Lo que debemos considerar sobre la muerte de Chester Bennington
Quienes vivieron su adolescencia durante los 2000 y tuvieron inclinación por los gustos musicales más cercanos al rock, seguramente llegaron a escuchar a la banda Linkin Park, agrupación caracterizada por la particular voz de su vocalista: Chester Bennington, voz que seguramente entono muchos de los himnos de rabia, dolor e inconformidad de millones de adolescentes alrededor del mundo.
El pasado jueves 20 de julio del 2017, Chester, luego de una larga lucha con las drogas y la depresión, pasó a formar parte de esa lista de artistas que decidieron acabar con su vida, junto con otras estrellas del rock como Sid Vicious, Kurt Cobain y uno de sus grandes amigos Chris Cornell, quien de hecho habría cumplido años el día que Chester decidió quitarse la vida.
No solo los rockeros caen en este tipo de problemas, aún los comediantes como el legendarios Robin Williams han llegado a este tipo de acciones, sin contar los otros muchos que mueren cada año a acusa de sobredosis por abuso de drogas; modelos, pintores, escritores, actores y celebridades en general terminan en una espiral de dolor y tristeza a pesar de tenerlo todo; es aquí cuando sabemos que este problema va más allá de lo material.
Depresión, el gran tema tabú
Si nadie le habla de sexo a sus hijos probablemente aumenten las probabilidades de embarazos precoces y aun así hay mucha gente que le teme a la idea de educar sexualmente a los niños y preadolescentes, pensando que eso los hará sexualmente activo a edades más temprana, ¿en qué nos ayuda el tabú cuando hay un peligro latente?
Hace unos meses el gran tema de conversación era el suicido de Hanna Baker, en la polémica serie “13 Reasons Why”, dónde una jovencita decide terminar con su vida luego de vivir varios acontecimientos que a la mayoría no le parecieron para nada un motivo de suicidio, se dijo que se romantizaba el suicidio, que le daba ideas a jóvenes deprimidos llevándolos a atentar contra sus vidas siguiendo los pasos de Hanna, quien en sí su muerte de cierta forma termina siendo una venganza para sus agresores.
¿Qué puede ser tan grave para hacer que desees quitarte la vida? A veces las razones son lo de menos. Al igual que con el caso de Hanna, una joven que presentaba signos de tener un problema emocional serio, muchos simplemente pensaron que era una “dramática” que solo deseaba “llamar la atención”, además que cabe destacar que si una persona decide acabar con su vida luego de ver la serie algo no estaba funcionando bien desde hace un largo rato, sólo es más sencillo culpabilizar a la serie que investigar el problema de trasfondo.
Con honestidad es difícil imaginar una persona sufriendo un cuadro depresivo, intentando comentar sus problemas como una forma de buscar ayuda y que la gente simplemente le diga “eres un dramático”. Eso pasa muchísimo, más entre adolescentes.
Es obviamente claro que no toda tristeza es una depresión, de hecho la tristeza tiene una función en nuestra personalidad, por algo la sentimos, y por ejemplo, la película “Inside Out” de Pixar sabe explicar muy bien su función dentro de la vida humana. El problema no es la tristeza, el problema es como la manejas y en que dejas que se convierta.
El cerebro humano es exageramente complejo y en ocasiones desequilibrios hormonales pueden causar depresión, sin motivo aparente, sin traumas, sin razón, una tristeza que llega y simplemente no sabes como lidiar con ella, ¿llamarías “dramático” a una persona que padece depresión sin tener una razón para estar triste? ¡Lo más seguro es que sí! Como colectivo desconocemos cómo funciona la depresión, es un tema tabú, del que nadie habla y que viene muy ligada con la famosa frase “los psicólogos son para gente loca”.
Entonces, ¿qué es la depresión?
Se define como “un trastorno del estado anímico en el cual los sentimientos de tristeza, pérdida, ira o frustración interfieren con la vida diaria durante un período de algunas semanas o más.”, es decir, si la tristeza perjudica tu día a día probablemente exista un problema más allá y por lo tanto necesites ayuda profesional.
La depresión puede ser causada por acontecimientos fuertes en la vida de la persona (rupturas, traumas, perdidas personales) o pueden ser de origen hormonal, también hay relaciones entre la depresión y la salud física; así, por ejemplo, las enfermedades cardiovasculares pueden producir depresión, y viceversa.
A veces pequeños malestares del pasado, situaciones que perjudicaron la niñez y adolescencia, inseguridades, baja autoestima, también puedan ser razones para sentirse triste, aunque no deprimido clínicamente.
Las personas con tendencias depresivas son más propensas a caer en el abuso de drogas, es por ello que adolescentes con ambientes conflictivos en sus hogares, que sufren de abuso escolar, baja autoestima, entre otros factores, pueden caer más fácilmente en el las drogas, inclusive puede pasar en las edades más adultas.
Los síntomas de una persona deprimida son:
- Estado de ánimo depresivo la mayor parte del día, poco interés por actividades que normalmente suelen causarle placer a la persona (leer, pintar, hacer deportes), aislamiento, entre otros signos de alarma.
- Dormir en exceso o padecer insomnio.
- Comer en exceso o no comer casi nada
- Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse, en ocasiones dificultad para tomar decisiones
- Sentimientos de inutilidad o de culpa excesivos o inapropiados.
- Pensamientos suicidas, “mi vida no vale nada”, “los demás estarían mejor sin mí”, entre otros.
Además de brindarle apoyo a la persona afectada lo mejor es acudir con un profesional, pues es importante atacar este problema desde la raíz aunque piensen que…
“El psicólogo es para gente loca”
Cuan errada en la vida está esa gente que piensa de ese modo, todos necesitamos ir al psicólogo alguna vez en nuestras vidas, pues siempre existirá algún cabo suelto que nos haga ruido en alguna ocasión a lo largo del camino, aunque algunos casos sean más graves que otros.
Las enfermedades mentales de por sí son un tema tabú, pensamos que un enfermo mental tiene que ser un demente, un psicópata, un total inadaptado social… ¿Es lo mismo una gastritis que el cáncer de estómago?, ¿es lo mismo una gripe que una neumonía? Obviamente las enfermedades mentales tienen diferentes intensidades, se le tiene un temor tan grande a padecer “locura” que cuando alguien admite que va a terapia psicológica la mayoría que le escuche pensará que ha de haber pasado por algo demasiado grave, cuando en ocasiones puede ser ligero o mediano pero que aun así necesita su debido tratamiento.
¿Se han preguntado porque tanta gente muere por suicidio? En la mayoría de los casos quienes tiene problemas ligeros nunca se tratan psicológicamente, con el pasar del tiempo y alimentándose con otros problemas aquellas pequeñeces pasan a ser algo realmente grande que explota de tal manera que no puedes controlar tus emociones, algo así como lo que le paso a Hanna Baker.
Según la Organización Mundial de la Salud aunque hay tratamientos eficaces para la depresión, más de la mitad de los afectados en todo el mundo (y más del 90% en muchos países) no recibe esos tratamientos, e incluso los que son tratados llegan a ser medicados de manera errónea antes de probar con terapia psicológica adecuada.
Entendamos la gravedad del asunto
Aprendamos a querernos, a cuidarnos, la mente también forma parte de nuestro ser, está en nosotros tomar la iniciativa de atacar los problemas que pueden incomodarnos o incluso sofocarnos.
Aprendamos que la salud mental no es solo para aquellos que parecen patologías graves, aprendamos a estar más al pendiente de la salud de nuestros hijos, la vida de Chester, por ejemplo, estuvo llega de tristezas y situaciones traumáticas, situaciones que muchas veces dejó plasmadas en sus letras, letras que se convirtieron en el desahogo de millones de jóvenes, jóvenes que se sintieron identificados con aquellos sentimientos y que probablemente pueden estar atrapados en sus propias emociones.
Para aquellos que siempre salen a comentar que “es un cobarde, lo tenía todo y se mató”, “aquí estamos pelando bolas y por eso no me voy a matar”, realmente dudo que sepan lo que están hablando y por pensamientos así es que el suicidio sigue siendo una de las primeras razones de muerte entre adolescentes, adultos y adultos mayores, de todos los grupos socioeconómicos, una pandemia silenciosa que está acabando con la vida de millones de personas en todo el mundo.
Chester, a pesar de tener fama, dinero y vivir haciendo lo que le gustaba (crear música), perdió esa batalla interna, una guerra en la cual no vale el dinero, ni los bienes materiales, si fuera así no sería tan común casos lamentables como este entre personas ricas y adineradas, admitamos que la depresión es una enfermedad peligrosa, un demonio que puede acabar con toda nuestra voluntad.
“I tried so hard, and got so far
But in the end it doesn’t even matter
I had to fall, to lose it all
But in the end it doesn’t even matter”
¡Qué en paz descanses Chester Bennington!
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