Psicólogos Sin Fronteras: “No todos estamos en la misma indiferencia”

Por Fabiana Crisci

@Fabiana_Crisci

 

 

 

Todos los días nacen iniciativas que buscan trabajar por el país, sin embargo no todas llegan a ser fundamentales en la colaboración del desarrollo de la sociedad. Psicólogos Sin Fronteras- Venezuela lo es. Esta organización creada en enero del 2010 vela por el bienestar emocional de los venezolanos llegando a las comunidades a través de sus programas y cursos.

 

Guayoyo en Letras conversó con María Isabel Parada, presidenta de Psicólogos Sin Fronteras, y Marisol Ramírez, coordinadoras de programas de la organización, acerca de la situación que enfrenta el país y cuál es el estado mental de los ciudadanos. 

 

 

Guayoyo en Letras: ¿Qué es y de qué se encarga Psicólogos Sin Fronteras?

María Isabel Parada: Es una ONG sin fines de lucro fundada en el 2010. El objetivo  principal es semejante a Psicólogos Sin Fronteras de otras partes del mundo, cuyo objetivo es brindar apoyo emocional en casos de crisis, desastres, catástrofes -tanto naturales como provocadas- situaciones adversas, etc. Aunque nosotros arrancamos con este objetivo, al darnos cuenta de las estadísticas y la cantidad de fallecidos en el país, decidimos reorientar nuestro apoyo emocional a personas en duelo por muerte de sus familiares víctimas o no de la violencia.

 

Teniendo la experiencia de haber ido a la explosión de la Refinería de Amuay en 2012 y habiendo hecho Jornadas de Atención Psicológica, como psicoterapia breve que se hace a familiares y víctimas de cualquier situación o crisis desastrosa, desde 2014 decidimos abocarnos específicamente a estas personas en particular.

 

G.L.: ¿Por qué surgió esta iniciativa?

Marisol Ramírez: Básicamente surge porque hay una necesidad sentida que tiene que ver con prestar un servicio de apoyo y ayuda. Nosotros, además, en Psicólogos Sin Fronteras nos hemos preocupado cómo el gremio en este tipo de situaciones podían actuar dando “ayuda”; realmente nosotros los psicólogos somos los llamados a este tipo de acciones. Esta iniciativa es una respuesta solidaria y empática, que de alguna manera busca, buscó desde el comienzo y sigue siendo nuestro objetivo, dar una respuesta a la persona que sufre o está en una situación de duelo.

 

En estos momentos entendemos que se ha hecho tremendamente más pertinente por todo lo que vivimos en el país, el manejo de la incertidumbre y la desesperanza que muchos de nosotros los venezolanos compartimos día a día.

 

G.L.: ¿Cómo llegan a las comunidades?

M.P.: El segundo objetivo de Psicólogos Sin Fronteras, por decirlo así, es la formación académica de nuestros afiliados y amigos. Los miembros titulares son todos los psicólogos federados –la Federación de Psicólogos son ha dado mucho apoyo- que se inscriben, llenando ciertos requisitos; y los miembros asociados son los estudiantes de los últimos años de psicología o profesionales de otras carreras que quieran sumarse a la iniciativa. 

 

Para llegar a las comunidades hemos iniciado otro curso y un programa de formación más establecido en una alianza con el Centro Social Popular (CESAP). En esta institución estamos dictando cada quince días, los sábados, formación para profesionales de ayuda que no sean psicólogos, en donde los temas principales son: manejo de intervención en crisis y el manejo del duelo. Todos estos profesionales que están participando en los cursos trabajan en comunidades, son líderes comunitarios, religiosos, educadores, trabajadores sociales, personal de alcaldías entre otros. Con este personal que está recibiendo nuestros programas podemos proyectarnos hacia las comunidades.  No yendo directamente nosotros, sino a través de estos profesionales que están insertos en sus sectores. Estamos cursando actualmente la primera corte y el 3 de Octubre de este año comenzaría la segunda.

 

G.L.: Cuando hablan con personas o familias que han sido víctimas de violencia, ¿que buscan en ustedes?

M.R.: Hay una necesidad de ser contenido y estar acompañado. La gente con frecuencia encuentra en su entorno respuesta prefabricadas: “no te pongas así”, “tienes que manejar esto distinto”, “mira la vida”. Esto no deja de ser una realidad pero ciertamente las personas que están en una situación de pérdida de sus seres queridos, de su casa o su trabajo, buscan sentirse reconocido en el dolor y cuáles son cosas que pueden hacer para sentirse distinto. Hay una necesidad de sentir acompañamiento y qué viene después.   

 

G.L.: Además de la violencia, dado el contexto venezolano, ¿cuáles son los principales temas que abordan?

M.P.: En las manifestaciones del año pasado (febrero, mayo de 2014) dimos muchas orientaciones a través de los medios de comunicación, de modo que las personas sin necesidad de acercarse hasta el consultorio de los psicólogos pudieran recibir orientaciones generales de cómo aliviar su ansiedad.

 

Esa ansiedad puede ir desde lo más simple hasta lo más complejo y nosotros ayudamos mucho con este tipo de orientación. En 2014 parte de nuestros profesionales atendieron personas en sus consultorios privados sin costo alguno, dada la situación. Ellos están contactados para trabajar con nosotros.

 

G.L.: ¿Cuáles son actualmente las principales preocupaciones  de los venezolanos?

M.R.: La violencia es evidentemente ese primer gran disparador, y con ella encontramos que el temor, el miedo, el pánico se vuelve una constante. Yo siempre cito a la doctora Blanca Rosa Mármol de León cuando refería que “nosotros los venezolanos frente a los hechos de violencia estamos en una lista de espera”. Esto al final, que sin duda es una imagen dantesca, te genera una gran incertidumbre.

 

Para mí hay tres cosas básicas que mantienen el modelo de la angustia permanente: tiene que ver con la violencia, con el miedo y el manejo de la incertidumbre, lo que genera un sentimiento de rabia. El miedo sostenido desata la rabia y esto ilustra porqué, a causa de la presión y la angustia, personas en la calle responden reactivamente.

 

Sabemos que solventar estas situaciones no evita los motivos que generan violencia; pero sí buscamos mostrar posibilidades para que cada uno de nosotros pueda tener una respuesta más coherente con lo que vivimos. Esto es un proceso transitorio pero tiene cosos muy altos de nuestra salud mental, y cuando atendemos a las personas tratamos de dar una guía o fortalecer los recursos que cada quien tiene para seguir adelante en este estado emocional.

 

G.L.: ¿Las personas que asisten a los talleres tienen un perfil común?

M.P.: El perfil más común que tenemos son las madres en duelo, son las que más se parecen entre sí. Sienten un profundo dolor y una inmensa tristeza, una gran sensación de impotencia ante la impunidad; mucho temor por los otros hijos y el resto de la familia, vacío existencial, no tienen proyectos de vida y sienten culpa en algunas ocasiones; esto es muy común en las madres que han perdido sus hijos. El profundo duelo por la pérdida del ser querido y la sensación de impunidad, esas son las características que más se parecen.

 

Otro grupo de personas que tiene semejanzas, son aquellos quienes perdieron a sus familiares porque no fueron atendidos a tiempo en la enfermedad. Personas que murieron no por falta de buena atención, sino por no poder recibir el tratamiento, porque no consiguieron cupo en los hospitales o no tuvieron los insumos para atenderlos.

 

G.L.: ¿Tienen talleres específicos para las víctimas del  hampa común?

M.P.: Sí, todos los martes desde el año 2012 la doctora Katherine Cerón realiza dinámicas de grupo continuas, en el Hospital Universitario, para personas que están en duelo y se parecen entre sí ayudándose unas a otras. Ella es parte de Psicólogos Sin Fronteras y entre todos trabajamos en conjunto. 

 

G.L.: En una breve explicación, ¿cuáles son los pasos a seguir para sobrellevar un duelo por violencia en Venezuela?

M.P.: Las personas tienen que hacer una catarsis de sus emociones, todos debemos prestar oído a quienes han sufrido pérdidas. Hay pérdidas de bienes, de trabajo, de situaciones de estabilidad, económicas, de afecto… Nosotros nos restringimos un poco a pérdidas de seres queridos porque son las menos atendidas. Estas personas tienen que descargar sus sentimientos porque esa es la clave de la salud mental. Lo recomendado es seguir las rutinas diarias, realizar técnicas de relajación y salir del contexto en el que viven.

 

M.R.: Los familiares de esa persona que murió que llegan a nosotros, necesitan reconocerse y reconocer la situación que en que están como victimas también de este transcurso. Este proceso de reconocimiento entre personas que tienen elementos comunes genera una sensación de comprensión.  El examen que hagan de sí mismos, lo que les pasó y le contexto en el que viven, va a facilitar la reincorporación a la sociedad y ver que lo que pasó es una oportunidad para continuar.

 

G.L.: Desde el punto de vista psicosocial, ¿cuál es el diagnostico de los ciudadanos en nuestro país?

M.P. y M.R.: Mucha ansiedad, mucha incertidumbre, mucho miedo, poca confianza, una vulnerabilidad pasmosa, desasosiego… Esto acarrea por supuesto en crisis de pareja, crisis de relaciones sociales y familiares, incompetencias laborales y desgaste emocional. Estamos en un clímax de ansiedad sostenido y difuso.

 

G.L.: ¿Cuál es la responsabilidad del Estado ante esta realidad?

M.R.: Se supone que el Estado tiene que generar políticas que conlleven al desarrollo de la sociedad, pero encontramos que ante una situación como la que vivimos no hay políticas claras ni definidas. El bienestar de la población no está siendo un tema tratado por parte del Estado.

 

Pareciera que hay una posición de indiferencia instalada ante las situaciones que ocurren, pero no tenemos a simple vista las posibilidades de hacer nada. Esto en sí mismo es una confirmación de la ausencia de políticas sanas que faciliten la convivencia ciudadana y que liciten el estado de bienestar ciudadano.

 

M.P.: El Estado debe procurar una reconciliación nacional y un dialogo entre los ciudadanos. Y, por otra parte, debe defender realmente los derechos que tenemos los venezolanos, pues mientras no haya justicia no va haber posibilidad de reconciliación. El Estado debe velar por los ciudadanos cuando le sean violados sus derechos

 

G.L.: ¿Cuál es su análisis económico socio-político sobre la sociedad venezolana y la situación en el país a futuro?

M.R.: El Padre José Virtuoso decía: “En la medida que nosotros continuemos viviendo como vivimos vamos dejar de tener país”. Al final hay una pérdida colectiva y que va a tener secuelas muy importantes. Los venezolanos, aun siendo igualmente víctimas, no todos estamos en la misma indiferencia, para nosotros poder tener acción frente a este estado de descomposición necesitamos sumar esfuerzos.

 

Twitter: @psfvenezuela

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Guayoyo en Letras