Cheque en blanco

Por Reuben Morales

@ReubenMorales
 

 

 

“…el mayor peligro para la libertad de expresión y de pensamiento no proviene de la intromisión directa del ministerio de información o de cualquier organismo oficial. Si los editores y los directores de los periódicos se esfuerzan en eludir ciertos temas no es por miedo a una denuncia: es porque le temen a la opinión pública. En este país, la cobardía intelectual es el peor enemigo al que han de hacer frente periodistas y escritores en general.”

George Orwell.

Me había reservado una anécdota que viví en noviembre por el bien de no desviar esfuerzos para que la MUD ganara las elecciones. Sin embargo, me parece pertinente compartirla ahora. A mediados de noviembre recibí una llamada de la Mesa de la Unidad. Quien me habló, dijo que estaban invitando a artistas y personalidades públicas a grabar videos, en un estudio, llamando a la gente a sumarse al cambio. La condición: “Puedes decir lo que tú quieras”. Le pedí unos minutos y le dije la llamaría en un rato. Me tomé un tiempo para analizar la propuesta. Me vino a la mente una enseñanza que me dieran en algún momento: “Ten cuidado con vincularte abiertamente a una tolda política, pues se vería afectada la condición de libre pensador crítico que debe tener un humorista”. Si bien tuvo un peso importante esta reflexión en mi cabeza, la coyuntura me obligaba a hacer una excepción para virar a mi país de la hambruna y la pobreza a la que se dirige aceleradamente. Además me ofrecieron “decir lo que yo quisiera”. Eso fue lo que realmente me convenció. ¿La opción política que busca salvar la democracia me invita a apoyarlos ofreciendo a cambio libertad de expresión? Ecuación perfecta. Convencido, devolví la llamada y les dije que contaran conmigo.

 

Fui el día pautado y esto fue lo que dije en la grabación: “Hacer colas me hace feliz porque hago nuevos amigos. La escasez de medicinas me hace feliz porque le enseño a mi cuerpo a autosanarse. El narcotráfico me hace feliz porque pronto tendremos una selección de fútbol como la de Colombia en los noventa. Pero ya estoy harto de estar feliz. Quiero estar un poco triste. Por eso los invito a votar… por quien quieran, pero voten. Votar te permite elegir opciones sin que te las impongan. Es lo que sueño que hagamos un día con el cantante Pitbull para que no nos imponga más dúos. ¿Se imaginan que pudiésemos votar por el próximo dúo de Pitbull? Todos los venezolanos iríamos a las urnas y a las 10 de la noche Tibisay diría: ‘Y el ganador es… Simón Díaz’. ¿Se imaginan un dúo de Pitbull y Simón Díaz…?”. Es ahí cuando canto una versión de La Vaca Mariposa entre Pitbull y Simón Díaz, imitándolos a ambos. Los presentes en el estudio rieron mucho y me felicitaron por cómo llamé a votar con humor.

 

Salí de allí triunfador y esperando ver el video en las redes para compartirlo. Pasaron unos días y me escribe la misma persona de la MUD: “Mira, Reuben, hubo un problema con tu video. ¿Podrías grabarlo de vuelta?”. La llamo y le pregunto cuál fue el inconveniente. Me dijo que Chúo Torrealba había visto el video y no le pareció pertinente publicar algo en donde hicieran humor con un fallecido y menos tratándose de Simón Díaz. Con respeto y serenidad le dije que no pensaba volverlo a grabar pues había confiado en su promesa de libre expresión. Pasé rabia, frustración e indignación. ¡Mi mensaje dice que la mayoría de los venezolanos eligen a Simón Díaz! ¡Lo estoy elogiando! Pero ellos solo vieron esto: Risa + Simón Díaz = burla a Simón Díaz. Ese día terminé de confirmar lo que pienso: los buenos no son 100% buenos ni los malos son 100% malos.

 

A pesar del incidente, voté por la MUD pues se parece mucho más al país que deseo. Sin embargo, viendo las muestras actuales de revanchismo y venganza en la Asamblea, siento debemos tener cuidado cuando la desesperanza, la fe y el resentimiento se convierten en el principal motor de nuestro sentimiento político. Ya nos ocurrió en 1998 y los resultados están fresquitos. Con nuestra tasa récord internacional de 90 asesinatos por cada 100 mil habitantes, echarle más leña al fuego es la peor opción. Podemos terminar pagándola todos… sí, todos. Con los políticos nunca debemos perder el ojo crítico. Es muy delicado dejarles firmado un cheque en blanco.

 

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