¿Sobre qué puedo escribir hoy?

Por Alejandro Rodríguez Morales

@ajrodriguezm1

 

 

 

Sobre cosas que quieren gritarse pero que no pueden ni siquiera decirse.

 

Sobre la asfixia a que puede llevar respirar demasiado aire puro.

 

Sobre cómo va transcurriendo el día sin que la rutina se aleje demasiado de su aburrido carril de costumbre.

 

Sobre la luz del sol que no guarda coherencia con la tristeza de las páginas que siguen en blanco.

 

Sobre una canción que escuchamos en nuestro cerebro pero no somos capaces de identificar del todo.

 

Sobre el almuerzo que fue otro más del promedio pero que sabemos que debe agradecerse porque hay niños que no comen.

 

Sobre lo que quisiéramos hacer y los lugares en que quisiéramos estar pero nuestros compromisos y obligaciones nos lo impiden.

 

Sobre paisajes imaginarios donde sentarse a ejercer ese oficio nunca suficientemente valorado de la contemplación.

 

Sobre el número de veces en que se ha visto el reloj durante el día y lo lento que va el tiempo según aumente la frecuencia con que sea vean las agujas.

 

Sobre la envidia que le tenemos a la libertad de los perros callejeros y a su vida sexual prolífica.

 

Sobre las ganas que tuvimos de mandar a callar las voces de los arrogantes y sin embargo fuimos nosotros los que guardamos silencio para no ser uno de ellos.

 

Sobre las llamadas que no quisimos contestar porque no fuimos capaces de apretar el botón de nuestro ánimo.

 

Sobre el deseo de renunciar a todo y dejarse arrastrar por una corriente definitiva.

 

Sobre la posibilidad de haber tenido pensamientos que pudimos haber sacado a pasear pero que lamentablemente no hemos logrado recordarlos.

 

Sobre cómo es verdad que el jardín de al lado siempre nos parece más verde a pesar que ese verdor se deba al moho que se ha ido acumulando en él.

 

Sobre la atracción que ejerce en algunos de nosotros la oscuridad definitiva y el silencio irreversible.

 

Sobre el tiempo que pasamos dentro de un vehículo atascados en el tránsito y llegamos a pensar en irnos caminando.

 

Sobre el café que queríamos tomarnos luego del almuerzo pero el reloj nos tomó por la muñeca para impedirnos llegar tarde.

 

Sobre una mujer hermosa que he visto en la calle y me ha dejado inmóvil.

 

Sobre un cálculo estimado del número de pares de zapatos que hemos usado durante nuestra vida y todo lo que hemos conocido gracias a ellos.

 

Sobre las noches en que decidimos hacer algo mejor que encerrarnos en una habitación y supimos regalarle la luna a nuestros ojos.

 

Sobre algo que leímos, posiblemente un poema, que nos hizo sentirnos menos solos.

 

Sobre escribir unas pocas líneas para responder a la pregunta de aquello sobre lo que puede escribirse un día cualquiera también con la esperanza de sentirnos menos solos.