Mónica fue la cara de la violencia

Por Andrés Abreu Urdaneta

aabreu@guayoyoenletras.com

@andresabreu

 

 

 

La semana pasada una noticia conmovió a todo el país: el asesinato de la Miss Venezuela 2004 y actriz Mónica Spear y su pareja Thomas Berry, además, la hija de ambos, de tan solo cinco años, fue herida de bala.

 

Esta no es una noticia nueva en Venezuela; todos los días una familia pierde a un ser querido a manos de la violencia. Según el Observatorio Venezolano de Violencia, el año 2013 cerró con 24.763 muertes violentas, una tasa de 79 homicidios por cada 100 mil habitantes. Como muchos han dicho, Mónica solo ha sido la cara y el nombre de todos estos venezolanos que han sido asesinados.

 

Según el informe  anual del OVV, las muertes violentas representan el 12% de las muertes en nuestro país, mostrando un aumento con relación a años anteriores.

 

Al ver todas estas cifras se nos viene a la mente el Plan Patria Segura que lleva a cabo el gobierno. No es el primer plan de seguridad que se articula en Venezuela; veintidós planes de seguridad fueron los llevados a cabo por el ex presidente Chávez.

 

En el año 2000 inició el Plan de Seguridad Ciudadana, en 2001 el Plan Confianza, siendo el primero que involucraba a la Guardia Nacional. Un año después, en 2002, se ejecutó el Plan de Coordinación Policial y Control de Vigilantes Privados y el Plan Desarme Nacional.

 

En 2004 se anunció un nuevo Plan de Seguridad Ciudadana Integral, un Plan Estratégico de Seguridad Ciudadana, “Misión Caracas”, un plan contra ladrones de vehículos, seguido del plan “Hombre nuevo” que vio luz en el año 2007.

 

En 2012 se lanza el plan número 19, la Misión Seguridad que se transformó en la Gran Misión a Toda Vida Venezuela, plan número veinte.

 

Desde el año 2000, los niveles de inseguridad se han incrementado vertiginosamente, hasta el punto de que un 39% de las personas en 2010 consideraba que podía tomar justicia por su propia mano, lo que ha traído consigo gran cantidad de homicidios que han afectado hasta a los cuerpos de seguridad policial.

 

Vale la pena recordar lo que establece nuestra Constitución en cuanto a la seguridad ciudadana en su artículo 332: « (…) Los órganos de seguridad ciudadana son de carácter civil y respetarán la dignidad y los derechos humanos, sin discriminación alguna (…) »

 

Tal y como se establece, los órganos serán de carácter civil. Entonces, ¿Es constitucional el hecho de que la Fuerza Armada se encargue de la seguridad ciudadana? Tal parece que no.

 

El asesinato de Mónica Spear abrió una puerta a la revisión de los planes actuales de seguridad. El ministro de interior, justicia y paz, Miguel Rodríguez Torres indicó que se trasladará a algunos estados para revisar junto a los gobernadores los planes que se están llevando a cabo. De igual forma, el presidente Nicolás Maduro nombró a Ronald Blanco La Cruz como rector de la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad, en sustitución de Soraya Al Achkar. De igual forma fue designado Manuel Pérez Urdaneta como nuevo director de la Policía Nacional Bolivariana, sustituyendo a Luis Karabín.

 

El presidente también realizó una reunión junto a los gobernadores y algunos alcaldes de nuestro país con el motivo de iniciar un operativo de análisis y reestructuración de la seguridad para así lograr una efectiva actuación de los cuerpos policiales. Carlos Vecchio, dirigente del partido Voluntad Popular, declaró que “En la reunión que convocó Nicolás Maduro con alcaldes y gobernadores se tomó la foto y  luego se fue a un acto a celebrar los 55 años de la Revolución Cubana (…) Con show mediático no vamos a resolver el problema. En Voluntad Popular estamos convencidos de que sí es posible acabar y derrotar la inseguridad, otros países lo han hecho, solo que aquí en 15 años no ha habido la voluntad política necesaria. Desde Voluntad Popular les decimos a todos los venezolanos que este gran problema que enluta a 68 familias diariamente sí tiene solución y hay que luchar por ello”. 

 

¿La solución es entonces tener más policías, o rearticular estos cuerpos? Esta no es la única solución, la inseguridad no solo debe atacarse desde los cuerpos de seguridad ciudadana. La prevención es un punto medular para eliminar la violencia. Son muchas las causas por las cuales los jóvenes venezolanos entran al mundo de la delincuencia, por ello es necesario atacar el problema de raíz; si existe una prevención efectiva hoy, no tendremos delincuencia el día de mañana.

 

Otro de los grandes problemas es la corrupción policial, lo que se conoce coloquialmente como “el matraqueo”. Hoy en día, los venezolanos no confían en los cuerpos policiales, muchos de los cuales no están capacitados de la mejor manera para ejercer la profesión. El punto de la preparación se ha venido solventando con la creación de la UNES, que capacita jóvenes para ejercer la profesión policial y combatir la violencia.

 

El sistema judicial venezolano está marcado por el retardo procesal. En este plan se establece el aumento de funcionarios públicos como jueces y fiscales para la resolución efectiva y eficiente de casos, además también tenía como punto el ataque a la corrupción dentro de nuestro sistema judicial, siendo implacables con esto.

 

El cuarto vértice es el sistema carcelario. El índice de homicidios dentro de las cárceles venezolanas es 22 veces más alto que en nuestras calles, demostrando que la gestión del actual Ministerio para el Sistema Penitenciario ha fracasado.  La propuesta para esta área era de dignificación de las cárceles, clasificando los delincuentes en cárceles de mínima, media y máxima seguridad, además de centros que apoyen a los ex presidiarios en la reinserción social luego de cumplir sus penas.

 

Hoy nos conmueve la muerte de Mónica y Thomas, pero también nos duelen las muertes de esos 24.763 venezolanos que perdieron su vida por causas de la violencia en el año 2013. Hoy fueron Mónica y Thomas, mañana puede ser cualquiera de nosotros.

 

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