Reina en la tierra y ángel en el cielo
Por Julian Fejure
@JulianFejure
Su ausencia se siente en cada paso que se da, pero muchos están seguros que desde el cielo ella nos observa y que ahora ha desplegado sus alas blancas para velar por Venezuela desde las nubes, desde ese maravilloso paraíso llamado cielo.
Mónica Spear Mootz fue un ángel que llegó a nuestro planeta para darnos no solo alegrías, sino también grandes mensajes valiosos que con el pasar del tiempo han quedado plasmados y grabados en la memoria de muchas personas en el mundo entero. Hoy en día, su última novela, Pasión Prohibida, perteneciente a la cadena Telemundo, se transmite en Francia e Italia al mismo tiempo que en diversos rincones del mundo lloran su lamentable e inesperada partida.
Desde su primera protagonización en Mi prima Ciela, historia original de Pilar Romero, Venezuela entera se convirtió en su más íntima confidente. La alegría y el dolor eran llevados por cada uno de los televidentes que disfrutaban de esta producción. Esa joven risueña no sabía que el éxito le llegaría y en letras mayúsculas.
Historias como Calle Luna-Calle Sol, La mujer perfecta, Flor Salvaje y Pasión Prohibida vivirán en cada uno de sus fans, amigos y familiares de la fallecida actriz, modelo y ex reina de belleza.
Algunas personas vienen a la tierra para ser representantes de buenas noticias y para plasmar sonrisas en otros, tal cual lo hizo Mónica como embajadora de Fundadown. Sencillamente siempre fue la mujer perfecta y hoy en día sería bueno que el cielo le explique a Venezuela por qué se la llevó tan pronto.
A pesar del corto tiempo de vida, Mónica siempre fue una mujer feliz y 
conectada profundamente con la naturaleza y el aprecio de las cosas más pequeñas, hoy en día ella ha dejado pequeño y arrugado nuestro corazón al saber que ya no volveremos a verla a través de ese aparato mágico llamado televisión. Sintámosla entonces en la brisa que alborota nuestros cabellos, en la espuma del mar, en el silencio de la llanura, en toda la vasta extensión de nuestro país.
Mónica fue defensora de la paz y es un legado que debe mantenerse y continuarse porque así como ella, son miles de venezolanos sin distingo de edad los que mueren a cada segundo en nuestro país, tras ella hay muchas familias anónimas que han perdido a un ser querido y por todos y cada uno de esos amigos, hermanos e hijos que han encontrado la violencia de los golpes o la rapidez de una bala hoy debe gritarse: ¡YA BASTA DE MUERTOS EN VENEZUELA!
Los venezolanos e incluso el propio gobierno del país se jacta en decir que tienen el record (dentro de los países hispanos) de las mujeres más bellas del mundo, cosa cierta, que durante 7 años hemos podido ganar la corona mundial que confirma a una mujer como la más bella del mundo pero en estos momentos más allá de Maritza Sayalero, Bárbara Palacios, Irene Sáez, Alicia Machado, Dayana Mendoza, Estefanía Fernández y María Gabriela Isler la corona más grande la lleva puesta una mujer conocida como Inseguridad, esa que actúa como las villanas de las telenovelas llevándose por el medio a quien se le atraviese sin importarle cualquier cosa.
Cuellos y manos blancas, de fina estampa y apellidos rebuscados fueron quienes la montaron en ese trono del que ahora parece no quiere levantarse, que se encuentra renuente a entregar porque su ambición por la sed de vida y el brillo de esa diadema es más fuerte que todo lo que le rodea. En este momento este pueblo debe empezar a apretarse los pantalones no solo para enfrentar el alto costo de la vida y la escasez de alimentos, sino también para comenzar a enfrentar con el arma más poderosa que tiene, EL VOTO, a todos esos ladrones, hampones, asesinos y azotes que se esconden tras esos guantes de seda y terciopelo. Como dice un dicho: “LO QUE NO SE SIRVE SE BOTA”, es momento de botar este pipote de basura que tanta podredumbre ha generado por tanto tiempo, este imperio de moscas y sanguijuelas que han bañado de rojo lo que queda de un hermoso país, un país representado por Mónica Spear en Tailandia, una tierra próspera que una vez se llamó Venezuela.
