Toyota 2000 GT, rompiendo paradigmas
Estas líneas hablan sobre arte, sobre exquisitez y hasta sobre ¡pornografía! Estas líneas hablan sobre el Toyota 2000GT, quizás para muchos (y sin duda para mí) el automóvil más hermoso que el Imperio del Sol Naciente ha fabricado. Pero no sólo hablamos sobre un automóvil hermoso, hablamos sobre la primera gran demostración de lo que los japoneses podían hacer si se proponían ir más allá de los funcional. Si 20 años antes el Mitsubishi Zero demostró que Japón podía hacer un avión de combate capaz de derribar lo que los ingleses y americanos ponían en el aire, el Toyota 2000 GT impresionaba al mundo igualándose y hasta superando automóviles que los americanos e ingleses hacían.
En la década de los 60 Japón estaba en una situación económica buena, una pujante economía con una sólida industria automotriz. Buena parte de ésta renacía fabricando automóviles europeos bajo licencia pero, con el tiempo, los automóviles comenzaron a tener una estética propia, aunque todavía austeros, pequeños y funcionales, adaptados a la no muy amplia vialidad nipona. Toyota era el más conservador de los fabricantes, venía haciendo automóviles para el conductor promedio, automóviles básicos de 2 y 4 puertas y versiones estate o break. Estaba bien posicionados en el mercado local: la Land Cruiser los posicionó como nunca como fabricante de vehículos 4×4, superando a la Land Rover. En fin, a pesar de una imagen conservadora, a Toyota no le iba mal. El único detallito era que la imagen automotriz de Japón en el mundo no era la más favorable: por el prejuicio (con tinte racial) de los europeos hacia los japoneses y la prepotencia americana producto de su victoria en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
El desperdicio de unos, es el tesoro de otros
Entre 1963 y 1964, la Yamaha Motor Company estaba trabajando en el proyecto A550, un prototipo de automóvil que buscaba mejorar las líneas del Nissan Fairlady y llevarlo al mercado americano. El creador de estas líneas “prototipas” era un diseñador alemán llamado Albrecht Graf von Schlitz genannt von Goertz von Wrisberg (o simplemente Albrecht Goertz) un diseñador reconocido, protegido de Raymond Loewy, creador del BMW 507 y parte del equipo de diseño del Porsche 911. Este primer prototipo se presenta aproximadamente en 1964, pero el motor de 2 litros que presentó Yamaha no cumplió las expectativas de Nissan y el proyecto como tal fue inicialmente “engavetado”, y luego desechado por Nissan.
Esto representó una oportunidad de oro para Toyota quien estaba ansiosa de refrescar su imagen. En 1965 habían presentado el Toyota 800 Sports, con un diseño súper moderno para la época, formas redondas, muy diferente a lo que Toyota había hecho. En el peor de los casos, el 800 Sports no resultó un mal producto para Toyota, así que… ¿por qué no intentarlo?. Toyota aceptó y pasó el proyecto a un diseñador de la propia casa, el “honolable” Satoru Nozaki. El primer prototipo se presentó en agosto de 1965. “Nozaki San” se inspiró en las líneas del Jaguar Tipo E, para 1963 el automóvil más hermoso y revolucionario que el mundo había visto. Curiosamente, la propuesta de Nozaki se saltó el modelo a escala real en arcilla, pasó de un modelito a escala en arcilla al molde de madera en el que se forjaría a mano la carrocería de aluminio por parte del equipo de Yamaha.
El frontal era similar al Toyota 800, 2 faros en la punta y la parrilla casi idéntica, pero con 2 faros adicionales que primero sobresalían del frontal, aunque luego fueron escondidos en la carrocería. El automóvil prácticamente no tenía parachoques delanteros, eran mínimos e integrados al diseño del frontal. En la parte posterior tenía sólo 2 paragolpes verticales que además iluminaban de noche la matrícula. Otra de sus marcas inconfundibles es el diseño curvo de la parte baja de las puertas y el hecho de que era sumamente bajo, un poquito más de 110 cm desde el piso hasta la parte más alta del techo.
El motor seleccionado para esta joya es el 6 cilindros en línea con bloque de Toyota y cabeza de Yamaha, con doble cámara sobre cabeza, de 2 litros (DOCH) y 2.3 litros (SOCH), tomado del Toyota Crown. Al motor se le sumaban 3 carburadores Mikuni-Solex. Todo esto, que suena complejo, está acompañado por una transmisión manual sincronizada de 5 velocidades, algo poco común en una época en la que la mayoría de los automóviles llegaban como mucho a tener cajas de 4 velocidades. Toda esta combinación que suena ahora más compleja, sencillamente permitía que el automóvil alcanzara velocidades superiores a los 210 Km/h y, si te parece que va muy rápido, puedes frenarlo con los frenos de disco en las 4 ruedas (primer carro japonés con esta especificación) además de un freno de mano ubicado en el tablero que bloqueaba las ruedas traseras. Básicamente se comparaba, con tranquilidad, con un Porsche 911 o un Ferrari Dino de la época, aunque el 2000GT era un poco más lento que éstos.
El automóvil fue presentado por primera vez al público en el 12vo Auto Show Internacional de Tokyo de 1965, como un modelo de 1967. El 2000GT causó sensación, haciendo que prácticamente cualquier automóvil japonés que pudiera ser competencia, quedara obsoleto de inmediato. Tal sensación provocó que, desde el mismo día de su presentación, varios clientes pudientes pidieran adquirir uno. El problema es que faltaban aún varios desarrollos. Toyota supo aprovechar el tiempo que le quedaba para su salida al mercado poniendo el automóvil en distintas competencias y pruebas de velocidad: fueron rotos un total de 3 records japoneses de velocidad y otros 13 records a nivel internacional fueron establecidos entre records de velocidad y de fiabilidad.
Madera Fina
Otra de las exquisitas cualidades está su interior, en el que destaca el tablero tallado y barnizado a mano en madera de palo rosa, un tipo lujoso y raro de madera que se caracteriza por su rico color marrón a púrpura y su dureza, dependiendo del origen. En el caso del 2000GT, la madera utilizada es la palo de rosa india, que crece en un territorio que abarca la cordillera del Himalaya, en la punta sur de la India. Es, de hecho, el mismo tipo de madera que Yamaha utiliza en algunos de sus pianos y violines. Además del tablero, el volante (con ajuste telescópico dicho sea de paso) y la empuñadura de la palanca de cambios, son también tallados en esta madera. Al hermoso tablero le acompaña una exquisita tapicería de vinil.
El tablero es bastante completo para un automóvil japonés de la época: tiene su velocímetro y su tacómetro, hacia el centro del mismo hay varios indicadores: temperatura del aceite y del agua, además de un voltímetro, indicador de combustible y presión del aceite. El tablero tiene además un reloj analógico y en el centro, tiene su sistema de radio AM auto ajustable, que al encenderse subía la antena eléctrica.
El automóvil sale al mercado en mayo de 1967, con una muy reducida producción hecha a mano en las instalaciones de Yamaha. Entre los propietarios famosos de un 2000GT se cuentan a la top model Leslie Lwason, conocida como Twiggy, George Hamilton, y Felix Cavaliere, quien por cierto se adelantó a Paul Newman al comprar primero el que se exhibió en el Auto Show de Nueva York (es en serio). Carroll Shelby modificó 2 para ser utilizados en competencias en Estados Unidos, pero no lograron mucho.
Un cliente súper exclusivo fue James Bond, para usarlo en la película “You only live twice”, filmada en Japón. Pero hubo un pequeño problemita: básicamente el carro fue diseñado por un japonés para un japonés, que no se caracterizan mucho por ser altos. En éste caso, el Sr. Bond era interpretado por un caballero escocés llamado Sean Connery, que era tan alto que los productores pidieron a Toyota convertirlos a descapotables. En tan sólo 2 semanas, 2 automóviles estaban listos con una lona que simulaba un techo convertible. Actualmente uno de ellos está en una colección privada, mientras que el otro es parte de la colección del Museo Toyota. Se dice que se contempló hacerle un techo “targa” pero la verdad es que quedó en planes y el único ejemplar existente fue modificado por Richard Rawlings.
La producción del 2000GT termina en 1970. Lamentablemente, el mercado americano no estaba dispuesto a pagar por un carro japonés que costaba poco más que un Porsche o un Jaguar. De hecho, sólo 62 llegaron a E.E.U.U. Eso, en buena parte, influyó en la decisión de que una producción que aspiraba llegar a las 1000 unidades, se detuviera luego de sólo 351 ejemplares (prototipos incluidos), de ellos 342 estaban equipados con el motor DOHC de 2 litros y sólo 9 estaban equipados con el motor SOCH de d.3 litros. En 1967 su precio de venta era de 6800US$. Si, un carro extremadamente costoso, pero los japoneses sabían lo que hacían: demostraban al mundo que eran capaces de plantarle cara a cualquier súper auto de la época, de hecho el 2000GT es reconocido como el primer súper auto japonés y, además, es el automóvil de colección japonés más preciado que existe, con un valor que en poco más de 10 años se ha cuadriplicado: un Toyota 2000GT puede pasar de los 2 Millones de US$. ¿Un carro súper exclusivo? Pues sí, y si nos ponemos a ver, 2 bombas atómicas, parte de su identidad nacional japonesa derrumbada por los países que la derrotaron en 1945 y por último un boom y un desarrollo económico equiparable al alemán en tan sólo 20 años. Creo que después de tanto, los japoneses tienen derecho a darse su gustico de vez en cuando.
Lamentablemente el 2000GT no logró su meta comercial, pero sin dudas dejó en claro el mensaje de que Japón era perfectamente capaz de codearse con los países de occidente. Para 1967, la invasión japonesa del automóvil no se había dado todavía pero, sin duda, ya los japoneses sabían cómo romper el molde y dejar a más de uno pasmado: la ruta trazada por el 2000GT sería seguida por la industria automotriz japonesa y varios de sus automóviles se plantarían en varias partes del mundo, convirtiéndose con el tiempo en automóviles icónicos y verdaderas piezas dignas de admiración. Lo que hoy vemos, automóviles japoneses súper exclusivos, potentes y veloces, que aparte de lo anterior, tienen un diseño y un estilo propio, deben su existencia al Toyota 2000GT, con el que Japón vino al mundo de los automóviles exclusivos y… vino para quedarse.
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