De izquierda a derecha, de derecha a izquierda
Por Jorge Flores Riofrio
@FloresRiofrio
Ahora que el Kirchnerismo perdió las elecciones en Argentina, el fracaso de las políticas de los “Izquierdistas latinoamericanos” empieza a pasar facturas. Estamos ante una nueva visión geopolítica, que si no definimos correctamente, nos hará permanecer en el mismo estado, que no ha permitido a nuestra región, salir definitivamente del atraso y la pobreza.
Debemos hacernos consientes que en Latinoamérica, la izquierda del siglo XXI, no es más que una transformación del populismo, puesto que sus propuestas económicas y sus discursos, han estado basados en los subsidios sociales clientelistas, que podían financiar hasta hace unos años, logrando comprar seguidores que les permitían afianzarse en el poder, algo que al presentarse la crisis, no pudieron continuar, perdiendo así popularidad, desgastándose hasta verse reducidos en los espacios políticos.
Un ejemplo de ello es Brasil, que ha demostrado ser en economía un tigre de papel. Hace unos años parecía robusto, pero que hoy muestra peligrosas fisuras, que se evidencian en los escándalos de Petrobras y la deceleración de su crecimiento económico, que han herido la popularidad del partido de gobierno, como lo hizo con los Kirchner.
En Argentina, lo que ocurrió en las últimas elecciones, no fue una victoria de la derecha, sino de la racionalidad y la institucionalidad en contra del populismo, porque si analizamos los basamentos ideológicos de los Kichner, “El Peronismo”, no tiene una tendencia marcada, puesto que Juan Domingo Perón, simpatizaba con las políticas Nazis y apoyó a la España de Franco en su momento más duro luego de la Segunda Guerra Mundial, algo que lo puede catalogar como un hombre derechista, aunque también fue un fuerte defensor de la clase trabajadora, tristemente fácil de alumbrar por las ayudas sociales.
El nombre de Perón ha sido utilizado, de izquierda a derecha y de derecha izquierda, porque su verdadero rostro, es la cara del populismo, lo cual es uno de los enemigos principales de nuestros países, al que tenemos que hacerle la guerra, usando como armas el incentivo de la conciencia republicana y democrática, para que los bocones, indiferentemente que se llamen izquierdistas o hombres de la derecha, no encuentren formas para llegar nuevamente al poder y seguir desbancando nuestras naciones heridas por la infamia.
Venezuela está cerca de su oportunidad para volver a comenzar, no permitamos que los populistas, que lamentablemente se encuentran infiltrados en la MUD, esperando su oportunidad para practicar su forma de política clientelista, hagan de nuestro país nuevamente, un país embobado por palabras, incapaces de ejercer las libertades que tanto nos han costado conseguir.
