Haz tu contribución

Por Carla de Sánchez

@carladesanchez

 

 

 

Estas elecciones son una oportunidad de oro para iniciar un cambio en los poderes. Ciertamente enfrentamos muchos desafíos pero ojalá estos no sean más grandes que tu voluntad de hacer tu parte por tu país.

 

He oído y leído infinidad de comentarios con respecto a estas elecciones. Algunos, hacen referencia al pasado, como una forma asegurar que no es posible hacer cambios y que emocionalmente no están listos para afrontar otra derrota. El otros extremo es aquellos que hablan de la gran ventaja numérica que tenemos quienes queremos otra forma de gobernar, por lo que la victoria es prácticamente segura.

 

No soy analista político pero sí una ciudadana que por sobre todas las cosas ama a esta hermosa tierra que es Venezuela. También tengo amplia experiencia en la conducta humana y sobre ella me gustaría hablar.

 

Cuando enfrentamos un reto que creemos superior a nosotros tal vez sintamos que nuestras fuerzas no son suficientes o que la situación se presenta con demasiada desventaja y entonces es preferible abandonar, no intentarlo. Esto es lo que se conoce como “anticipación negativa”. Entonces, la acción más cómoda es criticar y justificar la no acción e incluso desanimar a quien tenga impulso, fe y entusiasmo. Es una especie de mecanismo de defensa para no exponernos a un posible dolor o frustración futura.

 

Por otra parte, hay personas que tienen dificultad para ver que tienen un poder de influencia sobre el colectivo. Creen que una sola persona no hará la diferencia, así que asumen el rol de espectador, en lugar de ser protagonista.

 

Finalmente habemos los que creemos que hay una corresponsabilidad sobre el colectivo y que si queremos algo debemos hacer nuestra parte para que ello ocurra. Confío que en este grupo estamos la mayoría de los ciudadanos.

 

Desde el punto de vista de país, todos sabemos el gran nivel de polarización que hay y los graves problemas económicos y sociales que atravesamos.   Este es un momento definitivo que nos exige la participación y si, es cierto, hay riesgos emocionales e incluso físicos, pero es la única opción que tenemos los que somos gente de paz. 

 

Otro elemento adicional es que somos un pueblo que le damos mucha fuerza a las predicciones, sentimos una urgente necesidad de que alguien nos diga que va a ocurrir como si el futuro ya estuviese escrito y no hubiese nada que hacer sino esperar los acontecimientos. Aquí si debo decir que estoy en total desacuerdo. Se que el futuro tanto individual como colectivamente el resultado de las decisiones que se toman y acciones que se llevan a cabo. 

 

Quiero un cambio de gobierno y al mismo tiempo respeto profundamente a mi hermano venezolano sin importar su preferencia política. Creo que merecemos vivir en paz, con bienestar, salud, justicia y libertad. Por todo esto voto y lo haré todas las veces que sea necesario. Y si esto trae consigo el riesgo de que luego llore porque no ocurrió lo que quería, pues por amor a mi país asumo ese riesgo.

 

Creo que Venezuela ha sido una tierra muy generosa, nos ha dado un montón de cosas y ahora mismo requiere de nosotros, de una acción que puede producir ese resultado que deseamos muchos venezolanos. Así que por amor a tu país, por gratitud a todo cuanto haz recibido de Venezuela, te invito a –una vez más- intentarlo, con lo mejor que tenemos, nuestra participación y corresponsabilidad,  con todas nuestras fuerzas y esperanza. Contamos con tu voto.

 

Por otra parte, si estás fuera de nuestro país por lo que no te es posible votar, igual puedes dar tu contribución. Dedica ese día a una jornada de oración por Venezuela, agradeciendo la transformación en paz, la evolución y la prosperidad. Imagina todas los atributos que quieres ver en este país como si estuviese ocurriendo en este momento. 

 

¡Vamos! Haz tu parte. Esta maravillosa tierra de gracia te necesita. Dios bendice a Venezuela.

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