¿Te gustaría alquilar un abuelito, un hijo o una nieta? Ya puedes hacerlo

En Japón, a través de la empresa Family Romance, creada por Yuichi Ishii, un joven de 38 años que ha entendido la importancia de tener gente a tu alrededor que te haga sentir en familia, aunque sea alquilada.

Hay que analizar un poco la sociedad japonesa que desde hace años viene mostrando una individualización que les permite ejercer con mayor comodidad esa disciplina tan estricta y que no deja mucho espacio para la improvisación y la espontaneidad.

Para la cultura latina y para muchas culturas en el mundo podría sonar mercantilista y absurdo alquilar una hermana, que dicho sea de paso tendrá un físico similar a la original. Probablemente quieres mostrarle un abuelito a tu hijo pequeño porque el verdadero está en otro continente y no viene a visitarlos. O porque no quieres llevar un novio a la casa de tus padres para la boda de tu hermana menor y estás harta de que te pregunten cuando te vas a casar, como la película The Wedding Date con (Debra Messing y Dermot Mulroney).

Es una necesidad de mercado atendida de una forma eficiente (al parecer), hay por supuesto una cantidad de normas y un profesional desempeño de los actores quienes no pueden pasar de 5 familias en su agenda de trabajo. El fundador Yuichi es el único que maneja 35 familias.

De este producto se deriva información sociológica muy importante, entre ellas que las familias japonesas son mayoritariamente monoparentales y de allí que el rol más solicitado sea el del padre. No sería algo muy diferente con Venezuela que ha demostrado tener mayoritariamente familias con matriarcados, donde no solo la madre está en el hogar, es que está la abuela que ayuda y las hermanas que también aportan y están sin pareja.

Más allá del concepto de negocio, desarrollado cuidando la ética pues son partidarios de contar la verdad cuando crece el niña o la niña y está prohibido las relaciones sexuales en este servicio, es muy triste pensar que la humanidad necesite llegar a utilizar estas alternativas por no saber relacionarse o renunciar a ello en aras de una sociedad más eficiente.

Creo que es necesario comenzar a mostrar los privilegios de tener familia, amigos, pareja y todo lo que implique interactuar con gente. Que se desarrollen campañas con un gran foco de mercadeo, de esas que hacen para vender a los políticos o a productos mediocres pero que todos terminan convencidos que si los elijen o consumen, serán mejores personas en algún aspecto de sus vidas.

Necesitamos un marketing del bueno que nos invite a apostar a diario por nosotros como familia para no tener que meter en el presupuesto los 45$ que cuesta la hora de compañía de ese ser que queremos cerca y que actúe de forma ideal para cada uno de nosotros.

La felicidad, el cariño, el respeto, el cuidado y la amistad como pueden ver, son lujos que seguramente tienen y aún no sabían cuan privilegiados eran.

Mantenga su inversión familiar y evite gastos innecesarios, pues al final del contrato todo fue una actuación, que tiene su FIN .

Si quieren leer en detalle visiten BBC.

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