Los Tiznao, los blindados vicerales de la República Española

18 de julio de 1936, República Española (si, España fue República por poco tiempo), un grupo de militares españoles, liderizados por Francisco Franco se alza en contra del gobierno Socialista de Manuel Portela Valladares. Los resultados iniciales del alzamiento militar, que según cada bando, son de éxito relativo o de fracaso parcial, llevan a una cruenta guerra de 3 años en la que la izquierda y la derecha se enfrentan en una lucha por la conquista del poder en España. El conflicto se da en un período en el que el desarrollo no es lo que más abunda o brilla en el país europeo; en vista de eso, los primeros combates del conflicto son bastante rudimentarios, un “todos contra todos” en el que se pelea con todo lo que se tenga en mano y si no se tiene se improvisa. Así nacen los Tiznaos, una serie de carros de combate hechos con “lo que sea” y esta es su historia.

Renault FT-17 del Ejercito de la República Española en Marruecos.

Sin fuerza para vencer al otro

La Guerra Civil Española se caracteriza por ser un conflicto entre militares y anti-militares. El bando nacionalista está encabezado por un grupo de altos oficiales del Ejército Español, mientras que el liderazgo republicano es un híbrido de miembros del gobierno republicano, partidos de izquierda, sindicatos, y demás organizaciones que representaban a la izquierda, desde comunistas hasta anarquistas. La forma de liderazgo del bando nacionalista o sublevado les permite una ventaja estratégica, pero el principal problema es la carencia de equipo moderno.

Para el comienzo del conflicto, España contaba con un grupo reducido de unidades mecanizadas, unos 3 tanques Trubia T75H  10 tanques Renault FT-17, aproximadamente 50 Auto Ametralladoras “Bilbao” hechos por la Sociedad Española de Construcción Naval en esa ciudad entre 1932 y 1934 y que estaban basados en un camión Dodge 4×2 de 1932.  Además se contaba con 6 carros de combate franceses Schneider CA que fueron vendidos a España el 16 de septiembre de 1921 por Francia como excedentes de guerra. Al comenzar el conflicto, las Fuerzas Armadas se separan, cada quien escoge un bando. Según sus principios o ideales, unidades militares enteras se van hacia un lado o hacia el otro. Una de las primeras unidades mecanizadas en fijar posición en el conflicto es el Regimiento Ligero de Carros de Combate N° 1, con base en Madrid. Esta unidad está conformada por 5 tanques Renault FT-17 y 4 blindados Schneider CA, se quedó en manos del mando republicano y usó sus carros para la defensa de Madrid. Posteriormente le llegarían 16 FT-17 más a los republicanos, eran tanques que Polonia había vendido a Uruguay y que fueron a parar a España. La otra unidad mecanizada española, el Regimiento Ligero de Carros de Combate N° 2, con base en Zaragoza, y que fija posición en el bando nacional (o sublevado). Esta unidad está equipada con 5 tanques Renault FT-17 y los otros 2 Schneider restantes. Lamentablemente el mal estado de los FT-17 los hizo inservibles casi inmediatamente.

Blindado Schneider CA del Ejercito de la República Española en Barcelona, 1934.

La ayuda llega desde afuera

Esta situación precaria del bando nacional, que está peor equipado que los republicanos, hace que Franco solicite ayuda a los únicos 2 países que él cree que pueden brindar asistencia: el III Reich alemán y el Reino de Italia, gobernado por Mussolini. Italia reacciona casi inmediatamente, enviando al Corpo Truppe Volontarie (Cuerpo de Tropas Voluntarias). Hitler se lo pensará un poco más; no se decide sino por sugerencia de Hermann Goêring, quien para entonces era Ministro de Finanzas del Reich. Finalmente se decide y envía a la Legión Cóndor, una serie de unidades militares principalmente aéreas que le dieron a los sublevados casi inmediatamente la superioridad aérea, junto a los aviones italianos.

Por el otro lado, el bando Republicano goza inicialmente de superioridad en equipamientos; de hecho tenían 9 blindados: los 5 Renault y los 4 Schneider. Pero no podemos olvidar que, por un lado, era equipamiento viejo y por otro lado, estaba todo apostado en Madrid, por lo que el resto de la zona republicana estaba “desprotegida” de los ataques de los blindados nacionalistas. Eso por un lado, por el otro, ante la evidente participación de los regímenes fascistas, la República aspira recibir y de hecho pide ayuda a su aliado ideológico, la Unión Soviética, aunque al inicio no se recibe respuesta.

Blindado Trubia-Naval T75 de fabricación española Del Ejército de la República Española.

Pero Stalin está en otra cosa, anda en su plan de la “Gran Purga” de agosto de 1936, en la que hace cualquier cantidad de juicios políticos a sus aliados y amigos y sus respectivas ejecuciones. Por otro lado, Stalin apoyaba la política de no intervención, por lo que la Internacional Socialista (dominada por los soviéticos y por Stalin) no quería que los comunistas extranjeros fueran a España. De hecho, un escritor francés, André Malraux, quien participa activamente en el bando republicano formando un escuadrón de bombarderos franceses llamado “Escuadrón España”,  retrata en su libro alusivo al conflicto llamado “La Esperanza”, a un Oficial del Ministerio de Asuntos Exteriores de la República, supuestamente de apellido García, que decreta amargamente: “He visto democracias oponerse a casi todo, excepto al Fascismo”. Finalmente, Stalin decide apoyar al bando republicano, pero no envía tropas, más bien envía a comunistas extranjeros y equipamiento, mientras que entrena y adiestra a pilotos republicanos en la U.R.S.S.

Auto-ametralladora Bilbao, perteneciente a la Guardia de Asalto, República Española.

Los Tiznao, improvisación pasional y respuesta republicana

Precisamente durante ese período en el que no se recibe ayuda soviética y los nacionalistas avanzan con sus equipos y aliados alemanes e italianos, se hace necesario en el bando republicano la organización de una defensa ante la ofensiva nacionalista.

Algo que debemos tomar en cuenta es que el bando republicano está organizado bajo el concepto de las milicias populares, “el pueblo en armas” como varias veces se ha dicho. Bajo este principio, muchísimos serán los integrantes del lado republicano de origen civil, sin formación militar alguna (aunque en el bando nacionalista también los hubo).

Con ese espíritu nacen los “Tiznaos”, que no es que se organizaron para crearse todos un día, simplemente comenzaron a verse hasta ir proliferando. Un grupo de obreros (o sindicato o unión de anarquistas), un grupo de amigos, club político, etc. con acceso a un taller mecánico y un vehículo con ruedas, comenzaron a blindar vehículos que no estaban pensados para la batalla. Desde camiones y autobuses a carros familiares, desde tractores a trenes y tranvías, todos eran susceptibles de ser blindados de forma artesanal  en un proyecto en el que pesaba más la “buena voluntad” de querer pelear que en el juicio de hacer un vehículo realmente funcional.

Con el tiempo durante el inicio del conflicto muchos sindicatos y partidos políticos del bando republicano buscaban el crear el tiznao más impresionante con fines puramente propagandísticos; de hecho los Tiznao eran lienzo perfecto para escribir mensajes moralizantes, identificativos y otros que dejaban bien claro quién los había construido, bien sea la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), la Federación Anarquista Ibérica (FAI), Partido Socialista Obrero Español (PSOE), el Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM), la Unión General de Trabajadores (UGT), entre otros. El término “Tiznao” no tiene connotación alguna  de origen militar, de hecho el nombre de éste tipo de blindados era “vehículo protegido” más bien es un término coloquial que se relaciona con el “tizne”, que no es más que el humo que se pega a las sartenes que han estado expuestos al fuego. En términos coloquiales cuando algo está “tiznao” o “tiznado” es que está sucio o ahumado y la gente le daba éste nombre a estos carros por el color ahumado de la pintura.

Los precursores de los tiznaos, modelo a escala de un camión de uso civil con una protección precaria que se basaba en colchones y láminas de metal para proteger al conductor.

Pero estos vehículos no fueron hechos sólo por partidos políticos. De hecho, los Tiznaos mejor hechos eran los Fabricados en la ciudad de Barcelona, en donde fracasó la rebelión nacionalista. Allí, talleres como Torras Herrerìa y Construcción, Materiales de Ferrocarriles y Construcción, Constructora Field o la Sociedad Española de Construcción Naval, participaron activamente en la construcción de este tipo de vehículos. Los impulsores de ésta idea fueron los anarquistas, quienes en su mayoría tenían el control de los sindicatos de las empresas. Otras zonas industriales de Cataluña y el País Vasco (de parte de la república) empezaron también esta carrera armamentística por blindar el mayor número de vehículos que se pudiera y enviarlos al frente en la que figuró incluso la Hispano Suiza, aunque en una cantidad reducida.

Quizás (porque no hay un registro establecido) el precursor de los Tiznaos fue un camión visto en Barcelona con una protección muy precaria que se basaba en forrar el camión con colchones. Desde eso hasta hacer “caparazones” que cubrían el carro, todo era válido y aunque incluso las empresas que antes menciono se hacían por mas de una unidad, ninguno era igual.

Pero lo único que estos carros tenían en común era su pésima efectividad en combate. El afán por darles el mayor blindaje (aunque no del mejor), hizo que muchos de estos vehículos pesaran demasiado, éstos limitaba su maniobrabilidad y limitaba demasiado la velocidad de éstos carros que no pasaban como mucho de los 60 km/h y que además por sus dimensiones sólo eran funcionales en campos abiertos y no en ciudades y pueblos, en donde se dieron muchos de los combates del conflicto, otra cosa que afectaba el blindaje era el rendimiento del motor, al hacerlos mas pesados, el motor no tenía la fuerza suficiente para desplazar a tal mastodonte así que si alcanzar los 40 km/h en plano era una proeza, hacerlo en una subida o una pendiente era imposible. A las prestaciones, blindaje y diseño de mala calidad se sumaba el armamento, o no hay o son pocos los Tiznaos equipados con piezas de artillería, la inmensa mayoría estaban equipados con ametralladoras de calibre bajo o medio como mucho, esto de nuevo, los hizo ineficientes en el combate.

La inmensa mayoría de éstos blindados no llegó ni tan siquiera a aguantar las primeras ráfagas durante su bautismo de fuego, muchos de ellos quedaban inutilizados, los que se hicieron mejor concebidos, o al menos mejor pensados resistían un poco más, algunos llegaron incluso hasta resistir los 3 años de guerra civil, algunos en el bando republicano, en donde más proliferaron y otros en el bando nacionalista (sublevado) aunque en menor cantidad porque casi siempre eran capturados en combate.

Aquellos Tiznaos que lograron sobrevivir los 3 años de guerra terminaron siendo desarmados, su vida de blindado terminó y el vehículo regresó a su vida de camión, autobús, automóvil, tractor o ferrocarril, dándosele el uso para el cual estaba concebido.

Comparto con ustedes algunas fotos de algunos Tiznaos:

Michel Rodríguez
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