Tous Vôtre: La locura en el “primer piso”

Por Mónica Duarte

@M0n1k1ta

 

 

 

Andreé Montekön un joven de dieciocho años atrapado en las cuatro paredes de lo que parece ser un manicomio; atado a su pasado y a sus constantes recuerdos que lo definen como persona. Éste es diagnosticado por los médicos, con la enfermedad de “Esquizofrenia no determinada”. Andreé descubre que siente cierta atracción por las personas de su mismo sexo y éste se enamora de Miécoul, un joven boxeador que también lo ama, pero tiene familia e hijos. Andreé le confiesa a su padre Abraham, sobre su homosexualidad, un hombre católico que apoya la definición de la homosexualidad como una enfermedad psicológica. Andreé vive sus anécdotas en esa pequeña habitación donde se siente agobiado, solo y perturbado por los diferentes descontentos de su padre Abraham, a quien también ama más allá de la relación de padre e hijo. Tras sentirse abandonado y rechazado empieza a tener frecuentes conversaciones a través de una rejilla con sus vecinos pacientes del hospital psiquiátrico, quienes lo ayudan a tener cierta perspectiva diferente del mundo y de su padre, haciéndolo entrar en pánico y atormentándolo.

 

Obsesionado con la idea de anidar en un mundo mejor donde pueda entregarle amor a su padre y a Miécoul por igual, Andreé se aferra al hecho de abandonar esta forma de vivir.

 

Guayoyo en Letras: ¿Cómo comenzó el grupo teatral First Floor? Cuéntennos un poco de su historia con el mundo del teatro.

First Floor: (Andrea Castro) Todo empezó hace quince años cuando me adentré en el mundo del teatro, me enamoré de esto y me encanta crear. Sé lo difícil que es para el talento nuevo comenzar en un grupo teatral, así que este año, decidí empezar con este grupo “First Floor” junto a mi compañero Dagly Angola para poder darle la oportunidad a cualquier persona capaz y con extra de talento.

 

Guayoyo en Letras: ¿En qué se inspira la historia de esta obra? ¿Hay algún acontecimiento real o anécdota que haya impulsado su escritura?

F.F.: Todo fue a causa de un sueño que tuve, me desperté con ganas de escribirlo todo, pero poco a poco se me iban borrando las ideas. Mi compañera Brigitte Colson me llamó por teléfono pidiéndome que escribiera algo trágico y poco a poco fue saliendo esta historia. Quizá exista una que otra anécdota real que está guardada en mi cabeza, dicen que todos los escritores escriben sin querer cosas que están guardadas en su interior sobre su personalidad o vivencias que han tenido.

 

G.L.: ¿Qué buscan mostrar con la pieza? ¿Qué esperan que se lleve el público al verla?

F.F.: Queremos mostrarlo todo. ¿A qué me refiero con esto? A que cada ser humano es un mundo distinto, quiero que las personas comprendan el sufrimiento ajeno, aprender a respetar lo que sucede en la mente de cada quien, no todos somos iguales y unos definitivamente, están más locos que otros.
El público se va a llevar muchas sorpresas, muchas cosas van a suceder de repente sin esperarlo y es que así es la vida, no sabemos qué pasará el minuto siguiente y eso es lo emocionante y a la vez da miedo. No queremos esconder nada, queremos decirle al mundo “ESTO” pasa aquí, allá y en donde sea, no hay por qué hacerse los ciegos y debemos apreciar cuán felices podemos ser, nada de esto nos está pasando o por lo menos no a la mayoría y debemos agradecerlo.

 

G.L.: ¿Cuál ha sido el mayor reto en la dirección y producción de la obra?

F.F.: (Andrea Castro) En cuanto a Dirección para mí fue un reto montar esta pieza teatral con actores totalmente nuevos, y lo más impresionante es que son realmente buenos. Es una pieza fuerte, pensé que muchos no aceptarían los retos que esta obra les pide, y me daba miedo, pero aceptaron y les encantó.

 

F.F.: (Dagly Angola) El mayor reto como productor, fue ser actor. Porque me estaba haciendo cargo de la producción teatral y a la vez estaba haciendo un estudio sobre mi personaje, aprendiéndome las líneas que, de hecho, no todas son en español. Pero fue una aventura interesante que volvería a repetir.

 

G.L.: La historia habla de la sexualidad, la locura y la aceptación social ¿Creen que los jóvenes de Venezuela se ven preocupados por estos temas en su día a día?
F.F.: Realmente no sé si la mayoría pero, tanto el elenco como nosotros dos somos jóvenes y estamos haciendo algo con respecto a este tema, así que sí creemos que hay jóvenes interesados en este tema.

 

G.L.: Los personajes se presentan como personas perturbadas, sin rumbo fijo, cada uno con un problema personal diferente ¿Cómo fue el proceso por el que tuvieron que atravesar los actores para poder representarlos?

F.F.: Realmente el proceso fue complejo, no es sencillo interpretar una enfermedad mental que desconoces o una condición por la que nunca has pasado. No es igual estar enamorado a estar enamorado siendo esquizofrénico o drogadicto, la mentalidad es distinta y la forma de reaccionar ante esto también.

Los actores se adentraron en un mundo desconocido y hasta perturbador, hicieron estudios realmente fuertes para poder comprender la mente de cada individuo. Desde aprender lo que se necesita para consumir una droga, hasta saber cómo decirle a tu padre tu condición sexual. Aprendieron a separar las realidades, después de todo son personajes, y no deben sentirse mal por lo que están recreando. Siempre vivo diciéndoles “No importa cuánto drama expresen, disfrútenlo” Porque esa es la idea.

 

G.L.: La movida teatral en Caracas ha crecido en los últimos años ¿Creen que se están presentando más oportunidades para los grupos emergentes o sigue siendo difícil aventurarse en el mundo del arte en la Venezuela de hoy?

F.F.: Sí, se están presentando más oportunidades. Aún se torna difícil en ciertas ocasiones, pero ahora hay más posibilidades que antes y eso es bueno para los nuevos talentos.

 

G.L.: Si tuviesen que describir a la obra en una sola frase ¿Cuál sería?

F.F.: “Nunca te dicen cuán loco estás”.

 

Un Café con…

 

G.L.: ¿Qué endulza su café?

Andrea: El teatro.

 

Dagly: La música.

 

G.L.: ¿Qué amarga su café?

Andrea: La mala ortografía.

 

Dagly: Las mentiras.

 

G.L.: Un momento del día para un café

Andrea: Cualquier momento es bueno para un café.

 

Dagly: En las mañanas.

 

G.L.: Un lugar para un buen café

Andrea: En un tren, vía a Francia.

 

Dagly: Frente a una PC.

 

G.L.: Un libro para acompañar un café

Andrea: El jardín secreto de Frances Hodgson Burnett.

 

Dagly: Juego de Tronos – Canción de Hielo y Fuego.

 

G.L.: Una canción para un buen café

Andrea: Ópera Nº2 de Vitas Vladasovich.

 

Dagly: The Vamps – Wild Heart.

 

G.L.: Si pudiesen tomarse un café con algún actor o dramaturgo famoso ¿Quién sería?

Andrea: Con Eugène Ionesco. Sí, sé que está muerto pero… Y con Nicolas Cage de Drácula.

 

Dagly: John Travolta.

 

G.L.: Si tuviesen que definir “Tous Vôtre” como un café ¿cómo sería?

Andrea: Negro concentrando y sin azúcar.

 

Dagly: Cerrero.

 

 

 

Twitter: @Grupoteatralff


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