El Daerin: «Latinoamerica será una potencia en el 2031»

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Latinoamérica es una experiencia narrativa, cargada de discursos que han moldeado el pensamiento de quienes la conforman. Discursos que sobrepasan las generaciones y enrumban los pasos de los países del continente, que aún buscan el camino correcto para el desarrollo, en medio de la conflictividad política, las desigualdades, la violencia callejera,  las heridas producto de las guerras y el narcotráfico. ¿Podrá está región flagelada por el desorden, la desunión y la corrupción convertirse en una potencia? Pese a las enormes riquezas naturales en los territorios de las naciones de América Latina, para muchos expertos y ciudadanos comunes, la respuesta es un odioso ¡No!

Sin embargo, Anthony Frassino Gonzalez, un joven emprendedor venezolano piensa diferente. Este año publicó una novela de ciencia ficción, “Conoce tu futuro El Daerin” en donde relata la historia de Samuel Marco, un hombre que dirige el grupo de empresas de su familia, que en su búsqueda continua por innovar, emprende el desarrollo de una nueva tecnología capaz de lograr la teletransportación. La historia no trascurre en Europa o en Estados Unidos, como es común que se relate, esta vez los principales escenarios son en los países latinoamericanos del 2031, una región que a diferencia de la actual, es una potencia del conocimiento, en donde el orden institucional se convirtió en una de sus características, así como la igualdad y el desarrollo humano; algo que podría parecer descabellado sí se lo compara a la realidad del presente.

Latinoamérica necesita que las personas empiecen a verse a sí misma diferentes— Las manos de Frassino se mueven al ritmo del énfasis que realiza en sus palabras, hasta que en un momento, se quedan suspendidas en el aire, así como sus pensamientos enfocados en una idea—Es triste que las personas sueñen y no actúen, pero más triste es que actúen  sin soñar— Preguntar sus motivaciones para escribir su libro era innecesario, aquella frase era lo suficientemente elocuente para describir sus intenciones, que junto con el argumento de la historia—Un joven que lucha en contra de grandes dificultades, por alcanzar el sueño que lo desvela— resumen lo que desea como escritor y como una persona comprometida con crear un mejor futuro para América Latina.

Para el joven emprendedor, discursear y escribir frases inspiradoras no son suficientes—Yo quiero demostrar con mi propia vida, que es posible alcanzar lo que se desea, sí de verdad se está comprometido— sus acciones acompañan sus palabras, puesto que el lograr publicar su primer libro, promocionarlo y llevarlo hacia las estanterías, requirió mucho esfuerzo y coraje, algo que es necesario para que los sueños no se queden empolvados en la memoria, escondidos detrás de la miserable frase: “Sí yo hubiera hecho esto que soñaba”.

Casi todos los escritores conocen las dificultades a las que se tiene que enfrentar, todos aquellos que desean publicar por primera vez. Editoriales que lo piensan muchas veces para dar una oportunidad, un mercado exigente y en Venezuela, crisis por el costo de la tinta y el papel; sin embargo, el internet permite nuevas formas para financiar una obra, utilizando plataformas en donde micro mecenas pueden aportar dinero a proyectos y luego recibir ganancias, dependiendo del porcentaje de la inversión. Esta modalidad es llamada “crowdfunding”. En el caso del libro de Anthony Frassino, su libro logró recaudar en dos meses, los fondos suficientes para su edición, por medio de la plataforma editorial “Pentian”—Hice una gira exitosa por Miami y conseguí patrocinantes—explica—Muchas personas quieren creer en la posibilidad de unos países con mayores oportunidades para todos.

Muchos escritores utilizan aspectos de su propia personalidad, para crear los personajes en su historia, una especie de alter egos con les que relatan sus ficciones. Por ejemplo, Roberto Bolaños en varias de sus obras, utiliza la figura de Arturo Belano, que posee aspectos del autor chileno, lo que le da una fuerza añadida a su manera de actuar al personaje en sus historias.  Así mismo, Frassino confiesa que Samuel Marco, el protagonista de su ficción futurista, tiene cosas en común con él—Él es una persona que está a cargo del grupo empresarial de su familia y quiere llevarlo a un nuevo nivel, mucho más allá de los negocios convencionales. Cree en la innovación, que debe ser el principal enfoque para cambiar el paisaje del continente. Yo me encuentro en una posición parecida— No es justo ni para el personaje, ni para el escritor, hacer una relación exacta entre los dos, aunque es innegable que las influencias intelectuales en el protagonista mencionadas en la novela, están presente en el lenguaje del creador de la obra.

He leído los libros de Andrés oppenheimer,  en donde encontré análisis acertados, que puede contribuir para lograr esa Latinoamérica y esa Venezuela, que ya no pertenezca al subdesarrollo—Como ya se ha mencionado, la historia está contextualizada en un continente estructuralmente  diferente, en donde la corrupción ha disminuido a niveles comparables a de los de países como Suiza o Nueva Zelanda— En el libro los lectores encontraran, como las naciones hacia el sur del rio Bravo, ha creado instituciones supranacionales, que velan por la integración regional y el desarrollo—Agrega, para luego colocar sus manos sobre su boca y llevar sus pupilas en búsqueda del techo, como sí en la palidez de ese firmamento de cemento, hubiese una revelación imposible de ignorar—Ese era el sueño de Bolívar, una América Unida—Pensamiento alejado de la malversación ideológica del proyecto del libertador, que por culpa de las retoricas populistas empleadas durante tantas décadas, las naciones nacidas en el nuevo mundo, no han podido unirse en ese sueño.

Anthony Frassino durante la conversación, permitió que una frase saliera repetidamente de su boca, tal vez en un énfasis inconsciente de sus motivaciones— Se necesita una ruptura del discurso— Con esas palabras se refería, a la costumbre de muchos ciudadanos de los países en Latinoamérica, que llevan en el verbo calificativos negativos acerca de sus naciones, que necesitan cambiar para  salir de la historia marcada por los agujeros negros de la corrupción y la miseria, que tantos sufrimientos han causado a muchas generaciones—Se tiene que romper con el concepto de que somos menos y empezar a vernos como más. Al cambiar la forma de concebirnos, dejando a un lado las echaderas de culpa a países extranjeros, es que podremos alcanzar todo nuestro potencial. Eso es lo que planteo en el libro, una realidad posible, que para ser alcanzada, necesita de nuestra capacidad para creer.

El escritor zuliano en varias oportunidades de la conversación, recordó a su madre, su primera lectora, así como quien le proveyó de sus libros iniciales para leer, esas historias que marcaron su estilo y que él considera como fundamento, para que su narración sea trascendente para la generación actual— La manera en que están escritos los libros de Harry Potter, es la forma que utilicé para mi novela— No solo tuvo que escoger un modelo narrativo, necesitó que la tecnología que desarrolla Samuel Marco en el relato, tuviera un basamento científico, que pudiera llevar al lector a creer la posibilidad de una tecnología así—En China, Europa y en Estados Unidos, ya se han realizado pruebas que demuestran la posibilidad de trasladar átomos de un lugar a otro en segundos, aunque estén a cientos de kilómetros.

La primera vez que pensó en la teletransportación, fue en el aeropuerto de Santiago de Chile. Ya regresaba para Venezuela luego de apoyar a la Vinotinto, pero debía esperar el vuelo que estaba atrasado. Las horas trascurrían en segundos pesados que molestaban a Anthony, quien tenía a su hermano menor con él. El niño con sus 9 años sentía el pasar de los minutos, con una lentitud tortuosa casi imposible de soportar por su cuerpo y su mente infantil. Le preguntó a su hermano mayor sí era posible teletrasnportarse, pregunta que generó un torbellino creativo en Frassino, como si todos sus pensamientos, sus experiencias y sueños, se desintegraran y se trasladaran a una realidad diferente, que se comunicaba con el presente, por medio de la mente del zuliano, que en ese momento se convirtió en un intercesor que necesitaba contar, lo que los ojos invisibles de los soñadores, habían visto más allá de los altos picos de los andes, con una profundidad que superaba la del emblemático lago, que le vio crecer y le inspiraba tanta alegría cuando lo veía bordeando su ciudad.

Simplemente  tenía que escribir, las palabras vinieron a mi mente y tenía que sacarlas—Experiencia que comparte con tantos otros escritores, que con palabras de Bolaños, “tienen que escribir para no morir o volverse locos”—Así que después de seis meses, terminé la novela, se la mostré a mi madre, que es una gran escritora que todavía no publica, y empecé a buscar los espacios para hacerlo yo—El libro fue bautizado en Julio y desde octubre, Frassino se encuentra en un gira nacional, promocionando su obra, que está siendo distribuida por Librerías Tecniciencias.

Este 14 de diciembre en horas de la tarde, el autor estará en el centro comercial San Ignacio en Caracas, firmando libros y conversando sobre lo que se narra en su novela, permitiendo un espacio para la discusión y la construcción de nuevas formas de pensar, que contribuyan al desarrollo del país. Al fin y al cabo, como lo afirma el escritor del Daerin, las sociedades caminan de acuerdo a lo que creen y dicen sobre sí mismas.

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Sí deseas saber más del autor y de su obra, puedes seguirlo a sus redes sociales o en su página web:

Instagram: @Tonifrassino

Twitter: @Tonifrassino

Página web: www.anthonyfrassino.com

Jorge Flores Riofrio
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