ABANDONO

Por Isabel Ramírez

@IsaRamirez16

 

 

 

El presidente del consorcio financiero venezolano Confinanzas en el año 1990, David Brillembourg, decidió construir un rascacielos de más de 40 pisos con la esperanza de transformar la Av. Andrés Bello de San Bernardino en un “Wall street” venezolano, pero su sueño se transformó en lo que ahora es conocido como el barrio vertical más grande del mundo.

 

Él fue conocido como el “Rey David” de las finanzas venezolanas y es por esto, que la torre es conocida como La Torre de David. En 1993 el empresario muere y en 1994 Confinanzas se va a la quiebra, paralizando la construcción de la obra. El rascacielos pasó a manos del Estado mediante la institución para el Fondo de Protección Social de los Depósitos Bancarios (Fogade), quien intentó subastarlo sin éxito a finales de los 90.

 

En el año 2007, un grupo de personas, encabezado por Alexander “El niño” Gaza, movidos por la necesidad y el olvido del Estado tras quedarse sin casas por las inundaciones, se organizan y ocupan el edificio para transformarlo en su nuevo hogar. “El niño” además se ser el jefe de la invasión, es el pastor de la iglesia de la torre y presidente de la cooperativa habitacional que rige a los habitantes del rascacielos, “Casiques de Venezuela”, con S.

 

Para estas familias, la torre funciona como solución a una gran carencia pero la mayor parte de la sociedad la considera peligrosa. De acuerdo a los residentes, hacer el edificio habitable no fue tan difícil como cambiar la mentalidad de las personas. Con esfuerzo, han logrado hacer que las personas convivan como una comunidad normal.

 

Por supuesto, esto no significa que la inseguridad no domine en la zona, pero hay que ver las dos caras de la moneda. A pesar de las quejas de los vecinos en cuanto a la invasión y la inseguridad, los habitantes del edificio han hecho lo posible para “sanearlo” ya que a ellos tampoco les conviene vivir con delincuentes.

 

Los habitantes de la torre nada tienen que ver con el gobierno actual, ellos viven bajo su propia ley. Se han puesto de acuerdo para poner el orden en medio del caos. Sintiendo que fueron dejados a un lado, los residentes decidieron dejar de esperar soluciones por parte del Ejecutivo Nacional y tomaron las riendas de su futuro. Al haber alcanzado por sus propios medios la solución que el gobierno no supo conseguir, la ley del Estado se queda en el portón del edificio y adentro se rigen por sus propios códigos. Si el régimen funcionara y tomara cartas en el asunto, no existieran estas “gobiernos” alternos conformados por personas que resolvieron por sus propios medios, la necesidad de tener un techo digno bajo el cual dormir.

 

La Torre de David es un reflejo de lo que han sido estos 15 años de revolución, un problema social que nadie quiere ver, pero la torre, tan céntrica, tan imponente, tan visible es una expresión de uno de los problemas más grandes que tiene Venezuela, casi dos millones de personas sin vivienda. Un monumento a la desidia, al abandono y la ineficacia de los gobernantes. Es un espejo de la sociedad venezolana, que a falta de soluciones por parte del Estado, busca resolver las carencias por medios propios, sin respeto a ninguna ley, porque pareciera que no existen, no hay quien las aplique a menos que sea en modo de represión.

 

Aquí el link al tráiler del documental que realizó un pequeño grupo de reporteros del portal corporativo de periodismo ciudadano Vocativ

“Cuando la ciudad moderna no se adapta a su gente, la gente se adaptará a la ciudad”

http://vimeo.com/49094660

 

(Visited 538 times, 1 visits today)

Guayoyo en Letras