Nairobi Pinto: Más interrogantes que respuestas

Por Karlis Herrera

@vkat18

 

 

 

El lunes 14 de abril, luego de estar 8 días secuestrada es encontrada la periodista Nairobi Pinto, en Cúa, estado Miranda, en perfecto estado de salud.

 

El subdirector del Cicpc, Douglas Rico, ratificó que la periodista y jefa de corresponsalías de Globovisión, Nairobi Pinto fue liberada en Cúa, los Valles del Tuy, estado Miranda. Inmediatamente, fue sometida a una serie de exámenes y a un reconocimiento médico forense para determinar su estado de salud. Las evaluaciones revelaron que Pinto se encontraba en perfectas condiciones.

 

Sus captores la liberaron en horas de la madrugada cerca del hospital Dr. Rafael Osio de Cúa, desde donde la periodista se dirigió caminando hasta la sede de Protección Civil, luego del amanecer. Tras notificar a las autoridades y autorizar su traslado a Caracas, Nairobi tuvo que dar una rueda de prensa junto con el ministro de Interior y Justicia, Miguel Rodríguez Torres; antes de poder ser traslada y ver a su familia.

 

Las expectativas entorno a la rueda de prensa eran claras, se buscaba obtener respuestas, pero en cambio, las declaraciones del ministro y la propia Nairobi generaron más especulaciones e incertidumbre.

 

Nairobi, inicio la rueda de prensa declarando que le parecía una experiencia extraña, el tener que someterse al escrutinio público luego de su secuestro, sin poder ver antes a su familia. Seguidamente comentó escasos detalles sobre su captura, entre los cuales resaltaban que: nunca le quitaron la venda de los ojos, jamás hablaban cerca de ella salvo para leerle las noticias y la alimentaban tres veces al día.

 

“Esperamos que esta experiencia le sirva a Nairobi como crecimiento personal” declaró el ministro durante la rueda de prensa. Además, aseguró que la familia sí había sido contactada por los secuestradores, pero que no sé podían decir cuáles eran las exigencias y solicitudes que demandaban. Esta es una de las tantas incoherencias del caso, debido a que la familia Pinto había asegurado reiteradas veces a los medios de comunicación, que los secuestradores no se habían comunicado con ellos y que se encontraban totalmente a la deriva con respecto al paradero de su hija. De hecho, el padre de Nairobi, Luis Pinto, llegó a comunicarse telefónicamente con el presidente Nicolás Maduro, con la finalidad de pedirle ayuda en el caso.

 

Por otra parte, Torres señaló que va a conversar con Pinto en busca de obtener información que pueda servirles para identificar a los secuestradores; y así mismo aseguró, que tiene varias hipótesis sobre lo sucedido, pero que por el momento no puede revelarlas. Finalizó diciendo: “Gracias a Dios, por el país, por Nairobi y por su familia”.

 

Los vacíos e incongruencias en la historia de Nairobi luego de estar sin rastro por una semana, han dejado más interrogantes que respuestas. Algunos expertos señalan la posibilidad del síndrome de Estocolmo, que se refiere a una condición psicológica que desarrollan algunos rehenes con respecto a sus secuestradores, llegando a simpatizar y crear vínculos afectivos con ellos.

 

En el caso de Nairobi existe la posibilidad de que esté pasando por una conmoción, proceso natural en las personas que han estado en cautiverio; y esa podría ser la razón por la cual no ha sido capaz de dar detalles más específicos con respecto a su captura. Se debe tomar en cuenta que el factor miedo es fundamental en este tipo de situaciones.

 

De acuerdo a los expertos en secuestros; Sergio González, exjefe de Antiextorsión y Secuestros del Cicpc; y el criminólogo Fermín Mármol García, aseguran que este es un claro ejemplo de secuestro con fines políticos y no un secuestro extorsivo común en busca de una ganancia monetaria. Esto se debe a que, según los propios familiares de la periodista, en ningún momento se comunicaron con ellos exigiendo un pago a cambio de la liberación. “La idea de los secuestradores fue lograr un amedrentamiento” afirmó González durante una entrevista sobre el caso al diario El Nacional, coincidiendo con las declaraciones de Fermín Mármol.

 

Entre otras preguntas inconclusas, está el trato especial que recibió durante su cautiverio. Es poco común que les lean las noticias a los rehenes, y mucho menos que les brinden tres comidas diarias. Nairobi, en la rueda de prensa se veía en perfecto estado, no mostraba signos de maltrato, ojeras por insomnio, perdida de peso; o el nerviosismo que normalmente muestran las personas que han pasado por una situación similar. En cambio, ella se mostraba calmada, pero no era capaz de dar detalles explícitos sobre lo sucedido.

 

Otra vertiente, es sostenida por la dirigente estudiantil de la Universidad de Los Andes (ULA), Gaby Arellano, quien acusó repetidas veces al ministro Torres de ser el responsable del secuestro de Nairobi; y utilizarla como medio de manipulación y amenaza, debido a la amistad que sostiene con la periodista.

 

El domingo antes de la liberación de Pinto, la periodista Marianella Salazar, llegó a declarar que el gobierno planeaba acusar a la dirigente estudiantil del secuestro, exponiendo los hechos como un crimen pasional.

 

Arellano publicó en su cuenta de Twitter: “Convencida que su desaparición fue una jugada miserable del G2 cubano, para doblegar, intimidar, y amedrentar”. Además, declaró que, aunque no ha podido hablar con Pinto, sabe que se encuentra bien y en las oraciones de todos.

 

Los secuestradores, generalmente, buscan sacar algún beneficio de su cautivo, y el presunto desinterés de los plagiarios por una recompensa nos hace pensar, si realmente fue un secuestro a manos del hampa común.

 

En vista de las irregularidades que rodean el hecho, todo pareciera apuntar a un secuestro con fines políticos, pero, de ser así -¿Cuál era el móvil de trasfondo?, ¿Bajo qué fines buscaban amedrentar a la familia y allegados de Nairobi?-.

 

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