El mejor país del mundo

Estamos viviendo una época donde la huida es lo más común entre todas las familias venezolanas. Nadie se salva, todos tenemos amistades, hijos, sobrinos, primos, hermanos, que se han ido; que han huido de este país sepia.  

Una vez fuera de nuestras fronteras, de nuestras costumbres, de nuestra idiosincrasia, nos encontramos con un mundo totalmente diferente. “En mi país no es así”, es lo más típico de escuchar de un venezolano que ha emigrado. Seguidamente de cualquier elogio a cualquier cosa que sea venezolana: gastronomía, paisajes, gente, trabajo, vacaciones, música, arte, etc. Todo lo que sea de nuestro país es lo mejor; y cabe preguntarse ¿por qué emigraste?

Entiendo que es normal añorar, ¡es lógico! Pero eso no te da la potestad de ir por el mundo con un estúpido ego diciendo que como tu país no hay. La humildad siempre por delante, me enseñaron en casa; casa de emigrantes.

El mejor país del mundo no es el que dejas sino aquél que te recibe; el que te abre los brazos y te acoge, el que te da la oportunidad de trabajar, de formarte, de tener un futuro. No digo que sea fácil, tendrás tus contratiempos porque eso forma parte de la vida, pero ese nuevo suelo al que vas huyendo de los males de tu país, ese suelo extraño, ajeno, frío, ese suelo es ahora el mejor país del mundo. Acógelo como este te acoge a ti, conócelo y disfrútalo, dale lo mejor de tu persona, demuestra de lo que estás hecho y deja tu pabellón en alto. Que seas tú quien encaje en esa frase de “yo conocí a un venezolano y era un amor de persona”. Eso es lo mejor que puedes hacer por tu país, por un país que fue el mejor del mundo para muchísimos europeos, africanos, latinoamericanos. Deja un poquito de esa Venezuela bonita, buena, humilde, chévere, alegre, cálida y servicial al país que te recibe; esa es la forma de devolverle a tu país lo que te pudo brindar mientras estabas en él.

Y si algún día regresas a casa y conviertes, otra vez, a Venezuela en el mejor país del mundo, trae contigo lo aprendido afuera, trae lo bueno, lo bonito, lo humilde, lo alegre, lo servicial de ese país que te acogió y dáselo a Venezuela como regalo, para que ésta siga creciendo como el país multicultural que fue.