La enmienda no es la vía
Es necesaria la salida de Maduro

0 es-necesaria-la-salida-de-maduro

 

Venezuela vive un proceso de decadencia en todos los aspectos, es popularmente llamado  crisis, a pesar de que conceptualmente no es correcto. Crisis es un cambio de tendencia de un proceso y el país ha mantenido por más de tres décadas un proceso de decadencia que no se le ve fin. El epicentro de esto es el agotamiento del Modelo Rentista Petrolero, manifestado en una disminución inercial de nuestros volúmenes de producción petrolera desde 1978, cuando llegamos a los 3,7 millones b/d. Vivimos la década de los 80 y 90 en decadencia o crisis como se suele llamar, tanto que creo un sismo político que destruyo los partidos políticos tradicionales de la época (AD y COPEI) e irrumpió el Chavismo como una avalancha política y social incontenible en busca de un cambio radical a través de la gastada palabra revolución.

El Chavismo no cambio el modelo rentista del petróleo, sino la estructura de distribución de la renta del estado a través de un populismo económico rampante y descarado. El agotamiento del modelo  fue disimulado por el aumento de los precios del petróleo desde el 2004 a junio del 2008 cuando alcanza su máximo histórico de aproximadamente 150 $/b; a partir del 2009 los precios  empezaron a descender para sostenerse alrededor de los 100 $/b; el estancamiento no llamo a la prudencia y el país se siguió endeudando para alcanzar el Shambala ideológico y sin definición del Socialismo del Siglo XXI, bajo la esperanza de que los precios repuntarían en cualquier momento.

En el último trimestre del 2014 los precios del petróleo literalmente se derrumbaron y ya nuestra capacidad de endeudamiento había llegado a su nivel máximo, por esto el presidente Maduro dijo su célebre frase en su rendición de cuenta a la Asamblea el 2015 “Dios proveerá”. Realmente el 2015 fue un año duro, pero Dios proveyó y a pesar de tener todas las alarmas prendidas y en rojo, no se hizo nada. Ni siquiera se siguió la filosofía de Eudomar Santos “como vaya viniendo vamos viendo”, porque a pesar de que los precios del petróleo descendían con fuerza, no se hizo nada.

Hoy Venezuela requiere cambios profundos desde el punto económico, pero vemos un gobierno autista encerrado en sus cuatro paredes con los mismo aduladores de siempre; oímos a un gobierno que a pesar  de saber que tiene un gran rechaza popular sigue en su posición terca de insultar y agredir, envalentonado porque consiguió un TSJ a su mediada, violando abiertamente el debido proceso, todo recato y la moral. En lo personal pienso que el gobierno es una pandilla de bandoleros aferrados a un botín por su avaricia, y no quiere dejar el poder para no ser juzgado socialmente y por determinadas actuaciones podría llegar a ser penal este juicio.

Estoy convencido que un primer paso para ir saliendo penosamente de esta coyuntura es con la salida del Presidente Maduro que está adelantando la estrategia expresada por Giuseppe Tomasi di Lampedusa, denominada “Gatopardiana”, cambiamos todo para que nada cambie. Maduro adelanta una estrategia de distracción haciendo políticas sectoriales en vez de hacer cambios de política, y en especial de la económica. Es una política de distracción que quizás está esperando para dar sus movimientos más arriesgados de destrucción nacional, por la decisión írrita  de respaldo del TSj al “Decreto de Emergencia Económica”.

Solo hay tres vías validad para adelantar la salida del Presidente Maduro: un Referéndum Revocatorio; una Asamblea Nacional Constituyente; y adelantar un movimiento nacional para solicitar la renuncia del presidente. Este último no lo considero valido, porque no es un mecanismo de presión real para el presidente, sino moral y cómo actúan inmoralmente podemos prever su desenlace.

Uno de los principios jurídicos básicos es la no retroactividad de las leyes, salvo en cuestiones penales, por lo que una enmienda a la Constitución con relación al período presidencial no tendría efecto sobre el período presidencial que actualmente cumple Nicolás Maduro. En lo personal considero que la que es una necesidad disminuir el período presidencial a cuatro (4) años, pero esto no tendría efectos retroactivos sobre el actual presidente de la república que fue elegido por seis (6) años y este período no puede ser alterado mediante una enmienda.

(Visited 268 times, 1 visits today)

Guayoyo en Letras