Los Mentas cuentan la historia de Julián Pataenelsuelo

Por Laura Andreina Rodríguez

larodriguez@guayoyoenletras.com

@IsLarv

 

 

Los Mentas es una banda de rock venezolana conformada por Juan Olmedillo (guitarra rítmica, armónica y voz principal), Carlos Aray (guitarra principal, banjo y coros), Richard “el chicha” Blanco (batería y coros), Héctor “Lucas” Paredes (bajo y coros) y ahora se les suma Luis “Droopy” Pulido (guitarra). Con más de 15 años de trayectoria, la banda se caracteriza por experimentar con géneros como el rockabilly y el punk rock, con un coqueteo constante con estilos como el surf y el swing, acompañados de letras pegajosas y llenas de humor que han logrado enganchar a miles de seguidores a lo largo del territorio nacional. Después de cuatro años del lanzamiento de su último álbum de estudio “Unidad Educativa Los Mentas” y de un año de su material en vivo “¡Arriba, carajo!”, regresan con un nuevo disco, un nuevo concepto y un tema promocional llamado “El dinero” que está sonando fuertemente en las emisoras nacionales y que se desprende de este nuevo material discográfico que se espera que salga a la luz este mes. El Chicha Blanco nos visitó en las oficinas de Guayoyo en Letras y tuvimos la oportunidad de hablar con él sobre este nuevo material:

 

Guayoyo en Letras: De “Taguaras Forever” a “Dios, el Diablo y el Dinero” ¿qué tipo de evolución musical han tenido en cuanto a letra y sonido?

Richard Blanco: Sí, bueno, ha pasado mucho tiempo ¿no? Por lo menos, el cambio más sustancioso ha sido que ahora hay tres guitarras. Está Carlos, está Droopy y está Juan, entonces son tres guitarras en el disco nuevo a diferencia de antes que éramos dos guitarras. El estilo se mantiene más o menos igual porque Los Mentas siempre han experimentado cosas ¿no? Siempre estuvimos como guiñándole el ojo al punk rock, al rockabilly, al psychobilly, digamos que son géneros underground, no el punk pero los demás géneros y el surf y el swing sí son poco exploradas en el país. Fuimos como los primeros que quisimos hacer algo así, sí hay bandas en los 70’s, por ahí, pero son cosas muy underground. Siempre hemos experimentado con el tipo de música y las letras, siempre han girado en torno al humor. Y la diferencia básica del 98 para acá, en cuanto a letras, es que este disco nuevo es más conceptual , las letras giran en torno a una historia, es más o menos una ópera de rock, gira en torno a la historia de un personaje pero seguimos usando el humor.

 

G.L.: ¿Por qué deciden experimentar con la ópera de rock?

R.B.: La verdad es que ópera rock como tal no es, tomamos de ahí el hecho de que todas las canciones fueran hiladas a una misma historia, que es la historia de un personaje que se llama Julián Pataenelsuelo. Pero ópera rock que es actuada como Jesucristo Superstar o Tommy de The Who, no es así. Solo queríamos ir un poquito más allá porque siempre nos ha interesado el concepto como tal dentro del humor, lo nuestro siempre ha sido el humor más que todo y siempre nos hemos concentrado en un concepto que incluye las cosas gráficas, el arte gráfico del disco, cómo lo vamos a presentar en vivo, los trajes porque siempre nos vestimos como disfrazados, todo tiene que tener un sentido.

 

G.L.: ¿Por qué se llama “Dios, el diablo y el dinero”? ¿De qué va la historia?

R.B.: Eso, en parte, es porque el disco se divide en tres pedazos. Es la historia de Julián Pataenelesuelo. Todo con tono humorístico, nada con crítica social, eso nos aburre. Julián Pataenelsuelo es un señor muy pobre que le pide a Dios que lo saque de la pobreza y Dios le habla desde el cielo y le da una fórmula de una bebida, con esa fórmula Pataenelsuelo se vuelve millonario, todo eso en varias canciones, después de que él se vuelve millonario, se vuelve un estúpido porque ahora tiene plata pero sigue siendo un pobre “pata en el suelo”, entonces va a buscar el amor que dejó en su pueblo, el amor le dice que es un patán porque tiene dinero y él vende la fórmula, se la vende a los inversionistas para hacer más dinero. Bueno, digamos que el disco se lo tienen que escuchar de arriba abajo para saber en qué termina pero es, más o menos, eso: pobreza, llegas a ser millonario y luego cerramos con pobreza porque le vende como su alma al diablo y el diablo resulta ser la mujer de él, es un poco complicado pero es, básicamente, una historia circular que gira en torno a un personaje, por eso se llama “Dios, el diablo y el dinero” y las tres son canciones que se encuentran dentro del disco. Hay una canción que se llama “Dios”, una que se llama “El Diablo” y otra que se llama “El dinero” que es nuestro single promocional.

 

G.L.: ¿A quién representa Julián Pataenelsuelo?

R.B.: Esa es una idea de Juan, es ficticio. No sé si podría ser, más bien, una mezcla de todo. No tendría que ver con algo social porque, de hecho, desde el principio, antes de que esto se volviera algo extremadamente político y social, siempre le huimos a eso y ahorita muchísimo más. Antes no estábamos tan expuestos a eso y ya le huíamos. Eso no tiene que ver con el entretenimiento ni con el rock que hacen Los Mentas. Los Mentas se hizo para divertir a la gente ¿sabes? Y ponerlo en un tono político o social ya iría en contra de nuestros principios como banda, ya como individuos separados es otra cosa. Cada quien podría darle su interpretación propia. Ahorita, no sé si está de moda, pero todo el mundo le busca la vuelta política o social a canciones como “El Dinero” que no tiene nada que ver con eso.

 

G.L.: ¿Cuál consideras que es entonces la fuente de inspiración de Los Mentas a la hora de componer sus temas, además del humor?

R.B.: La inspiración siempre fue Caracas como tal, la vida nocturna caraqueña. Digamos que todo fue muy banal, siempre con humor más que todo pero nos inspiró mucho Caracas. En este disco sí tiene mucho de inspiración de Caracas pero, como te digo, nos fuimos concentrando en la historia. Esto se hizo primero escribiendo la historia de Julián Pataenelsuelo, o sea, la historia como tal y después se fueron pegando las canciones. Retazos de canciones que sólo tenían música, le pusimos la letra. Habían canciones que tenían música y letra pero que había que adaptarlas para que hilara todo, que todo fuera fluido en el disco para que contara la historia del personaje.

 

G.L.: En cuanto al proceso creativo, ¿cada quién tiene un rol especial o todos los integrantes tienen la misma participación en todos los aspectos del disco?

R.B.: Generalmente Juan Olmedillo es el que hace las letras. En este disco él fue quien hizo todas las letras pero la música sí fue hecha por todos. De hecho, hubo canciones que estaban hechas antes de tener la idea de hacer un disco conceptual y, bueno, le cambiamos la letra, habían otras que mágicamente cuadraron en la historia. Carlos Aray tiene también música ahí, hay como dos canciones que son de él como tal. Pero, sí, básicamente, en este disco, la lírica completa es de Juan Olmedillo. A diferencia del anterior que nos mandábamos las cosas por mail y las sacábamos más o menos con la idea de Juan o de Carlos que se ponían a tocarla, en este disco sí es en el estudio, el proceso de creación es como que Juan trae la letra, trae acordes básicos y entonces en estudio era “muéstrame la canción ¿chévere? Entonces esta sí la podemos sacar así”, pero hay canciones que dieron una vuelta completamente, “El Dinero”, por ejemplo, es una, no iba a ser así, o sea, sí estaba la letra pero la intención del arte, la música, no iban a ser así y en estudio le dimos la vuelta. En estudio digo en ensayo, en pre producción. Entonces, este disco sí se hizo como los primeros discos que no había internet en esa época, en ensayo, los cinco, los cuatro si no estaba Carlos, opinando, orgánico.

 

G.L.: “Dios, el diablo y el dinero” contó con colaboraciones de Ricardo Martínez y Rafael Cadavieco, ¿ya habían trabajado antes con ellos? ¿En qué colaboraron especialmente para este nuevo material?

R.B.: Por lo menos, Rafael Cadavieco, él ha sido como nuestro pana/productor que nos ayuda en todo desde el cuarto disco. Nosotros creamos con él “Sopa, seco y jugo”, eso fue en el 2009 si no me equivoco, después “Unidad Educativa Los Mentas” en su estudio Sala de Máquinas. Así como Los Beatles tenían Abbey Road, nosotros tenemos Sala de Máquinas (risas). Pero, en este caso, este último disco no lo pudimos grabar con él por problemas técnicos en el estudio. La idea era que lo hiciera él pero, por esos problemas de equipos y consolas, le dijimos a Ricardo Martínez, él tiene Remoto Studios y es el bajista de Famasloop y Wahala. Nosotros con él habíamos hecho el tercer disco “Masacre en el Pin 5”, entonces decidimos entrarle con Ricardo que también es súper colaborador de la banda y súper pana. Él nos hizo “¡Arriba, carajo!”, el disco en vivo, él lo grabó, él estuvo con nosotros en toda la gira. La experiencia fue perfecta, lo grabamos en una semana. También estuvo Armando Añez, de Americarnia, como asistente de Ricardo y en la producción de baterías estuvo Ricardo Parra que es, digamos, el gurú de baterías de aquí, él hace baterías como tal con las manos, las hace Parra Drums y ha trabajado con La Vida Boheme, Viniloversus, con un poco de gente que usa sus baterías. Entonces grabamos el disco ahí y no los llevamos para mezclarlo en Sala de Máquinas y Rafael Cadavieco hizo las mezclas y, además, cuando escuchen el disco completo se podrán dar cuenta de los interludios que hace con los personajes, él hace las voces de Dios, hace las voces del diablo y hace las voces de un narrador que entre canción y canción va contando la historia, entonces no sólo nos echó una mano con la mezcla sino que también fue un personaje dentro del disco. También estuvo Germán Landaeta que es un gurú de la mezcla y la masterización, gran ingeniero de sonido recomendado por Rafael y armamos todo ese combito de grabación. El arte gráfico lo hice yo, yo me encargo del arte gráfico de los discos y, bueno, básicamente ese es el trabajo de este disco.

 

G.L.: Se viene una gira nacional para dar a conocer el disco nuevo ¿cuáles son las ciudades y las fechas que tienen confirmadas por ahora?

R.B: El disco lo estrenamos este sábado 20 de septiembre, hacemos el lanzamiento oficial aquí en Caracas, en Discovery Bar en donde vamos a tocar el disco completo, de arriba a abajo y después sí tocaremos una que otra canción de los anteriores. Y van a poder comprar tanto el disco como la mercancía. Es un lanzamiento oficial tanto para la prensa como para la gente. Antes de eso, el día antes, estamos en Maracaibo pero queríamos hacer el lanzamiento en Caracas. Ahí vamos a estar junto con otras bandas y sí tocaremos canciones nuevas pero no es el lanzamiento oficial. Después vamos para Barquisimeto, en octubre. Hay conciertos en Mérida, en Garage Bar. Las fechas no me las sé por completo pero las ciudades son: Maracaibo, Caracas, Barquisimeto, Mérida, Puerto La Cruz, Maturín, todo esto hasta diciembre, también van a haber otras cosas en Caracas, en diciembre hay un toque en el anfiteatro de El Hatillo, por ejemplo, porque este ha sido un año súper atípico, es la primera vez que no tocamos tanto. El de Maracaibo es el primer toque que vamos a tener desde el de diciembre del año pasado, también por el disco y los problemas que hubo, no es un secreto para nadie que la cosa ha disminuido pero nunca en la historia de Los Mentas habíamos bajado tanto en cuestión de toques. No era que no queríamos sino que no podíamos y cuando podíamos estaba el disco, es como empezar ahorita desde cero, tenemos súper expectativas a ver qué pasa. Lo que queremos es rodar por Venezuela dos o tres veces porque el oxígeno de la banda es tocar, tanto para la gente como para uno.

 

G.L.: ¿Vienen con alguna propuesta nueva en cuanto a la puesta en escena?

R.B.: Sí, bueno, la imagen es completamente nueva. En este caso, es un poco religioso pero entre comillas, es como inspirándonos en el góspel de allá, de Tennessee, es con humor, no es una crítica ni nada, es completamente humor. No le busquen la vuelta, si alguien se ofende ya es cosa de él.

 

G.L.: Ustedes, a finales de los 90’s, participaron en el Nuevas Bandas. Ahorita que está el festival en puertas ¿han escuchado alguna de las bandas participantes de este año? ¿Están prestos a colaborar con alguna, con el talento nuevo que está emergiendo?

R.B.: Yo le he perdido la pista al festival, me parece súper bien que lo sigan haciendo pero cada vez salen más y más bandas y uno también se va perdiendo un poco. Tengo entendido que van a alargarlo, me imagino que iremos. Sí hemos alternado con muchas bandas que han participado en los años anteriores, de hecho, nos ha pasado que abrimos para bandas que han ganado el festival, nos pasa a cada rato. Mientras más bandas haya mejor, más alegría y más cultura.

 

Los Mentas estarán participando en el marco de la realización del Festival de Nuevas Bandas de este año, como invitados, el miércoles 15 de octubre en el Teatro de Chacao a las 7:00pm

 

G.L.: ¿Con qué café identificas este nuevo disco?

R.B.: Yo creo que es un guayoyo porque no es ni tan dulce ni tan amargo. Se deja colar, eso sí. Con leche no es ni clarito, es como un intermedio. Tiene su parte tranquila y después se convierte en un monstruo, en un diablo.

 

El Lanzamiento del disco estaba pautado para el 20 de septiembre. Sin embargo, por motivos de salud de su vocalista, Juan Olmedillo, la fecha tuvo que ser pospuesta al 3 de octubre manteniendo la misma sede: Discovery Bar, así lo anunciaron el sábado pasado por medio de la cuenta en twitter de la banda.

 

 

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