Juntos somos más

Por Isabel Ramírez

@IsaRamirez16

 

 

 

Hace casi tres meses que comenzó la lucha por recuperar a Venezuela y con cada día que pasa, se va haciendo más fuerte. Más gente se ha ido sumando a la causa y las protestas que normalmente acababan antes de comenzar, se han tornado cuestión de todos los días. Afloró la valentía del venezolano y comprendió que la lucha es ahora o nunca.

 

Pero también se asomó un lado distinto del venezolano, el lado radical, reaccionario e impulsivo. Comprendo el hecho de que la lucha se radicalizó, pero no comparto el hecho de tener que volverse radical contra la gente que está del mismo lado.

 

El hecho de ser agredido verbal y físicamente por no estar de acuerdo con algunas propuestas o actos de la oposición nos convierte en lo mismo que aquello contra lo que estamos luchando. No podemos luchar por unos derechos mientras violamos los de los demás.

 

Para ejemplificar el caso, durante un pupitrazo en la UCAB, algunas personas querían asistir a clases y comenzaron a hacer espacio entre las barricadas de pupitres a la entrada de los edificios, unicamente para pasar. Uno de los chicos que estaba haciendo esto, resulto agredido con una papelera por otros de los jóvenes que habían armado el bloqueo a los módulos, además de recibir toda clase de insultos.

 

Tenemos que comprender que así como se reconoce nuestro derecho a protestar, también debemos respetar el derecho de ver clases, asistir al trabajo, o el sencillo hecho de no querer salir. Primero, porque no conocemos la situación del otro, puede ser que esa persona porque debe cumplir con su trabajo para mantener a su familia o sencillamente por miedo. Segundo, no podemos obligar a la gente a salir, tenemos que convencer con acciones y dialogo.

 

Por otra parte, he notado que hemos llegado al punto de no lograr entendernos con los pertenecientes al sector oficialista. Es completamente inadecuado insultar a aquellos que a pesar de todo, apoyan la ideología chavista. La lucha no es en contra de ellos, la lucha es en contra de los usurpadores del poder, el alto mando oficialista. A fin de cuentas, cuando esta lucha acabe, ellos seguirán siendo venezolanos y es esto sobre todas las cosas lo que nos une. Todos somos hermanos, todos nacimos en la misma tierra y es por esto que debemos respetarnos.

 

No es cuestión de apoyar a Capriles, a María Corina o a Leopoldo o al oficialismo. Por ahora, lo más importante es mantenernos unidos, comprender que no podemos hacer esto sin nuestros hermanos aunque piensen distinto y entender que nuestra verdad es diferente a la del otro y por eso, hay que respetarla. Juntos somos más.

 

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