¿Ha fracasado en su vida? Triunfe con su muerte

Henry salió esta mañana de su casa con un único propósito, finalizar su vida. Tomó el autobús como de costumbre, sin embargo, esta vez hizo una parada inusual, una que quedaba a cuadra y media de “La tienda de suicidios”.

El negocio relucía, era el más rentable en toda la ciudad. Y no era para menos, en un mundo donde la depresión es reina y la felicidad no existe, la muerte parecía una salida feliz, por irónico que parezca.

“Ha fracasado en su vida, triunfe con su muerte”, es el lema. Al entrar a la tienda, te recibirá ‘Monsieur Tuvache’  con gran amabilidad, para ofrecerte cualquier cantidad de métodos, si quieres celebrar tu muerte por todo lo alto. Tienes desde sogas, hasta cualquier tipo de veneno, pasando por armas de fuego y demás.

 

¿Esta historia existe?, no en la vida real. ¿Existe Henry?, sí. ¿Existe la tienda de suicidios?, sí, es una novela adaptada posteriormente al cine francés animado, titulada precisamente ‘La tienda de suicidios’.

En Venezuela y en el mundo se ha estigmatizado el tema del suicidio, ¿por qué? Porque el simple hecho de mencionar que acabarás con tu propia vida es signo de que algo anda mal, pero ¿qué sucede cuando lo que está mal va más allá de tus posibilidades?, ¿y si tu entorno te forzó a llegar a los límites del suicidio?

Tal es el caso de Ana María Perdomo, un ama de casa venezolana de 62 años, quien no soportó más y se suicidó luego de que le diagnosticaran ‘Linfoma de no hodgkin’;  cáncer que comienza en las células llamadas linfocitos, lo que es parte del sistema inmunológico del cuerpo. El linfoma suele ser muy agresivo y uno de los más difíciles de tratar.

Augusto hijo de Ana María, habló con El Estímulo, sobre el suicidio de su madre y explicó que este no fue un caso aislado en su familia “Desde 2014 nosotros tuvimos a una tía con cáncer de seno y movimos cielo y tierra para adquirir los medicamentos de la quimioterapia que aquí están desaparecidos. Algunas dosis de Cardioxane y de Abraxane se las compramos entre todos con un vecino colombiano que viajaba a Barranquilla. Tuvimos que recoger bastante plata para que pudiera pagar el pasaje de avión, porque ya no podía ir por tierra con la frontera cerrada. Mi mamá vio de cerca el padecimiento de Josefina, su hermana de crianza, saltando entre la Unidad de Mastología y la Unidad Oncológica Klever Ramírez Roja, que son unos peladeros de chivos, entre equipos malos, cero reactivos y la cola de gente esperando a ver si llegan las medicinas. Nosotros hasta nos montamos en los autobuses recogiendo plata y mamá vendió tortas e hizo rifas. En todo momento se mostró optimista y colaboradora, pero en los últimos meses creo que también se deprimió. Josefina estaba cansada y le decía a todo el mundo que quería morirse ya. Aquello fue deprimente para todos”.

Este es uno, de los muchos casos de suicidio que han sido registrados en el país a lo largo del 2016, sin embargo, acceder a las estadísticas actualizadas de estos datos es realmente difícil o casi imposible. No obstante, el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) contiene la data hasta el año 2012, que fue proporcionada por el Centro de Investigaciones Penales y Criminalísticas (CICPC).

Para comenzar, tenemos las causas por las cuales los venezolanos se suicidan, clasificadas en 11 categorías.

Como podemos ver, la principal causa es la depresión, seguida inmediatamente por disgustos familiares y en tercer lugar amor contrariado, con lo que se refiere a despechos por no ser correspondidos, no por divorcios, estas tres primeras solamente ocupan el 42% de la población estudiada, finalmente está el temor a la condena como última representado por el 1,01%. Los individuos registrados fueron 788 personas para el año 2012. Datos proporcionados por el Sistema de Consulta de las Estadísticas Vitales del INE.

En el caso de Ana María podríamos decir que lo causó su suicidio fue la depresión, según Augusto: “A mi mamá no la mató su cáncer sino toda la mierda que pasamos con mi tía para ver si se curaba.”

Otra de las clasificaciones, por las que es interesante ver este tema es el estado civil de las personas que se suicidan.

Ser soltero, encabeza la lista cuando vemos el gráfico, ya que 3 de 4 personas que se suicidan no vivían con una pareja, ni se habían casado nunca. Por el contrario, vemos como las personas viudas, separadas o divorciadas son las que menos tienden a suicidarse. Estos datos mezclados con los anteriores nos indican, que quizás la soltería o la soledad pueden aumentar la depresión o incluso agravar los problemas familiares.

 

Cáncer en Venezuela

En el 2012, según la estadística del sistema de Registro Central de Cáncer, fueron notificados 42.046 casos (excluyendo el cáncer de piel) a lo largo del territorio nacional. En cuanto al cáncer infantil, para el mismo año, se estimaron en 1.508 casos y 419 las defunciones registradas en menores de 15 años; además las leucemias dominan considerablemente sobre las otras localizaciones de cáncer representando el 36% de la población total de niños con la enfermedad, seguido de los tumores malignos del sistema nervioso central que representa un 11% y los linfomas que son cerca del 10%.

Del Valle Guaica, enfermera del Hospital Universitario Luis Razzetti en la ciudad de Barcelona, declaró de la misma manera para El Estímulo “La espera y la discapacidad hacen que (los pacientes) se depriman, y entonces llegan con que se tragaron un frasco de veneno, lejía o un cóctel de Preveral con algún barbitúrico, cuando se consiguen. El mes pasado llegó una muchachita de diecisiete años que se metió ella misma varias puñaladas: le dijeron que tenía VPH y se volvió loca. ¿Cómo no van a aumentar las enfermedades de transmisión sexual sin no hay condones o cuestan un realero? Yo creo que las mujeres sufren más. De este no se habla, pero muchas preñaítas menores de edad se ahorcan y se meten toda la droga que pueden hasta matarse. El que no puede irse del país, se va de otra forma.” Finalizó su relato.

Y de esta forma es que se fue Ana María, con una carta de despedida para sus hijos, pero en la que se reflejan muchos venezolanos que hoy ya no están, que eligieron que su mejor destino era la muerte, esa en la que no sabemos que hay, pero que al final ¿será peor que lo hoy estamos viviendo?