Venezuela en Guerra

Por Luis Velásquez

@pepelo_lavd 

 

 

 

 

En los últimos años se han hablado de muchas guerras, económica, mediática, política, ideológicas y para usted de contar; en su mayoría son simples inventos estratégicos del gobierno, ya en decadencia, para enfocar la culpabilidad de todo cuanto anda mal en el país a otros menos a ellos y a su incapacidad, ya indiscutida para llevar con eficiencia las riendas de nuestro país hoy destruido. 

 

Las discusiones sobre un tema y el otro nos llevan a una pelea de argumentos vacíos, responsablemente digo que de lado y lado, desviando la atención del pueblo hacia los reales problemas, estrategia que sin duda ha contribuido a que el actual gobierno esté allí donde está; esa guerra ficticia ya cada día va perdiendo sin duda fuerza y la realidad está sobrepasando en gran medida a esa ficción creada por el gobierno y inútilmente alimentada por la oposición política.

 

La realidad es una sola, tristemente nuestro país vive una guerra, pero esa guerra no es ni económica, ni mediática, ni ideológica, estamos en guerra pueblo contra pueblo, y no me refiero a oposición vs gobierno, la guerra que vivimos es entre los venezolanos de bien y el hampa, hampa que hoy trágicamente está ganando ésta guerra sin control y se ha apoderado de las calles de nuestra Venezuela.

 

Para los que pudieran pensar que llamar guerra a la situación insegura que vivimos es una exageración, les traigo la definición de guerra del RAE: “Lucha armada entre dos o más naciones o entre bandos de una misma nación”. Creo que no se tiene la menor duda que la lucha diaria entre los venezolanos que no quieren ser una víctima más de las estadísticas de sangre y los hampones de todo tipo es una realidad actual; y me dirán: pero los venezolanos de bien no tienen armas. El arma de muchos son sus oraciones, sus escapularios y en muchas ocasiones, porque no admitirlo, armas blancas o de fuego también, ya que nunca falta el que ante ésta guerra pretenda andar armado para defenderse si se presenta un evento, decisión que no entraré a debatir solo que es forma parte de la realidad.

 

En fin, tenemos a una nación en guerra, con bandos armados, y que como en toda guerra también trae consigo muerte y sufrimiento; muerte que se viene siendo cotidiana y de la que se tienen cifras rojas iguales o peores que otras guerras que se han dado en el mundo. Por ejemplo, el conflicto armado colombiano desde 1958 hasta el 2012 habría causado casi 220 mil muertes, según el Centro Nacional de Memoria Histórica de ese país; es decir, en 54 años de conflicto armado murieron casi 220 mil colombianos, mientras que trágicamente en nuestro país desde 1999 hasta hoy -en los gobiernos Chavez-Maduro- van alrededor de 250 mil muertes violentas, según el Observatorio Venezolano de la Violencia (OVV). En tan solo 16 años se dieron en nuestro país más muertes que en el hermanos país en más de 54 años de conflicto armado, éste es un ejemplo de muchos que pueden darse en cifras, porque al calcular las tasas de homicidios estamos rompiendo récords mundiales en ese target.

 

Ante ésta indiscutida realidad no se puede tener la menor duda de que estamos en guerra y lo peor del asunto ha sido la incapacidad de los gobiernos Chavez-Maduro para cumplir su deber y cuidarnos del hampa. Y hasta en muchos casos que se han dado que el hampa misma está en control de algunas instituciones del gobierno que se suponen deberían garantizar nuestra seguridad; inseguridad que ahora llega a todos los niveles, hoy ni los policías están seguros, vienen siendo víctimas también del hampa que los asesina para robarle sus armas.

 

Por ahora, no queda más que encomendarnos a Dios y a nuestros santos cada vez que salimos a las calles, porque no se ve ningún plan realmente eficiente que esté volteando la papeleta. Solo vemos que ésta guerra desigual hoy la siguen ganando los hampones y no existe un final visible; debemos seguir todos luchando a diario por preservar nuestras vidas y la de los nuestros, tomando todas las previsiones que podamos y sobre todo entendiendo que no es un mito, ni una matriz mediática, Venezuela está en guerra.