La gran tarea pendiente la tiene la Asamblea Nacional
Editorial #360 – La ruta
Los venezolanos cumplen más de dos meses de lucha sin tregua en las calles del país. Días muy dolorosos, en los que hemos tenido que lamentar 65 muertes, más de 3000 heridos y más de 3000 detenidos, de los cuales casi 400 aún se encuentran presos, según cifras del Foro Penal Venezolano.
Sabíamos, desde un principio, que el desafío no sería fácil, especialmente teniendo en cuenta que quienes se encuentran en el poder están dispuestos a hacer lo que sea para no dejarlo. Sin embargo, a pesar de la brutal represión y de la arremetida implacable de los cuerpos de seguridad contra manifestantes desarmados, cada nueva convocatoria es atendida por miles y miles de ciudadanos.
El camino más largo es el que no tiene un horizonte. Eso ocurre hoy en el de la oposición, porque a pesar de sus innegables victorias en la primera etapa de lucha, ha llegado el momento en el que también se planteen objetivos concretos.
Es imperativo que los líderes de oposición logren un acuerdo político que permita consolidar una sola voz de mando y guíe a la sociedad sin ningún tipo de contradicciones. Julio Borges, Freddy Guevara, María Corina Machado, Henrique Capriles y Antonio Ledezma deben darle la cara al país unidos y presentar un solo plan.
Los venezolanos tienen claro el rol que deben jugar en esta etapa y están cumpliendo su tarea con dignidad. Todo parece indicar que, por ahora, lo seguirán haciendo.
La comunidad internacional también tiene una tarea determinante en esta ecuación. Se ha avanzado en ese sentido, más lento de lo que la mayoría seguramente desea, pero los tiempos diplomáticos son generalmente más lentos que los de la gente. Conscientes de eso, por lo menos hoy Venezuela está en la agenda de la mayoría de países y organismos internacionales y, mientras no se encuentre una solución definitiva a nuestra crisis, será muy difícil que deje de estarlo.
Finalmente, la gran tarea pendiente la tiene la Asamblea Nacional. Habiendo recibido un mandato claro el 6 de diciembre de 2015 y con una mayoría abrumadora, está en deuda con los venezolanos. Su rol es hoy más importante que nunca, ya que en ella radica la verdadera voluntad popular y es por ello el Poder legítimo. Más allá de los discursos, la AN debe trazar una ruta concreta que permita viabilizar el cambio político de manera pacífica y sostenible, nombrando a nuevas autoridades del CNE y el TSJ, por ejemplo.
En sus manos está la posibilidad de esta gesta culmine exitosamente.
Por eso, hoy la gente le exige acción y claridad en la ruta.
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