Estamos atravesando el peor infierno que hayamos conocido. Sigamos caminando
Editorial #368 – Venezuela nos espera
Son cuatro meses de lucha sin tregua desde que el país tomó las calles el primero de abril y se enfrentó a la represión más brutal que hayamos conocido, que ha dejado hasta la fecha 120 muertos y miles de heridos y detenidos. Son meses que también han cambiado a Venezuela. Hoy el país tiene una certeza: nunca más será el mismo después de haber emprendido una rebelión popular inédita en nuestra historia.
Contra lo que muchos creían –o querían creer-, el gobierno llevó a cabo sus elecciones para la Constituyente, no solo contra el deseo de la gran mayoría local, sino de casi todos los países y organismos del mundo. En éstas, se evidenció lo que ya muchos sabían: perdieron el apoyo popular y la violencia es lo único que les queda.
Los días previos a la consulta, se conoció que un sector de la oposición en lugar de trabajar en la estrategia para enfrentar este nuevo escenario, pasaba los días reunido en un nuevo intento de “diálogo” con el impresentable José Luis Rodríguez Zapatero, hecho confirmado por el mismo expresidente español en un comunicado publicado el sábado. Una vez más, cayeron en la trampa de una distracción bien pensada por el oficialismo y ejecutada por quién ha sido su mejor representante.
A pesar de que en las últimas semanas la crisis política y la atención internacional se centraron en la Constituyente, debemos recordar que las protestas no comenzaron por la misma. Se iniciaron mucho antes por la ruptura del hilo constitucional y la profunda crisis socio-económica que azota al país. Nada de esto se soluciona con este proceso; por el contrario, se agrava.
Son muchos los gobiernos del mundo que le pidieron a Maduro que no lleve a cabo estas fraudulentas elecciones, y son varios los que han anunciado que no aceptarán los resultados. Todo parece indicar que, 18 años después, la comunidad internacional pasará de la retórica a la acción
Con la Constituyente, el gobierno lleva meses construyendo su propia trampa. Hoy, ya ha caído en ella. Es imposible saber hasta cuando va a durar la tormenta mientras aún estamos atravesándola. Pero no será la primera vez que Venezuela le demuestre al mundo que es capaz de levantarse, limpiarse el polvo y seguir adelante.
En uno de sus momentos más difíciles como líder del Reino Unido, un gran estadista como Winston Churchill, dijo: “Si estás atravesando un infierno, sigue caminando”.
Nosotros estamos atravesando el peor infierno que hayamos conocido en nuestra historia republicana. Sigamos caminando.
Venezuela nos espera.
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