La lucha contra la violencia a la mujer: Una tarea pendiente

“Existe una verdad universal, aplicable a todos los países, culturas y comunidades: la violencia contra la mujer nunca es aceptable, nunca es perdonable, nunca es tolerable.”

Ban Ki-moon

El Día Internacional de la Mujer (8 de Marzo) conmemora la lucha de las mujeres por su participación en la sociedad, igualdad de género y desarrollo como personas. En su trabajo por los derechos de las madres, esposas e hijas, la Organización de Naciones Unidas (ONU) establece consignas dedicatorias a las jornadas de celebración de este día; en los años 2007, 2009 y 2013 han ido referidas al tema de la violencia, y a pesar de que esta última llevaba por nombre Una promesa es una promesa: Acabemos con la violencia contra la mujer”, es un objetivo que cada vez es más difícil de alcanzar.

La violencia de género es un tipo de violencia física o psicológica ejercida contra una persona sobre la base de su sexo o género, para distinguirla de la violencia común; lo cual quiere decir que se emplea también para definir ataques homofóbicos hacia personas o grupos de homosexuales, bisexuales y transgéneros. En esta ocasión, al referimos a este término, lo haremos específicamente de la violencia que ejerce el hombre contra la mujer.

Cuando hablamos de este tipo de violencia generalmente hacemos referencia a los países árabes o del continente africano, donde por sus creencias y religión, es socialmente aceptada. Pero 15 de los 25 países del mundo con las tasas más elevadas están en América Latina. Según la Organización Mundial de la Salud  (OMS), 30% de las mujeres de todo el mundo ha sufrido violencia física o sexual por parte de su pareja y 38% de los femicidios son cometidos por su compañero.

Entre estos 15 países está Venezuela. En el 2015 fueron asesinadas 353 mujeres y el 15% de ellas eran menores de edad; ocupando el noveno lugar con la tasa más altas de muertes de mujeres, en un estudio presentado por ONU Mujeres para las Américas y El Caribe.

En marzo de 2016, Jorge González Caro, representante del Fondo de Población para el desarrollo UNFPA, también presentó cifras alarmantes en la conferencia del Rol de la Cooperación Internacional en la Igualdad de Género: 50% de las mujeres de Venezuela ha sido víctima de algún tipo de violencia por parte de su pareja.

Beatriz Borges, directora de la ONG Cepaz, en una entrevista para El Nacional, indicó que se calcula que 40% de las mujeres venezolanas han sido, son o serán víctimas de algún tipo de violencia y que existe 96% de impunidad en las denuncias que se hacen.

En el caso de las cifras oficiales, la fiscal general de la República, Luisa Ortega Díaz, expuso que se registraron 75 homicidios de mujeres durante los primeros seis meses del año 2016, representando un incremento de más de 30% con respecto al período anterior, y que la Fiscalía acusó a 3.932 hombres por delitos relacionados con la violencia a la mujer. Según este organismo la segunda causa de muerte violenta en el país es el femicidio.

La legislación venezolana

La Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, promulgada en 2007, define las agresiones como: “Todo acto sexista o conducta inadecuada que tenga o pueda tener como resultado la muerte, un daño o sufrimiento físico, sexual psicológico, emocional, laboral, económico o patrimonial; la coacción o la privación arbitraria de la libertad, así como la amenaza de ejecutar tales actos, tanto si se producen en el ámbito público como en el privado.”

En su artículo 15 define y explica 21 tipos de violencia. Anterior a 2014 se estipulaban 19, pero a partir de ese año se agregó a la ley los delitos de femicidio y de inducción o ayuda al suicidio.

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Además, la ley establece en su artículo 70 quién puede denunciar un hecho de violencia, ya que muchas veces la víctima no está en capacidad física o psicológica para hacerlo:

  • La mujer agredida.
  • Los parientes consanguíneos o afines.
  • El personal de la salud de instituciones públicas y privadas que tuviere conocimiento de los casos de violencia previstos en esta Ley.
  • Las defensorías de los derechos de la mujer a nivel nacional, metropolitano, estadal y municipal, adscritas a los institutos nacionales, metropolitanos, regionales y municipales, respectivamente.
  • Los Consejos Comunales y otras organizaciones sociales.
  • Las organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres.
  • Cualquier otra persona o institución que tuviere conocimiento de los hechos punibles previstos en esta Ley.

De la misma forma, en el artículo 71 establece los organismos del Estado en los que las víctimas pueden contar con el apoyo gubernamental para llevar a cabo la denuncia:

  • Ministerio Público.
  • Juzgados de Paz.
  • Prefecturas y jefaturas civiles.
  • División de Protección en materia de niño, niña, adolescente, mujer y familia del cuerpo de investigación con competencia en la materia.
  • Órganos de policía.
  • Unidades de comando fronterizas.
  • Tribunales de municipios en localidades donde no existan los órganos anteriormente nombrados.
  • Cualquier otro que se le atribuya esta competencia.

El Instituto Nacional de la Mujer creó un guía en el marco de la Campaña Nacional por los Derechos de la Mujer a una Vida Libre de Violencia, donde explica las 3 características fundamentales que presenta esta problemática: Episodios que se van repitiendo, creciente intensidad en dichos episodios y tiempo cada vez más corto entre cada uno, creando un círculo del que la mujer pocas veces logra salir.

Cuando una mujer ha sido víctima de violencia debe acudir a hacer la denuncia; el miedo es un factor común, ya que muchas veces las represalias o amenazas no son directamente a ellas sino a sus hijos o familia. Sin embargo, el Estado facilita el proceso para la agredida, con un audio o video que muestre las agresiones, en el caso de violencia psicológica, se puede iniciar el proceso. En principio es una caución, la cual llevan en sus manos al salir del organismo, y según la psicóloga Stefania Aguzzi se lleva a cabo efectivamente.

El documento hará que el hombre no pueda acercarse a la mujer y posteriormente serán citados por las autoridades. Una de las recomendaciones que se le suele hacer a las víctimas es llevar la caución en la cartera o con ellas, ya que si el agresor se acerca puede ser detenido por las autoridades inmediatamente. La forma adecuada para salir del círculo de la violencia implica dos factores fundamentales: denuncia y ayuda médica y psicológica.

¿Quién agrede a quién?

En las consultas de las psicólogas Stefania Aguzzi y Liliana Castiglione, fundadoras de Psicólogas al Rescate, los casos más recurrentes son por violencia psicológica, que en una definición simple es las agresiones verbales constantes y humillaciones de forma sostenida.

Por lo general el agresor repite un patrón de violencia aprendido en su hogar o con los que ha sido formado; impone roles que la mujer debe cumplir y con los que siente que puede tener el control  y dominar. Castiglione explica que “no dejar ser a su pareja” también es una forma de violencia. Este hombre utiliza bien sea los golpes o las agresiones verbales como una forma de mandar y someter a la mujer.

Las profesionales de la psicología perfilaron algunas de las características del agresor: Necesidad de predominar, hacer sentir inferior a la mujer, actitudes machistas, no control de la ira y modelos de agresión que va a repetir.

En el caso de la mujer, quien recibe el ataque, se enfoca principalmente en la baja autoestima y desestimación de sí misma. Algunas de ellas aceptan esta realidad por sentirse incapaces de hacer sus vidas solas; también existen casos donde el agresor logra que la víctima tome el hecho como su responsabilidad, haciéndoles creer que merecen ser golpeadas por no cumplir con las tareas del hogar, por ejemplo. Otras mujeres aceptan dicha situación porque han vivido con violencia en su entorno y lo toman como parte de su vida; y en muchos casos suele minimizar los hechos de violencia o mentir sobre las agresiones. Algunas características de su conducta son:   

  • Miedo
  • Depresión
  • Aislamiento
  • Niveles escasos de autoestima
  • Sentimiento de inferioridad o incapacidad, para llevar su vida sola, por ejemplo.
  • Sentimiento de culpa
  • En algunos casos experiencias de violencia previos
  • Reacciones psicosomáticas

Salir del círculo

En las consultas de Aguzzi y Castiglione se trabaja la recuperación de la autoestima, los orígenes de sus conductas, recuperación de la confianza en sí mismas. Con frecuencia son los familiares quienes acuden a pedir ayuda, sin embargo, aunque las profesionales los orientan, es difícil avanzar en la situación si la víctima no está dispuesta a ser ayudada. Es por ello que definen tres pasos claves para salir del círculo de la violencia:

1.-Darse cuenta del hecho, desnaturalizarlo.

2.- Buscar ayuda psicológica. En algunos casos pueden apoyarse en la familia.

3.- Apoyarse en la justicia.

Apoyo no gubernamental

Venezuela cuenta con una legislación amplia que vela por los derechos de la mujer; además, cuenta con órganos y oficinas estadales encargadas de apoyar a la mujer y a la familia. Sin embargo, pese a las campañas gubernamentales de concientización y las asesorías legales, el miedo y la desconfianza ante la denuncia sigue presente. Las cifras por violencia contra la mujer se incrementan.

Las víctimas en estos casos requieren apoyo psicológico y legal, bien sea para salir del círculo de violencia, recuperar sus vidas o proteger a su familia. Por esta razón, organizaciones civiles han venido desarrollando labores de atención gratuita donde ellas y sus hijos pueden solicitar ayuda, atención y asesoría, con el objetivo de colaborar con las instituciones del Estado en la tarea pendiente por erradicar la violencia contra la mujer.

Algunas de estas donde las mujeres pueden acudir son:

Red Naranja Venezuela: Promovido por la ONU, agrupa 36 ONG´s que luchan contra la violencia de género desde el año pasado, en el marco del Día de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, con el fin de concientizar, informar y movilizar a organizaciones y ciudadanos para que contribuyan a visibilizar los tipos de violencias.

AVESA (Asociación Venezolana para una Educación Sexual Alternativa): Atiende casos y ofrece ayuda psicológica en temas de educación sexual comunitaria, salud sexual reproductiva y violencia sexual y doméstica.

PLAFAM (Asociación civil de Planificación Familiar): Ofrece orientaciones sobre planificación familiar, enfermedades de transmisión sexual y salud en general. Además, brinda asistencia médica y psicológica en casos de violación, maltrato de pareja y abuso sexual adolescente, psicoterapia individual y grupal a través de Grupos de Apoyo Emocional para Mujeres Sobrevivientes de Violencia de Género y Grupos de Evaluación Psicológica.

CECODAP (Centro Comunitario de Aprendizaje): Es una organización social se dedicada a la protección y participación de los niños, niñas y adolescentes, formación familiar y escolar para la prevención de la violencia y promoción del buen trato.

Centro de Clínicas Jurídicas UCAB: Presta servicio de asesoría jurídica gratuita a las víctimas de violencia y a las personas de bajos recursos.

Aliadas en Cadena: Ofrece formación, capacitación, empoderamiento de las mujeres, así como acompañamiento psicológico y psicosocial.

Fundamujer: Promueve y realiza acciones para la toma de conciencia, sensibilización y capacitación  en el área de la violencia hacia las mujeres; ofrece ayuda vía telefónica en el ámbito nacional y apoyo psicosocial a través de correos electrónicos.

Centro de Formación Ángel de la Guarda: Es uno de los programas de Fundana donde mujeres en peligro inminente sobre su integridad física, psicológica y moral pueden acudir con sus hijos para ser albergadas temporalmente. Son protegidas, orientadas y apoyadas en sus necesidades básicas emocionales y judiciales, para luego ser insertadas en la sociedad con autonomía

Alaplaf: Promueve el derecho de mujeres, hombres y adolescentes a disfrutar de su salud sexual y reproductiva bajo un concepto de atención completa: actividades educativas, apoyo psicológico y legal, asistencia médica y orientación social. Además ofrece ayuda integral a mujeres víctimas de violencia.

Conjuntamente, existen otras organizaciones como Soy Mujer, Cepaz y Observatorio Venezolano de los Derechos Humanos de las Mujeres, que trabajan incansablemente en la creación de campañas y voluntariado en pro del bienestar de la mujer.

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