La frontera como espejo
Por Alfredo Yánez Mondragón
@incisos
Que triste haber tenido que llegar a evidenciar frente al espejo de los terribles acontecimientos en la frontera con Colombia la realidad que ha sacudido a Venezuela durante los más recientes diecisiete años. De poco valieron las advertencias, los diagnósticos, las comparaciones históricas, los consejos desde la experiencia, las “predicciones”… Hubo que presenciar la sinrazón para descubrir, desde la impotencia el lado más cruel de esta verdad.
El ciudadano delincuente es una de las premisas de este modelo que degrada y humilla. Pasa en la frontera, lo mismo que las ciudades donde opera el chip de la gasolina, pasa con la persecución por el uso de los “cupos” de viajero, pasa con la compra de pañales.
La omisión del Estado frente a la realidad es otra de las características de este modelo, vivida desde el inicio, mostrada con crudeza por estos días. El Estado finge actuar apegado unos preceptos que solo él conoce, que él mismo diseñó para atropellar. De poco valen las argumentaciones -propias o extrañas-, de poco vale la evidencia y los testimonios. El Estado se inventa una historia, la cuenta e intenta hacer crecer que esa es la historia real. Pasó con la enfermedad del autor del legado, pasó con las denuncias de atentados, pasa todos los días con la escasez, la inseguridad, las estadísticas oficiales.
También en ese espejo de la frontera se ve a un pueblo sumiso, que en su momento se hizo cómplice de cuanto pasaba, en la creencia de que la venganza, la revancha, el reconcomio, el ventajismo, lo “fácil”, la trampa es bueno, por encima de la formación, la preparación, lo legal; y ahora; precisamente por la aceptación de lo primero, se ha convertido en víctima del círculo vicioso de un chantaje sin escrúpulos; que cobra con intereses de usura aquellos “favores” concedidos.
El espejo de la frontera es muy cruel por la precisión con la que evidencia la pasividad de unos referentes políticos que suelen minimizarlo todo a la mínima expresión de un voto; en divorcio con otras formas de expresión popular, con otras manera de relacionar sentimientos, con otras fórmulas para establecer verdaderos nexos entre la gente y sus necesidades y la política efectiva que puede hacerse con o sin curules o cargos de por medio.
El espejo en forma de conflicto fronterizo abarca también la realidad desde la perspectiva de lo internacional. Un mundo que observa, que lee antecedentes, que queda estupefacto con las imágenes; y solo es capaz de advertir, de murmurar alguna frase, sometidos a una diplomacia que apacigua; sin levantar la voz con la fuerza de la autodeterminación de los pueblos; que no existe para censurar y callar, sino para blandir con ímpetu los más elementales derechos a la libertad.
El drama de la frontera, cerrada por diez, treinta o 90 días, es el drama de un país secuestrado por una institucionalidad ensamblada para hacer ver como legal cualquier tropelía; es el drama de una sociedad inducida a sobrevivir y luego castigada por intentar hacerlo.
La improvisación, la desfachatez, el desatino; acompañados de la política ganada solo al discurso y la narrativa sin arraigo; están presentes en la frontera, como en el resto del país, que padece desabastecimiento, inseguridad fallas en los servicios públicos, inflación, corrupción, mal manejo, burla y humillación de parte de un poder político enquistado; vuelto mafia.
Allí en la frontera, además, el espejo refleja a unos hombres de uniforme que perdieron el honor; que entienden su servicio no para la patria y los ciudadanos, sino para los intereses de algunos de sus superiores; ignorantes de la decencia, el sentido común, del ser humano.
Espejo cruel el de la frontera. Como todos, no hace sino reflejar verdades. Verlo o no verlo, es la decisión que tenemos que tomar como país. Algunos quieren taparlo, valiéndose de trapos rojos compartidos; dependerá de quienes lo vemos con claridad; asumir sus verdades y actuar en consecuencia.
- Lo que hay que saber sobre la declaración de ley marcial en Corea del Sur - 4 diciembre, 2024
- Bitcoin, imparable: a cuánto puede llegar su precio en medio del “efecto Trump” - 24 noviembre, 2024
- El extraño caso del hombre que estuvo desaparecido 30 años, reapareció con la misma ropa y no recuerda qué le pasó - 2 septiembre, 2024