La realidad y la crisis humanitaria
Por Luis Velásquez
@pepelo_lavd
Se sigue hablando por parte del gobierno de una guerra económica, aseguran que todo lo que hoy vivimos en el país es culpa de la oposición y de grupos paramilitares que quieren sacarlos del poder; se mantiene una retórica que cada día va perdiendo fuerza pero la realidad que se vive en la calles está sobrepasando la realidad ilusoria que se vende por los medios del gobierno y al venezolano ya el discurso no le llena la barriga ni le solventa los problemas, tan fuerte es la pérdida de efectividad del discurso del gobierno que ya no le está alcanzando a los ciudadanos ni para resguardar un poquito aunque sea de esperanza por un futuro mejor, hoy la incertidumbre y la desesperanza le está ganando espacio a las matrices efímeras e irreales del gobierno.
En mi lógica está perdida progresiva y diría que en el corto plazo total de efectividad del mensaje del gobierno en poder tener incidencia en la población es uno de los factores que aceleran el descalabro de Maduro y su gobierno; en los años anteriores el expresidente Chávez logró una conexión fuerte con una porción del país que creía todo lo que éste decía y lo convirtió en un comunicador influyente, esto le permitía al gobierno combatir mediáticamente todas sus debilidades, creando una realidad paralela que se sentía verdadera para ese grupo de venezolanos, dándole gran control poblacional y quietud a las masas.
Sin duda el monopolio de medios con el que cuenta Maduro es más grande que el que controló Chávez, pero como decía aquella propaganda ideada por el estratega JJ Rendón “Maduro no es Chávez”, y a pesar de tener todos los medios que desee el discurso de Maduro causa el efecto contrario en esa parte del pueblo que le creía todo al extinto presidente; cuando Maduro habla lo que causa es desconcierto, incertidumbre, desconfianza y ojo no solo en la oposición o en el empresariado, causa ese mismo efecto en la población que aún se hace llamar chavista pero que le cuesta cada día más sentirse parte de un madurismo vacío y yerto.
La realidad es mayoría, muchos podrán ser de oposición, chavistas, maduristas y unos que otros indecisos, pero la mayoría de los venezolanos hoy aceptamos la crisis y sabemos que estamos viviendo mal; más allá de que unos culpen a los otros de este mal vivir que nos atormenta, no hay dudas de esa realidad mayoritaria. Realidad que como les hablaba en las líneas anteriores sobrepasó la utopía socialista y ese desborde de verdad se siente en las calles, muestra de eso son los varios saqueos y conatos de saqueos que se registran a diario en todo el país y los intentos infructuosos del gobierno de Maduro por frenarlos y sobre todo de culpar a la oposición de ellos.
Sin querer ser pregonero de la tragedia, todo lo que me he permitido analizar con ustedes me lleva a la conclusión de que nuestro país vive momentos muy tensos, estamos caminando sobre yesca con gasolina en la oscuridad, siendo guiados con velas encendidas que ante cualquier tropiezo todo se enciende, la inseguridad, la inflación, la escasez desde una harina hasta una aguja y la poca maniobrabilidad del gobierno madurista nos enfila hacia una tragedia más allá de lo político, económico o social, nos dirigimos a una tragedia humanitaria, donde simplemente llegará el día que no habrá ni una sopa maggy que llevarse al estómago.
Veremos qué pasa, ojala el pueblo reencause a nuestra nación y la oportunidad de oro la tenemos el 6D, donde podemos crearle un fuerte contrapeso al gobierno y forzarlo a dejar la rigidez ideológica permitiendo crear estabilidad en todos los niveles, porque si seguimos dominados por una sola corriente que se empecina a seguir yerta en ideas la crisis humanitaria de las que le hablé sería solo cuestión de meses luego de ese 6D o incluso muchos dicen que es posible que suceda antes; esperemos que el 6D llegue primero para así poder buscarle remedio pacífico a este berenjenal en el que nos metió ésta ingrata revolución.
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