EL PATRIOTISMO QUEDARÁ PARA DESPUÉS

Por Isabel Ramírez

@IsaRamirez16

 

 

 

Todos sentimos amor por nuestra Venezuela, es algo que está en nuestros genes. A nosotros nadie nos quita quiénes somos y de dónde venimos. El venezolano es muy orgulloso de su terruño, lo cual sabemos expresar muy bien en el extranjero. No hay sensación que nos llene más que  escuchar Serenata Guayanesa o invitar a comer arepa por primera vez a un amigo en otro país.

 

Lamentablemente, esta es la situación de muchos venezolanos, tener que sentirse orgullosos de su patria en otras tierras. Lo más cercano que tienen con su país es el paquete de harina Pan que algún familiar decidió llevarle para que no se sintiera tan lejos. Son venezolanos que decidieron irse a otros países a buscar mejores oportunidades de vida porque aquí definitivamente no las hay.

 

Es increíblemente ambiguo que un gobierno como el que tenemos desde hace 15 años, tan “patriótico”, tan chovinista, sea el responsable de la mayor fuga de cerebros en la historia de nuestro país. Un gobierno que le ha hecho mucha propaganda al patriotismo pero no se ha encargado de crear oportunidades para que la patria este verdaderamente en marcha.

 

Muchos critican a las personas que deciden irse del país, los etiquetan como otro caso de “me iría demasiado”, sin entender el motivo que los hizo dejar gran parte de su vida atrás. Todos los que se van lo hacen buscando un futuro mejor ya que el de Venezuela no se ve.  La crítica de la mayoría es que si todos nos vamos, quién se queda para echar el país adelante. Pero ¿Realmente vale la pena quedarse a tratar de mejorar un país que pareciera no querer ser salvado? Todos queremos decir que sí, pero cuando pensamos con la cabeza y no con el corazón nos damos cuenta de que no sabemos hasta qué nivel podemos dar la vida por nuestro país. Porque quedarse aquí es dejar que el tiempo pase mientras la incertidumbre domina tu vida.

 

Por ejemplo, los recién graduados. A los 24 años mi mamá ya estaba casada con una hija, con carro y apartamento propio. ¿Qué venezolano de 24 años en esta época puede si quiera soñar con tener un apartamento y un carro propio? Ninguno, no hay trabajo, no hay oportunidades, el costo de la vida es demasiado alto. Viéndolo desde este punto de vista, ¿Es tan criticable que algunos decidan irse a otro país a vivir sus vidas? Y digo vivir, porque en Venezuela no se vive, se sobrevive.

 

Todos queremos quedarnos. La patria es lo primero, como dije antes, está en nuestros genes. Todos sufrimos al pensar que tenemos que dejar nuestras vidas atrás, pero hay que pensar que tenemos que salir a prepararnos para después poder regresar a hacer de este país el lugar en el que todos queremos vivir: seguro, estable y creador de oportunidades. Por ahora, el patriotismo quedará para después.

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