Venciendo las sombras III

La universidad venezolana sigue en caída libre, no consigue tocar fondo, pero peor aún, las autoridades, gremios (de todos los sectores)  y representación estudiantil de los centros de estudios, no tienen otra estrategia que seguir pidiendo presupuesto justo, marchas, mensajes por redes sociales y paros. Es desesperante ver agonizar a la universidad venezolana, sin que desde esos centros del conocimiento se tomen acciones contundentes, que sirvan de paradigma para todos los sectores de la vida nacional, solo vemos comunicados de los consejos universitarios y asociaciones, discursos a veces panfletarios, llenos de consignas vacías, incluso: Que la universidad vence las sombras; tamaña mentira, jamás la universidad había estado tan sumida en el oscurantismo. 

Hoy me motivó a escribir estas líneas, debido a un experimento que van a poner en práctica en la Universidad Simón Bolívar, ya por redes sus autoridades han hecho público que se implementara los estudios semipresencial, motivado a la “agudización” de la crisis con el transporte, el comedor y otros factores, no obstante ya de hecho esto se ha venido realizando, forzados por la diáspora y la realidad país, aducen sus autoridades que con este sistema llevaran a la universidad al siglo XXI; la información la leo por medio de la red tuiter en la cuenta @UniversateRadio: USB Noticias, 18 de junio de 2019. 

¿Ahora esta será la gran estrategia de la universidad venezolana para modernizar supuestamente estos centros de estudios, colocarnos en lo más alto de los estándares mundiales? 

Los estudios a distancia no es ninguna novedad en Venezuela, se ha venido vendiendo esa idea de la universidad virtual desde hace algunos años, afianzada por la herramienta tecnológica del internet, pero en Venezuela ya se han tenido esas experiencias, que yo conozca está la Universidad Nacional Abierta e incluso los Estudios Universitarios Supervisados (EUS) en la UCV, incluso esto existía antes de conocerse o masificarse el internet, así que no es una herramienta condicionante, pero que hoy ayuda mucho, y pueden haber otras experiencias que desconozco, incluso en la misión Sucre se han dado este tipo de experiencias, las cuales han sido satanizadas y tildadas de mediocres y paupérrimas por buena parte de la población. 

Desde mi visión, si esa es la única estrategia para salir de la crisis, es un total error, al contrario, en vez de llevar a la universidad al siglo XXI, estaríamos en presencia del entierro de las universidades; con este sistema semipresencial reconocido formalmente se pretende resolver un asunto meramente académico, el de permitir que el alumno cumpla con su carga académica y por ende que se pueda graduar y entregarle el título; pero: ¿De verdad se estaría resolviendo el problema universitario? ¿La universidad tiene como fin último entregar títulos?, yo creo que no, la universidad tiene como objetivo principal formar ciudadanos, con valores nobles, democráticos, que no se tuerzan, que piensen en el colectivo y no únicamente en su individualidad, necesita extensión (acercamiento social), necesita investigación. Pongamos en la balanza la panacea del sistema semipresencial, puede ser que ayude a que un grupo logre el objetivo de graduarse, y eso es un fin loable, incluso un planteamiento que hago a las autoridades universitarias, es que usen ese sistema para que los que tomaron la opción de irse fuera del país o incluso desertar del sistema educativo por tener que trabajar para sobrevivir, culminen sus estudios por esa vía, e incluso que los que están afuera y puedan hacer un aporte en divisas, lo hagan, que se evalué su perfil socioeconómico, ya que la realidad en la diáspora es dura, pero cualquier aporte en divisas es mucho acá en el país, y le sería menos oneroso a un paisano ese aporte, que tener que pagar una universidad en otro país (son ideas para que las evalúen, y vean su viabilidad),el sistema semipresencial o a distancia, puede ser complicado, ya que el acceso a guías, libros e incluso fotocopias (material de apoyo) es difícil por no decir imposible, igual el alumno debe contar en la mayoría de los casos con el recurso de la biblioteca, y para ello debe trasladarse a su centro de estudio, si bien el internet no es una herramienta condicionante, el internet en Vzla es de muy mala calidad, y a raíz del apagón general del 07 de marzo de 2019, muchos sectores de Venezuela no cuentan con ese servicio, no hay luz en algunos estados de la república, muchos estudiantes de las universidades son de la regiones ¿qué haría un alumno que es originario del Zulia, y le den la opción de estudiar a distancia, y tener que irse a su estado?, es ocioso, no podría hacer nada, ese es un estado que está paralizado y así otras regiones; en definitiva hoy el argumento de formalizar la educación a distancia como avance y cambio de modelo, queda desvirtuado. 

¿Pero con este sistema “novedoso” se estaría resolviendo la situación de la diáspora de profesores, estudiantes, administrativos y obreros? , claramente no, la universidad con ello no optimizaría los recursos, ni daría mejores salarios ni providencias estudiantiles, aunado a que la soledad del recinto aceleraría su deterioro e incrementaría la delincuencia. Hoy dejar a la universidad más sola, atomizada y silente, es un logro para los que detentan el poder, sería un error garrafal. 

Las autoridades Usebistas manifiestan que el semipresencial es un cambio de modelo, ¿pero de verdad cambia algo? No cambia nada, solo empeora. 

El cambio de modelo que considero, que de verdad puede resolver la situación estructural de la universidad venezolana, es dejar el paternalismo, ya de esto he hablado en mis 2 anteriores artículos, he hablado de la potencialidad que tienen las casas de estudio, de lograr alianza con el sector público y privado, en crear empresas mixtas que permitan ingresos propios e ingresos para los miembros de la comunidad y así evitar la diáspora, en lograr la autonomía económica y financiera, la cual es la verdadera autonomía, y otros asuntos más que se pueden desarrollar; Pero el cálculo político, parece que puede más, no se asume un plan contundente, se critica hacia afuera ciertas políticas que son el pan diario en las universidades, creo que si las autoridades consultarán a la población universitaria si quieren intentar un plan en este sentido, seguramente sería aceptado, que sea consensuado, progresivo, explicar que no es una privatización, y no debe serlo, incluso el principal ingreso no debe ser la matrícula, es estudiar y aplicar de verdad un nuevo modelo.

No satanizo el sistema que pretende aplicar la USB, pero ni es la llegada al siglo XXI ni es un nuevo modelo de universidad, puede ser una táctica de emergencia, mas no una estrategia, las universidades son entes vivos, que necesitan la presencia de sus habitantes naturales, no se ve luz al final del túnel, por eso un planteamiento de este tipo, en estas circunstancias es posible aplicarlo, se necesitan aplicar nuevas cosas, y no seguir con el mismo ritornello del paro y presupuesto justo. Venezuela está en el siglo XIX, estamos desfasados, Mario Briceño Iragorry dijo que entramos al siglo XX con la muerte de Gómez, en Venezuela no sabemos cuándo ingresaremos al siglo XXI. 

Venezuela está en SOS, pero la universidad puede ser su tabla de salvación, si la universidad sirve de paradigma para ser replicado, hoy la universidad es un mal ejemplo, como ucevista me duele decirlo, pero es cierto.

Antonio Gonzalez
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