VENEZUELA HOMOFÓBICA
Por Isabel Ramírez
@IsaRamirez16
El martes pasado el Diputado Pedro Carreño, hizo unas vergonzosas y homofóbicas declaraciones en contra del gobernador del Estado Miranda, Henrique Capriles Radonski. “Responde homosexual y acepta el reto, maricón” fueron las palabras exactas utilizadas por el diputado en plena Asamblea Nacional, al mismo tiempo que decía que en la “revolución” aceptaban la sexo-diversidad. Mientras que en la Asamblea la homosexualidad es utilizada como la más grande de las ofensas, en el resto de Latino América se está aprobando el matrimonio gay.
Indudablemente, esta manifestación de intolerancia no pasó desapercibida y fue repudiada por la mayor parte del país, claro está. Pero ¿con qué moral pueden algunas personas sorprenderse e indignarse con estas declaraciones cuando Venezuela es un país homofóbico?
En un país de “machos”, donde desde niños enseñan a los hombres que el más varón es aquel que tiene más mujeres, a la mujer a que tiene que conseguir un hombre para ser feliz, ser tildado de homosexual es ser estigmatizado para siempre, es como llevar encima una letra escarlata que nunca podrás borrar como si de algo terrible se tratara.
¿Cómo te indignas por las declaraciones de un diputado si al chamo que vive al lado por ser femenino lo tildas de “maricón”? (Porque como le gusta al venezolano esa palabrita). O cuando a alguien se le ocurre preguntar ¿Será que Capriles es gay? Más de uno dice: “Por favor, que ni Dios lo quiera”. Entonces, todos se sorprenden con lo que se dijo en la Asamblea pero no sé dan cuenta de que la mayoría alguna vez ha hecho algo parecido.
Así como llegó el día en el que a las personas se les dejó de juzgar por el color de piel, llegará también el que a las
personas no se les juzgue por su preferencia sexual. Lo ocurrido ese día en la Asamblea, refleja lo atrasados que estamos los venezolanos en materia de derechos de igualdad. Los derechos de la comunidad LGBT nunca han sido tomados en serio, se habla de que todos somos iguales y por lo tanto debemos ser tratados igual, pero el único momento en que se toca el tema es cuando se utiliza para insultar y humillar a otros.
Es momento de que Venezuela se adapte a la época en la que vivimos y comience a tomar en serio las necesidades de esta comunidad, de ser tratados como lo que son, personas que sienten y aman de la misma manera que tú y yo lo hacemos.
