Blindados hacia afuera ¿Y hacia adentro?

Por Alfredo Yánez Mondragón

@incisos

 

 

 

Llama la atención, en positivo, que ante los actos desesperados de quienes “se saben” perdidos haya una respuesta inmediata, y sin aspavientos. Mensaje claro y diáfano de resolución, de estrategia metódica en función de acatar la norma sobrevenida, con el firme propósito de ganar las elecciones.

 

Sin ánimos de perder tiempo, se anunció que con una mínima revisión de los consensos, se logrará la paridad solicitada; es decir, se minimiza la pretensión, se la valida, y se obvia la propia declaración institucional, que califica a la medida extemporánea de inconstitucional.

 

También se ha anunciado que para los siguientes obstáculos en el camino también habrá respuesta inmediata. Eso es plausible, porque habla a las claras de una intención sin desvío, de una propuesta a prueba de impedimentos.

 

Puertas adentro la situación debe ser similar. Los integrantes de la Mesa de la Unidad Democrática, deben tener un equipo de trabajo a tiempo completo diseñando un plan que garantice la unidad electoral en aquellas regiones en las que los consensos no fueron capaces de permear hacia la gente, y se quedaron solo en el reparto por alícuota partidista.

 

Así como ha habido rapidez y reacción inequívoca respecto a las tropelías gubernamentales y su ministerio de asuntos electorales, debe haberla también frente al reclamo, en buena medida justo de habitantes y electores que se sienten burlados por designaciones sin arraigo.

 

Los análisis de debilidades, oportunidades, fortalezas y amenazas (Dofa) que se realizaron deben estar comenzando a validarse en cada circuito, y eso hablaría de una planificación real; atenida a reacciones formales e informales, que podrían significar en algunos casos una fisura en la llamada alianza perfecta.

 

El sentido democrático va mucho más allá de la imposición, la sumisión, el acatamiento y el silencio. El sentido democrático implica rectificación, revisión, validación y ajuste; porque ese mismo sentido que permite la operación política para satisfacer las complejas normas recién anunciadas, sin minar la capacidad de acuerdo de la alianza; debería permitir la operación política sensata que determine una representatividad política real; por arraigo y por auténtica conveniencia; sin que se perciba –ni de lejos- un reparto partidista.

 

Ha quedado visto, por las reacciones iniciales, que la unidad está blindada contra los dardos que vengan desde fuera; será muy bueno demostrar que también lo está para entender que tiene sentido revisarse y corregir.