Larga vida al Rey Felipe
Por Andrés Abreu Urdaneta
@andresabreu
La semana pasada el Presidente de España, Mariano Rajoy, anunció la decisión del rey Juan Carlos de abdicar al trono a favor de su hijo el príncipe Felipe de Borbón y Grecia. De ahora en adelante, la familia real estaría compuesta por el Rey Felipe, su esposa la ahora Reina Letizia, sus hijas Leonor y Sofía y los ascendientes en primer grado, es decir, Don Juan Carlos y Doña Sofía. Quedando fuera las infantas Elena y Cristina quienes pasan a ser familia del rey pero no de la familia real.
Aún Felipe no puede ser considerado como Rey, seguirá siendo Príncipe de Asturias hasta el 19 de junio cuando sea oficial el acto de relevo dinástico luego de que el congreso apruebe la Ley Orgánica de Abdicación del Rey y el senado la apruebe, el día 17. Felipe será Rey desde el momento en que se publique en el Boletín Oficial del Estado (BOE) pero no podrá asumir funciones hasta que no se realice el acto solemne y jure ante la constitución, tal y como establece la legislación española.
Cabe destacar que no habrá un cambio de residencia de los actuales príncipes de Asturias, continuarían viviendo en el Palacio de la Zarzuela, mucho más moderna y espaciosa que la de Don Juan Carlos y Doña Sofía. Sin embargo, Felipe si ocupará el despacho de su padre donde ejercerá funciones de jefe de Estado.
Tras la decisión del Rey Juan Carlos, ha surgido en España la idea de un referéndum con relación a la monarquía en este país. Ocho partidos de izquierda son los que llevan la batuta de esta propuesta junto a cientos de españoles que han salido a las calles exigiendo dicho referéndum. Alegan que «La grave situación de crisis económica, social, ambiental y política que vive nuestro país ha propiciado la abdicación del monarca y el intento acelerado de imponer al pueblo otro rey, sin que la voluntad del pueblo sea tenida en cuenta».
Al respecto, es necesario destacar algunas cifras que reflejan cuánto cuesta la monarquía al estado español. Este año, el estado transfirió a la casa del rey la cantidad de 7.775.040 millones de Euros (equivalentes a 10,6 millones de dólares). El Rey Juan Carlos recibe 140.519 Euros por sueldo y 152.233 Euros por gastos de representación, mientras que el Príncipe Felipe recibe 70.260 Euros por sueldo y 76.116 Euros por gastos de representación.
Además, este año la Reina Sofía y la Princesa Letizia, quienes no recibían dinero por concepto de sueldo, comenzaron a recibir 45% del sueldo y gastos de representación del Rey en el caso de la Reina y el 35% en el caso de la Princesa. La infanta Elena por su parte recibe 25.000 Euros por gastos de representación mientras que la infanta Cristina no recibe dinero, además de estar apartada de la labor institucional.
Pero, ¿es la monarquía el problema? Analizando las calificaciones de Standard & Poors de distintos países con monarquía y otros republicanos, se puede observar algo que llama poderosamente la atención: Los países monárquicos tienen una clasificación de AA, mientras que los republicanos solo alcanzan la calificación A. Reflejando, quizás casualmente, que los países que viven bajo una monarquía tienen mejor economía que los que viven bajo una república.
Sin embargo, la mayoría de las personas que defienden la permanencia de la monarquía en España, se aferran al argumento de la tradición. Definen a la familia real como una de las bases de la sociedad española y defienden su continuidad por motivos que apuntan más al lado histórico que al sentido lógico de la permanencia de dicha figura.
A fin de cuentas, lo mejor que puede suceder en España es la figura del referéndum. Dejar que sean los mismos españoles quienes decidan si desean continuar viviendo en una monarquía o si desean eliminar esta figura y pasar a ser una república. Mientras eso sucede, el mundo entero observa como Felipe de Borbón se convierte en Rey de España y su esposa Letizia en la primera Reina plebeya que ocupa el trono de la nación europea.
