A dos meses de final de año, el camino sigue siendo incierto
Editorial #328 – El plan B

editorial-328

El 4 de marzo, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) anunció que iba a trabajar simultáneamente en cuatro vías constitucionales para lograr el cambio político este año. Sin embargo, en cuestión de días, todos los esfuerzos de la oposición se centraron solamente en una de ellas, el referendo revocatorio, dejando a las otras tres (la renuncia, la enmienda y la Constituyente) olvidadas.

A medida que fueron pasando las semanas, quienes considerábamos que concentrar todas nuestras fuerzas solamente en la realización de un referendo revocatorio era muy arriesgado, advertimos en reiteradas oportunidades que estábamos transitando un camino incierto y que debíamos ir trabajando en un plan B en el caso de que el revocatorio no fuera viable.

Los motivos eran claros: es un proceso que está en manos del Consejo Nacional Electoral (CNE), que tiene una fecha de vencimiento –porque si no se hace este año, no tiene sentido hacerlo en 2017- y cuyos tiempos los manejan los poderes controlados por el gobierno.

Sin embargo, era tanta la emoción de sus promotores por la posibilidad de lograr el cambio político en una “fiesta electoral” que advertir sobre los peligros de su inviabilidad era casi un pecado.

Muchas veces, al insistir en nuestra preocupación, recibimos respuestas desmesuradas, como acusaciones de ser “divisionistas”. Llegamos incluso a escuchar, al exigir alternativas, que el plan B era “ ‘echarle pichón’ al plan A”. Bonita frase, pero irresponsable en boca de quienes pretenden darle dirección al cambio que anhela toda Venezuela.

El mandato de los ciudadanos el 6 de diciembre del año pasado fue claro: un cambio político a la mayor brevedad posible. Supuestamente, la dirigencia opositora lo había entendido, tanto que incluso algunos prometieron en enero que iban a lograrlo “en seis meses”.

La realidad hoy, a dos meses del final del año, es que el camino sigue siendo incierto. Los mensajes de quienes aún ostentan el poder son claros: no van a permitir que el referendo revocatorio se realice en 2016, y sus acciones van acorde a sus intenciones.  Que las jornadas de recolección del 20% de firmas sean el 26, 27 y 28 de octubre y que la verificación de esas firmas sea hasta el 29 de noviembre, son una clara señal de que quieren que el revocatorio sea, en el mejor escenario, en 2017, ya que también existen rumores que hasta el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) tendría lista una artimaña para invalidarlo.

Gran parte de la oposición luce paralizada. Anuncian “grandes movilizaciones” que después desconvocan sutilmente y muestran un optimismo en público que en privado se traduce en preocupación y desconcierto. Sin embargo, cuando se hacen propuestas concretas como ampliar la Unidad, plantear vías constitucionales alternas al revocatorio y, sobre todo, mostrar mayor firmeza ante la posibilidad de que se pretenda hacer el referendo en 2017, solo se escucha silencio.

Mientras tanto, una Venezuela en crisis humanitaria, cuya situación es cada día más dramática, espera desesperada que alguien le diga cual es el plan B.

Miguel Velarde
Últimas entradas de Miguel Velarde (ver todo)
(Visited 705 times, 1 visits today)

Guayoyo en Letras