En la nave de Bomboyash (segundo viaje)

Lee la primera parte de esta entrevista aquí

 

Por Laura Andreina Rodríguez

larodriguez@guayoyoenletras.com

@IsLarv

 

 

 

Las influencias musicales de cada músico que conforma una banda nutren y, a su vez, marcan el sello musical de la misma. Iván Dávila (voz principal y guitarra), Samuel Little (bajo), Mauricio Rivas (batería), Orlando Pérez (guitarra), Andrés Márquez (teclado) y Brayan Silva (percusión) no sólo tienen diferentes personalidades sino que, además, sus gustos musicales parecieran no tener mucho que ver entre sí. Es precisamente eso lo que permite que sus canciones puedan llegar a un público amplio, pudiendo disfrutar de sus ritmos desde el adolescente hasta su tío “pachangoso”. En este segundo viaje de Guayoyo en Letras junto con Iván y Orlando vamos a descubrir un poco más de ellos ¿estás listo para montarte En La Nave de Bomboyash?

 

G.L.: Entonces, ¿las influencias musicales de cada uno son muy distintas entre sí o tienen puntos de convergencia?

I.D.: Cada quien tiene sus gustos individuales muy diferentes pero, indudablemente, hay un hilo conductor.

 

G.L.: ¿Cuál sería?

I.D.: El funk porque es justamente lo que hacemos. Ese hilo es Bomboyash.

 

G.L.: ¿Qué escucha Bomboyash?

O.P.: Mi mayor influencia son los Red Hot Chilli Peppers. Fue lo primero que escuché y me quedé pegado. También tuve mi época de cosas Metal. Cada cierto tiempo cambio de género. Por ejemplo, ahorita, estoy escuchando Jazz.

 

I.D.: Yo creo que Orlando es el que cambia más, de resto somos un poquito más estables. Yo tengo tiempo pegado con Jamiroquai.

 

G.L.: ¿Y los demás de la banda? ¿Podrían describírmelos musicalmente?

O.P.: Brayan es Santana, el pana casi que escucha salsa todos los días.

 

I.D.: Se mete bien en su personaje porque él es percusionista latino y él escucha cosas así. Mauricio ama a Guaco.

 

O.P.: Guaco y John Meyer. Uno diría que no tienen nada que ver pero él lo mezcla igual. Esos son sus dos influencias. Samuel no tiene nada definido.

 

I.D.: Ahorita está escuchando burda de Reggae. Él no lo dice, pero a él le gusta mucho el Reggae.

 

O.P.: Andrés escucha también cosas locas. Él tuvo su época Metal. Él puede escuchar Rihanna y le gusta el Metal. Bueno, es un ejemplo, él no escucha Rihanna. (Risas)

 

G.L.: ¿Una anécdota con la banda?

I.D.: Esta no es chévere, nosotros tuvimos 15 días trágicos para la banda que fue cuando detuvieron a Samuel. Se lo llevaron los guardias en las protestas que se desataron en el país en febrero. Fue terrible, de pana. Yo iba cada rato a visitarlo a Petare y estaba en una celda horrible. Fue burda de duro. Y nosotros íbamos a hacer una canción sobre eso.

 

G.L.: ¿Y la hicieron?

O.P.: No, todavía.

 

I.D.: Es que en el momento estábamos en shock todos.

 

O.P.: Una anécdota también podría ser un toque que tuvimos en Discovery Bar que, hasta hoy, creo que ha sido nuestro mejor toque, se llenó demasiado y, siempre cuentan, yo creo que también la vi, no estoy seguro, una señora vieja, toda vestida de metalera, bailando nuestras canciones.

 

I.D.: Estaban unos señores mayores bailando, alzaban la cerveza. En ese toque nos dimos cuenta de que una persona mayor se puede disfrutar la música. Yo le agregaría la vez que tocamos en Little Rock, eso es como un restaurante que tiene una tarimita. Esa fue la primera vez que tocamos “Penélope” y que la gente la cantaba durísimo, la cantaban conmigo. Era demasiado emocionante porque yo podía dejar de cantar y la gente seguía cantando.

 

O.P.: Uno de los chamos de On Records, una página en donde pueden escuchar y descargar canciones, nos escribió súper formal para decirnos que iban a vender mercancía en un stand en el Nuevas Bandas, que si estábamos interesados en mandar la nuestra y de repente nos puso: “mi esposa y yo somos fan de la banda ¿cómo hacemos para conseguir un disco suyo?”

 

Un café con…

 

G.L.: ¿Qué endulza tu café?

I.D.: Cada vez que me despierto en la mañana pongo una canción que me haga sentir bien para empezar el día.

 

O.P.: Agarrar la guitarra y tocar aunque sea media hora.

 

G.L.: ¿Qué lo amarga?

I.D.: La cola.

 

O.P.: Tener que levantarme temprano, supongo.

 

G.L.: ¿Un libro para acompañar un café?

I.D.: Siddhartha de Hermann Hesse.

 

O.P.: Fundación de Isaac Asimov.

 

G.L.: ¿Un momento del día para un café?

I.D.: En la tarde.

 

O.P.: Cuando me levanto.

 

G.L.: ¿Una canción para un café?

I.D.: “Rodeo Clowns” de Jack Johnson.

 

O.P.: “But not for me” de Chet Baker.

 

G.L.: ¿Qué canción, que no sea de la banda, es su preferida a la hora de tocar la guitarra?

O.P.: “Bye, bye, blues” de los Hermanos Naturales.

 

I.D.: “Cooking up someting good” de Mac De Marco.

 

G.L.: ¿Una razón por la cual no dejarían la banda?

I.D.: Porque me siento muy afortunado de tocar tan músicos tan buenos como ellos.

 

O.P.: Está el hecho de que todos nos hemos vuelto muy panas, pero lo principal sería por no dejar de hacer música.

 

G.L.: ¿Con qué café definirás a la banda?

O.P.: Un espresso, es digerible.

 

I.D.: Podría ser un capuccino porque la crema chantilly es burda de rica. A veces sería como un marrón fuerte porque como que te despierta y esas son los momentos en los que tienes que fajarte burda pero al final se parece a un capuccino.

 

G.L.: ¿Una palabra que defina a la banda?

O.P.: Fusión.

 

I.D.: Viaje.

 

En La Nave, el primer y más reciente material discográfico de Bomboyash podrá ser adquirido en el stand de OnRecords durante el Festival Nuevas Bandas.

 

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