Cuba comienza recuperación económica
Por Sarai Ortega
@saraiortega
Cuba comienza su recuperación económica y lo demuestra al mejorar la relación diplomática con Estados Unidos. A través de un acuerdo entre ambos países se podría plantear la posibilidad de nuevas inversiones en la isla.
En 1959, comenzó el éxito de la revolución cubana y con ella los nuevos cambios en la reforma agraria, la eliminación de las empresas privadas de origen extranjeras y el camino de este país hacia el socialismo. A los norteamericanos no les agradó esto en lo absoluto, puesto que Cuba está muy cerca de ellos y su sistema socialista iba en contra del sistema capitalista estadounidense de aquel entonces. Desde ese momento, por medio de un bloqueo económico sobre Cuba, apartaron a la isla de los intercambios comerciales que pudiese realizar con otros países.
En la actualidad se observa como ese muro entre ambos países se ha ido destruyendo poco a poco. Esto se ha demostrado con la participación del país caribeño en la Cumbre de las Américas, con las conversaciones entre el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y Raúl Castro; y sumándose a esto la apertura de las embajadas en ambos países.
Los estadounidenses no son los únicos interesados en invertir en la isla, españoles, holandeses, franceses, entre otros, también quieren subirse en ese barco de inversiones. Abierto el comercio con Cuba se asoman una gran cantidad de proyectos, como por ejemplo, el sector del transporte marítimo, la pesca, el turismo y la tecnología.
A simple vista, todo suena muy prometedor, pero no es un secreto que ya en un momento Cuba les abrió las puertas a otros países y en cuanto lo vio conveniente retiró a todas las empresas privadas extranjeras. Las preguntas que surgen son: ¿se puede invertir en Cuba sin temor a que se repitan las confiscaciones como en el pasado? ¿El capital e inversión de un empresario están protegidos?
Los países deben ser conscientes de que en todo negocio hay riesgos, pero en este caso son mucho mayores; aunque por momentos se vean grandes oportunidades, actualmente son más los contras que los beneficios. Es necesario recordar que los negocios con Cuba serán bajo las reglas, no solo de Raúl Castro, sino también de Fidel Castro, quien ha demostrado no temblarle la mano al momento de tomar decisiones abruptas cuando algo no le parece adecuado o beneficioso para su país.
Querer recuperar la democracia y el libre comercio demuestra que quizás sí haya posibilidades de invertir en la isla sin salir perjudicado. No obstante, esto no solo se trata de la oportunidad de invertir en Cuba, también se trata de la reconstrucción de un país que durante años ha sufrido las consecuencias políticas, sociales y económicas de las malas relaciones de sus gobernantes con otros países.
